2008-09-17.
Héctor Julio Cedeño Negrín, Bibliotecario Independiente
(www.miscelaneasdecuba.net).- El vórtice es el ojo del ciclón, del
remolino o el torbellino, esto es el centro mismo. Quiere decir que sin
vórtice no hay huracán y según los meteorólogos cuando más se define el
centro más potente es el meteoro. Pero paradoja en ese centro u ojo la
calma de los vientos es pasmosa, no hay nubes, ni tormenta.
Lo recuerdo bien cuando el ciclón Flora, en octubre de 1963, pasó sobre
mi pequeña ciudad al norte de Oriente mi natal Banes. De pronto cesó la
lluvia, se calmo el viento y su ruido ensordecedor, nos encontrábamos
albergados en el edificio de una fraternidad, La Logia de los Tres
Amigos, porque mi casa no resistía y al final perdió el techo.
Al sentir la calma salimos en estampida y gritando, los niños, "se fue
el ciclón salieron las estrellas" y allá mi madre recién parida nos
alertaba "entren que es solo el vórtice, el huracán aún no ha pasado".
Al rato volvieron las lluvias, los vientos, el ruido ensordecedor, los
daños y las muertes que el vendaval provocó aquel fatídico año, al
pueblo cubano.
Hoy volvió la desolación a nuestra patria con los huracanes Gustav y el
Ike, nos ahorramos muchas muertes, pero la destrucción es terrible y
deprimente. Sin embargo vean que atrevimiento; los miembros de la
dictadura dinástica, abyecta e inmoral le niegan al pueblo de Cuba la
posibilidad del alivio al rechazar la ayuda humanitaria de nuestros
hermanos del norte, claro, como que ellos dirigen un huracán
estacionario de categoría cinco, que lleva medio siglo destrozando este
país y cuyo vórtice, bien definido por cierto, es precisamente el punto
donde tienen su residencia y sus bunkers. Ya saben que en el ojo de la
tormenta reinan la placidez y la calma mientras que en sus alrededores
la destrucción y la muerte se apodera de nuestra patria.
Nota: El Punto cero, no es un puntito como el que se usa en las
escrituras sino una amplia zona que está situada en los repartos
llamados, Siboney y Atabey en la Ciudad de la Habana donde vivía la que
los comunistas llamaban, "La Oligarquía Cubana", en fastuosas
residencias y en la opulencia desmedida allá en los años cincuenta y
principios de los sesentas, los dictadores se apoderaron de aquella zona
desalojaron a los oligarcas y se alojaron ellos mismos.
Pero levantaron cercas y muros para impedir el acceso y que el pueblo no
se enterara donde residen sus gobernantes y lo "mal" que viven. Yo
conozco la zona porque estudié por allí en los años setentas y como
atrevidos que éramos, saltábamos las cercas por curiosidad y hasta por
hambre, recuerdo las juergas que armaban y hasta las balaceras, sobre
todo, la que formaba a cada rato el conocido "Comandante Pilón" cuando
se emborrachaba. Al sátrapa mayor, lo veíamos pasar a cada rato, hasta
el aburrimiento.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=17178
No comments:
Post a Comment