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LA HABANA (AFP) - La aceptación del gobierno de Raúl Castro de un
diálogo político con la Unión Europea (UE) fue recibida con satisfacción
por el bloque y la oposición en Cuba, que espera que el polémico tema de
los derechos humanos y los presos políticos sea prioridad en la agenda.
Dos meses después de que la UE levantara definitivamente las sanciones
que le impuso en 2003 por el arresto de 75 opositores, Cuba aceptó el
diálogo, aunque expuso su desacuerdo con cuestionamientos a su sistema
político, según una nota enviada a la embajada de Francia, país que
preside a los 27.
La UE aplaudió la decisión. "Vemos esto como un paso positivo y lo
saludamos", indicó en Bruselas John Clancy, vocero del comisario europeo
de Desarrollo, Louis Michel.
Michel visitará Cuba del 22 al 25 de octubre y, según fuentes
diplomáticas españolas, aprovecharía para "hablar con las autoridades" y
ver cómo la UE puede ayudar a Cuba tras la reciente devastación de los
huracanes Ike y Gustav, que dejaron 5.000 millones de dólares en
pérdidas y decenas de miles de damnificados.
El representante de la UE en Cuba, Javier Niño, explicó a la AFP que los
términos del diálogo y la fecha de apertura deberá definirse, pero la
propuesta es que sea "incondicional, recíproco, de respeto mutuo" sobre
varios temas, como derechos humanos.
"Es un paso muy positivo. Discutiendo se pueden resolver las
dificultades, en un diálogo con toda la sociedad, que debe incluir temas
políticos, culturales, económicos y naturalmente derechos humanos. Las
autoridades cubanas están abiertas", dijo a la AFP Vit Korselt,
embajador de la República Checa, país que en la UE lidera un bloque que
se oponía a levantar las sanciones.
La apertura de un diálogo fue bien vista también por la oposición, pese
a que en junio recibió como un balde de agua fría la eliminación de las
medidas por estimar que no había avances en derechos humanos.
Marta Beatriz Roque, quien estuvo entre los 75 encarcelados y fue
liberada en 2004 por razones de salud, calificó de "bueno y
constructivo" el hecho de que el gobierno cubano converse con la UE,
"sobre todo si habla de los presos políticos y sobre los derechos humanos".
Vladimiro Roca fue más cauto. "Hay que esperar. El gobierno cubano
muchas veces acepta un diálogo, pero es a partir de que yo hablo y tú
escuchas, y después tú me das lo que yo te pido".
El diálogo fue aceptado pese a que el líder Fidel Castro, alejado del
poder desde que enfermó en julio de 2006, calificó de "enorme
hipocresía" el levantamiento de las sanciones, por estar sujeta a una
"revisión anual" de las relaciones con Cuba y al tema de los derechos
humanos y la liberación de presos políticos.
Algunos observadores estimaron la decisión de la UE como un espaldarazo
a una serie de cambios que impulsa el gobierno de Raúl y, al igual que
sectores de la oposición, interpretaron la posición de Fidel como
"divergencias" o la existencia de dos líneas en la dirigencia cubana.
"Es un triunfo de los sectores más racionales del gobierno, en contra de
los sectores más inmovilistas que tenían trabado esto, Fidel Castro
calificó de hipócrita a la UE, pero ahora se decide dialogar", opinó el
economista Oscar Espinosa, también de los 75 y excarcelado en 2004.
Para el disidente Manuel Cuesta, el diálogo "debe traducirse de
inmediato en un cambio político" y "debería llevar a un cambio de
actitud hacia la oposición, sobre todo porque la UE, aunque sin
condicionar, tiene estos temas sobre la mesa".
El acercamiento entre Cuba y la UE se da a pocos meses de las elecciones
en Estados Unidos. Para algunos países del bloque sería contraproducente
quedar atrás en caso de que gane el candidato demócrata a la Casa
Blanca, Barack Obama, favorable a un acercamiento a la isla comunista.
El gobierno de George W. Bush, que califica de "cosméticos" los cambios
en Cuba, pedía a la UE mantener las sanciones, aunque estaban
suspendidas desde 2005 por iniciativa de España.
http://espanol.news.yahoo.com/s/afp/080917/latinoamerica/cuba_ue_pol__tica_ddhh_1
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