Miércoles 30 de Mayo, 2007 9:51 GMT27
LA HABANA (Reuters) - El Gobierno español, criticado por Washington tras
el reciente acercamiento a Cuba, sostuvo el miércoles el segundo día de
conversaciones con funcionarios cubanos para hablar de derechos humanos
a puerta cerrada.
Disidentes cubanos dijeron que la delegación española no se reunió con
ellos para abordar el encarcelamiento y otros abusos de los derechos
humanos por parte de las autoridades comunistas.
"Lamentablemente, no espero mucho (...) Ya anunciaron previamente desde
Madrid que no habrá encuentros con miembros de la disidencia", dijo a
Reuters Elizardo Sánchez, portavoz de la Comisión Cubana de Derechos
Humanos.
Aún no se conoce si habrá un comunicado al finalizar el miércoles la
primera ronda de conversaciones sobre derechos humanos que se acordó al
establecerse en abril un mecanismo de diálogo político entre los dos
gobiernos durante una visita a Cuba del ministro de Exteriores español,
Miguel Ángel Moratinos.
El Gobierno cubano aceptó conversar con España sobre los derechos
humanos, pero excluyó el tema de los presos políticos, al no reconocer
la existencia de disidentes en Cuba. La Habana califica a su opositores
de "mercenarios contrarrevolucionarios" al servicio de su archienemigo,
Estados Unidos.
Diplomáticos españoles sostienen que el acercamiento a Cuba es la mejor
forma de influir en una transición, que comenzó, dijeron, con el
traspaso de poder de Fidel Castro a su hermano Raúl, tras su crisis de
salud hace 10 meses.
Pero Estados Unidos, que ha intentado aislar a Cuba durante 45 años,
criticó el martes la política española de diálogo con el Gobierno de la
isla.
La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, dijo en Europa
que presionaría al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez
Zapatero, sobre el tema cuando visite Madrid esta semana.
Zapatero contestó el miércoles que España y EEUU tienen enfoques muy
diferentes sobre Cuba pero que se entenderían mejor tras la visita de Rice.
"Es comprensible y razonable porque hay vínculos históricos distintos,
porque hay aproximaciones muy diferentes a cuál pueda (o deba) ser el
futuro", dijo Zapatero sobre las palabras de Rice.
"Lo positivo es que podemos hablar seguramente cuando hablemos, pues las
posiciones serán mucho más entendibles y estarán más cercanas", agregó.
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