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Wednesday, April 17, 2013

Racismo ante el espejo

Racismo ante el espejo
Miércoles, Abril 17, 2013 | Por Reinaldo Emilio Cosano Alén

LA HABANA, Cuba, abril, www.cubanet.org -Cubanas negras y mestizas se
quejan por estar en desventaja con respecto a las mujeres blancas en
materia de maquillaje y cosméticos. Éstos son mucho más escasos para
ellas, en el mercado cubano. Además, las empaquetaduras de los productos
de belleza son racistas.

Un sugerente segmento de aproximadamente 533 mil mujeres negras, y un
millón 394 mil mestizas, del total de seis millones 200 mil, según
estadísticas oficiales (sin incluir metrosexuales masculinos), enfrentan
la hiriente segregación racial que sugieren tales productos a la
coquetería femenina frente al espejo.

Pero, según parece, no es su única agresión contra las cubanas
afro-descendientes. Ana Dayana León Lugo, de 27 años, residente en el
municipio habanero de La Lisa, dijo:

"Hay que tener mucho cuidado con los productos que la peluquera nos
aplica. A mi hermana le hicieron un desriz y, al enjuagarse luego, se le
cayó el pelo. Tuvo quemaduras en el cuello. El producto estaba pasado de
potasa (sosa cáustica)".

León comenta que los productos de belleza que se venden en las shopping,
"cuestan demasiado caros y a veces se pierden durante mucho tiempo, como
los desrizadores que usamos negras y mestizas. No es bueno cambiar de
marcas confiables, pero tenemos que caer en manos de individuos que los
fabrican artesanalmente sin conocer de química, sin las medidas exactas,
excediéndose a veces en la cantidad de potasa, componente principal
del desrizador. Pasa lo mismo con otros productos, como la grasa gruesa
y como ciertas cremas para la piel. Aparte de su insegura calidad, no
vemos fecha de vencimiento".

El pote de grasa sólida cuesta cuatro dólares (cien pesos); el
desrizador, entre 7 y 10 dólares (175 a 250 pesos). El salario promedio
mensual de la mayoría de las mujeres encuestadas es de 250 pesos.

La manicure Yenisel Hernández Bertot, de 23 años, residente en Marianao,
puntualiza:

"Hay que tener cuidado con las peluqueras…Usan cualquier desrizador y te
pueden tumbar el pelo. Yo no trabajo peluquería por eso. Es menos
complicado, menos problemas. Los productos de belleza cuestan muy caros
en las tiendas. Al principio de la apertura del trabajo por cuenta
propia, el gobierno se comprometió a vendernos artículos más baratos. No
cumplió. Le compro a gente que viaja a Brasil, México, Ecuador,
Venezuela. Traen para vender pelucas, desrizadores, creyones para
labios, coloretes, set de maquillaje, pinturas para uñas, cejas y uñas
postizas; maquinitas para poner uñas. Los frascos de pintura están a dos
dólares en las shopping. A ellos se los compro a un dólar. Es una
especie de contrabando, pero si no les compro a ellos, no tendría
ganancias después para pagar los impuestos. La gente no está bien
económicamente".

En el periódico oficial Trabajadores (24-12-2012), Olivia Teresa
González, de Centro Habana, diputada a la Asamblea Nacional, se quejó de
que "no hay una perspectiva o proyección en la producción nacional de
cosméticos y otros productos de belleza para la mujer negra cubana".

La empresa cubano/española Suchel Camacho tiene el monopolio casi total
de la producción nacional de cosméticos, artículos de belleza y de aseo,
de limpieza del hogar e industrial. La propaganda y presentación de los
envoltorios llevan implícitos rasgos de discriminación racial: las
etiquetas responden al modelo de hombre y mujer blancos europeos y no al
pueblo cubano multirracial.

cosanoalen@yahoo.com

http://www.cubanet.org/articulos/racismo-ante-el-espejo/

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