Curso escolar en Cuba: enseñanza particular vs educación pública
Coincidiendo con el inicio del curso escolar el 1 de septiembre, miles
de profesores jubilados o no, se disponen a abrir aulas privadas en sus
casas.
Iván García Quintero
septiembre 02, 2014
Mientras en la escuela secundaria Enrique José Varona del barrio
habanero de La Víbora, una brigada de mantenimiento estatal retoca las
ventanas y paredes con una mano de pintura barata, horas antes del
comienzo del curso escolar 2014-2015, a poco más de un kilómetro del
colegio, Marta, maestra particular de matemáticas y física, intenta
convencer por teléfono a la madre de una estudiante de 9no. grado que
tiene a tope su matrícula de alumnos.
La profesora de 72 años, jubilada hace una década, goza de tanto
prestigio en el vecindario que tiene habilitada dos sesiones de repasos.
En su apartamento mínimo, colindante con la ruidosa y sucia Calzada de
10 Octubre, en un rincón de la sala, Marta tiene una pizarra verde y en
una mesa de caoba varios libros de matemáticas.
"Ahora trabajo con más intensidad que cuando era maestra estatal.
Trabajé 30 años en escuelas secundarias y la experiencia me facilita las
cosas. Ya a mediados de septiembre comienzo a repasar, en dos sesiones,
a veinte adolescentes. Y es que los padres no confían en la enseñanza
actual. En términos pedagógicos es pésima. Pocos jóvenes quieren ser
maestros. Salarios muy bajos. Ya el magisterio no es un oficio digno
como hace 50 años", señala la maestra jubilada.
En el otoño de 2010, a tono con la ampliación del trabajo privado por
parte del régimen del General Raúl Castro, se autorizó a profesores
jubilados a repasar en sus casas después de la jornada escolar.
En dos kilómetros a la redonda, entre La Víbora y el reparto Sevillano,
se localizan cerca de 40 maestros particulares, en diversas materias y
en los cuatro niveles de enseñanza: primaria, secundaria,
preuniversitaria y universitaria. Los más calificados y prestigiosos,
como Marta, cobran 10 cuc al mes por dos repasos a la semana. "Es un
dinero que me hace falta. Mi jubilación es de 211 pesos (alrededor de 9
cuc) y se me va en comprar viandas y pan de corteza dura. Desde que
saqué la licencia de repasadora gano 200 cuc mensuales. No me puedo
quejar, las cosas me van bien", apunta.
Rodolfo, octogenario, durante 23 años fue profesor universitario. En el
patio de su casa, en la barriada de Santo Suárez, ofrece clases de
consolidación a estudiantes de bachillerato y de la universidad. "A los
asiduos les cobro 10 cuc, quienes vienen con menos frecuencia me pagan
un peso convertible por repaso. Todos los meses gano más de 200 cuc. Con
ese dinero mantengo a mi esposa y no soy una carga económicas para mis
hijos", indica Rodolfo.
La caída cualitativa de la educación en Cuba ha provocado que un nutrido
grupo de maestros retirados o profesionales se dediquen a repasar, dar
clases de idiomas o informática.
A partir de 1959, la enseñanza tuvo una alta dosis de ideología. En los
libros escolares se machaca sobre el rol protagónico Fidel Castro, Che
Guevara o Camilo Cienfuegos. La historia, contada por los vencedores, se
enmienda o acomoda el desempeño de próceres como Antonio Maceo, Máximo
Gómez o José Martí, según sus intereses ideológicos. El sistema de
educación en la isla es un celoso albacea del papel desempeñado por la
extinta URSS en sus siete décadas de comunismo totalitario y absurdo. La
poca vocación de un segmento amplio de maestros y los salarios de
miseria son las claves que inciden en el retroceso de la enseñanza pública.
Mientras un profesor estatal devenga un salario que oscila entre 400
pesos un maestro de primaria y 1,000 un catedrático universitario, un
repasador privado puede triplicar esas sumas.
"Y al tener una mayor preparación, confeccionamos un mejor plan
metodológico. Casi todos los estudiantes que yo repaso llegan con muchas
faltas de ortografía. Apenas saben redactar una carta o una composición
coherente. No pocas veces sus maestros también tienen faltas de
ortografía y concordancia. Es un desastre", señala Igor, quien repasa
gramática por 5 cuc mensuales a 19 alumnos de 5to. y 6to. grado.
Para este nuevo curso, paralelamente a las escuelas de idiomas del
Estado, crece el número de particulares que enseñan lenguas extranjeras,
sobre todo inglés.
Hay cursos para todas las edades. Karina, madre de una niña de 11 años,
desde que su hija tenía 7 años la inscribió con una profesora de inglés
que impartía clases dos veces por semana. "Es una persona muy
capacitada. Cobra caro, 10 cuc al mes, la mayoría cobra 5 cuc a los
niños, pero ella tiene un sistema de aprendizaje novedoso", cuenta Karina.
Rita, graduada de idiomas en una escuela superior, en la primera
quincena de septiembre reinicia sus clases privadas. Dice que el interés
de los padres no es solo para que sus hijos sepan otros idiomas desde
pequeños, si no porque "la mayoría tienen planes de emigrar y desde
edades tempranas preparan a sus hijos en el dominio del inglés, italiano
o francés", acota.
Coincidiendo con el inicio del curso escolar el 1 de septiembre, miles
de profesores jubilados o no, se disponen a abrir aulas privadas en sus
casas.
Mientras la ministra de Educación, Edna Elsa Velázquez, desborda
confianza y pretende dar un giro de 180 grados a la deprimida enseñanza
estatal, muchos padres siguen apostando por pagarle a un maestro
particular para que a sus hijos les ayuden a perfeccionar los conocimientos.
Aunque tengan que hacer recortes en su reducida economía familiar.
Source: Curso escolar en Cuba: enseñanza particular vs educación pública
-
http://www.martinoticias.com/content/particular-publica-escuelas-educacion-/74048.html
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