Berta Soler: "Ando con la verdad"
"Pasé unos momentos muy difíciles, porque el gobierno cubano decía que
la negra analfabeta no tenía cabeza y no iba a poder llevar Las Damas de
Blanco"
martes, septiembre 30, 2014 | Lilianne Ruiz
LA HABANA, Cuba -Berta Soler, líder del Movimiento Damas de Blanco Laura
Pollán, guía cada domingo la caminata por Quinta Avenida en Miramar, La
Habana. Las mujeres, que en muchas ocasiones suman más de 100, caminan
en silencio. Hieráticas, portando un gladiolo como signo de resistencia,
repiten, al final de cada caminata y en coro, una oración por los presos
políticos. Claman, además, por libertad durante algo más de un minuto,
como un mantra de cohesión. Esa persistencia dentro la misma liturgia ha
conseguido lo más difícil para el movimiento cívico en Cuba: la
apropiación subversiva del espacio público en un régimen de dictadura.
Solo porque continúan allí, podemos hablar de metros reconquistados de
nuestra Isla. Por eso el movimiento recibe múltiples ataques. Soler es
consciente de que "el poder primero te ningunea, luego se ríe de ti,
luego te ataca y, finalmente, ganas", como decía Gandhi.
¿Qué está haciendo Berta Soler para superar lo que ha sido una crisis
dentro del Movimiento?
Bueno, realmente no pienso que haya sido tan crisis ni tal separación
natural, sino inducida. Son problemas, zancadillas que el gobierno
cubano ha estado estudiando durante casi tres años para liquidar, acabar
y disminuir las miembros de la organización Damas de Blanco. Para
nosotras es un momento de estar unidas y fortalecernos. Prepararnos y
organizarnos cada vez más con disciplina, pero con un reglamento que
tenemos en la mano desde noviembre de 2011, aprobado por 57 Damas aquí
en la sede después del deceso de Laura Pollán. Nuestro objetivo es
continuar nuestra lucha no violenta por la libertad de los presos
políticos y el respeto a los derechos humanos, quiera o no el gobierno
cubano. Ya seamos 500, 400, 50 o 40, vamos a continuar.
Háblanos de las delegaciones dentro y fuera del país.
Tenemos una delegación en Guantánamo con 28 miembros, dentro de esa
cifra, siete del municipio Caimanera. También en Santiago de Cuba
tenemos 34 Damas de Blanco: una delegación en Palma Soriano de 17 y otra
en la ciudad de Santiago de Cuba también de 17. En Holguín tenemos 48
Damas de Blanco, en Bayamo tenemos 12, en Santa Clara otras 12 y en
Matanzas 28. Aquí en La Habana hasta este momento somos 140. Por otra
parte, todas las que están en el exilio se siguen considerando Damas de
Blanco. Blanca Reyes, por ejemplo, es nuestra representante en Europa. Y
muchas otras en el exilio.
¿Cuánto ha cambiado el movimiento desde su fundación?
El movimiento ha cambiado. Nosotras solamente éramos alrededor de 70
mujeres, familiares de los 75, y las demás eran Damas de Apoyo. Cuando
el gobierno cubano decidió, a través de la iglesia católica, darles
licencia extrapenal a estos hombres para que salieran al exilio, previo
acuerdo con el gobierno español, quedamos 12 familias nada más. Pero
junto a estas mujeres de apoyo, que dejaron de serlo para asumir el
nombre de Damas de Blanco, hemos crecido en cantidad a lo largo y ancho
del país. Entonces no teníamos delegaciones, solamente marchábamos en La
Habana. Nos convertimos en un movimiento de defensa de los derechos
humanos, además de abogar por la libertad de los presos políticos.
También ahora tenemos proyectos con la comunidad, les hacemos llegar a
los niños cosas que necesitan, como utensilios para la escuela, zapatos,
ropa, juguetes. Rescatando aquello que el gobierno cubano hizo que se
perdiera, como el día de los Reyes Magos. Desde el 2004, en vida de
Laura, rescatamos esta tradición, primeramente con los hijos nuestros y
después la hicimos extensiva a niños de nuestras comunidades. A las
madres también tratamos de ayudarlas, con detergente, jabón y aceite; ya
para muchas familias cubanas estos productos son de lujo. Ayudamos a
personas que han sido desalojadas, conduciéndolas hasta las
organizaciones de la sociedad civil que brindan asistencia legal frente
a esta y otras clases de abusos. También hacemos actos de presencia
cuando estas personas deciden ocupar un lugar de los que están deshabitados.
¿Cómo se llega a ser Dama de Blanco?
Primeramente tienes que tener valor, combinado con ser una mujer no
violenta. Te damos un reglamento para que lo estudies y determines si
puedes cumplirlo a cabalidad. Te preguntamos muchas cosas, insistiendo
en qué es lo que te motiva a entrar al movimiento. Nuestro reglamento
recoge muchas cosas. No puedes provocar a nadie, tampoco responder a la
provocación. Debes ser una mujer correcta en tu vida social, lo mismo en
tu vecindario que en un ómnibus o en la calle. No puedes públicamente
usar palabras que intenten dañar o descalificar a ninguna persona, a
ningún activista de derechos humanos u organización dentro o fuera de
Cuba. Buscamos cantidad y calidad, pero si hay que escoger nos quedamos
con la calidad.
¿El movimiento ofrece alguna ayuda para aliviar las necesidades de sus
integrantes?
Realmente en Cuba hay una pobreza generalizada. Aquí el único que tiene
recursos es el gobierno. En la población hay una parte que tiene familia
fuera de Cuba y los ayuda, pero hay muchos que no tienen. Nosotras
estamos muy agradecidas a los exiliados cubanos, a las personas de buena
voluntad y las ONGs que recaudan dinero a través de almuerzos, galas, o
vendiendo broches con la figura de un gladiolo -como vi en Alemania- ,
todo ello destinado a ayudar al movimiento. Nos llega esta ayuda a
través de la agencia Western Union, con total transparencia. La ayuda
nos sirve para poder tener algún alimento. O, por poner solo un ejemplo,
para regresar a casa cuando la policía, bajo las órdenes de la
seguridad del Estado, nos deja en un lugar muy distante de nuestro hogar
después de una detención arbitraria. La ayuda es mínima, pero representa
un alivio para quien no tiene nada.
Háblanos del legado de Laura Pollán…
No personalizar los conflictos. Si nuestro movimiento se llama Laura
Pollán es por algo. Laura fue una mujer digna, con principios. Siempre
quiso la libertad de los presos políticos y el respeto a los derechos
humanos en este país. Por eso cuando a su marido lo fueron a excarcelar
y le propusieron, como a los demás, salir del país, ella les dijo:
"váyanse ustedes, yo me quedo, porque todavía hay muchos hombres y
mujeres en Cuba presos por motivos políticos." Laura nunca quiso que el
movimiento se dividiera. Entonces pienso que quien intente dividir este
movimiento está traicionando el legado de Laura Pollán. Yo digo que mi
hermana, mi amiga, mi madre, Laura Pollán, puede estar segura que yo,
Berta Soler, con todas las fuerzas de mi corazón voy a seguir su legado.
¿Por qué la palabra disciplina es una clave dentro del Movimiento?
Si no eres disciplinada no hay respeto por y para ti. Si en 11 años y
medio hemos hecho historia, sin experiencia ninguna y sin ser un partido
político, es porque hemos ganado respeto. En una casa tiene que haber
disciplina y respeto para que las cosas marchen bien; en una
organización es lo mismo. Tú puedes ser muy valiente pero si no tienes
disciplina las cosas no te irán bien.
¿Cómo Berta Soler ha asumido el desafío de liderar un movimiento
femenino como las Damas de Blanco y cuáles han sido los momentos más
difíciles?
He tenido dos etapas muy difíciles en estos tres años. La primera fue
cuando perdí físicamente a Laura Pollán, porque éramos un binomio
perfecto que el gobierno cubano trató mucha veces de romper y no pudo.
Lo que hicieron fue quitármela, sacármela de al lado, dándole la muerte.
Pasé unos momentos muy difíciles, porque el gobierno cubano decía que la
negra analfabeta no tenía cabeza y no iba a poder llevar las Damas de
Blanco. Pues me subestimaron y lo que hice fue crecerme. Me crecí para
que vieran que no era así. Al cabo de tres años ellos han tenido
preparada, como en un laboratorio, una maniobra para destruir desde
adentro a las Damas de Blanco. Pero pienso que como ando al lado de
Cristo y Él está conmigo, y ando con la verdad y con claridad, voy a
poder sobrellevar la situación. Lo único que yo digo es que cada persona
está en el derecho de ejercer sus libertades. En la libertad de fundar
una organización o de militar en un partido político. Lo único que pido
es darle tiempo al tiempo. El tiempo es el único que va a decir qué es
cierto y qué no es cierto. Pero también yo les deseo a todas las
personas, a todas las mujeres que no quieran estar porque no simpaticen
con Berta Soler o porque no quieran ajustarse al reglamento y quieran
fundar un nuevo movimiento, un nuevo grupo, que Dios las bendiga y
tengan éxito en su vida como activistas de derechos humanos.
Source: Berta Soler: "Ando con la verdad" | Cubanet -
http://www.cubanet.org/destacados/berta-soler-ando-con-la-verdad/
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