Las prioridades de Raúl Castro
Lunes, 17 de Diciembre de 2012 04:14
Escrito por Jorge Olivera Castillo
Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) Con más de cuatrocientas
detenciones por motivos políticos, ocurridas en el pasado mes de
noviembre, el régimen reafirma su perfil represivo.
Las señales que podrían indicar un cambio en las perspectivas, respecto
a la forma de abordar el tema de los derechos fundamentales de los
ciudadanos, siguen ausentes de un contexto cada vez más crispado y
abierto a acciones de máxima brutalidad por parte de agentes y
colaboradores de la policía política, sin que existan los recursos
legales para tramitar una demanda con posibilidades de que prospere.
En Cuba, el Ministerio del Interior cuenta por prerrogativas extra
constitucionales, algo que garantiza la impunidad en la consumación de
golpizas, detenciones arbitrarias, actos de repudio y condenas a
prisión, estas últimas, como es de esperar, sin las correspondientes
garantías procesales.
Ser atacado, verbal o físicamente, por personas afines al partido
comunista es una probabilidad que crece en la medida que aumenta la
discreción o las órdenes explícitas para acometer estos actos, siempre
mostrados como gestos espontáneos del pueblo frentes a las actitudes
"contrarrevolucionarias".
Alarma saberse expuesto a todo tipo de represalias, al amparo de la
noche o por medio de un presunto accidente, mientras se camina por la
vía pública.
Ningún agravio se puede descartar en un escenario donde impera la ley
del más fuerte, en este caso, el Estado y el Gobierno, representados por
el partido único.
La vieja mentalidad prevalece, por encima de la necesidad histórica de
desbloquear el sistema que ha enraizado el parasitismo social, la
intolerancia, el voluntarismo, la improductividad y las corruptelas a un
nivel tal que su reducción tardaría varias décadas.
Raúl Castro no será el abanderado de una reforma que ponga a un lado las
obsoletas directrices del socialismo real.
Se puede asegurar que es, y seguirá siendo, el fiel guardián de una
ideología que se extinguirá en la medida que la vejez impida el
ejercicio de las funciones intelectuales del núcleo principal de la
nomenclatura o la muerte imponga su inapelable veredicto.
En su fase final, el régimen intenta mostrar cierta cordura en el ámbito
económico, posiciones a menudo sobreestimadas y carentes de muchos
requisitos para pronósticos favorables.
Los espacios cedidos para el ejercicio de empleos no estatales, la
mediatizada reforma migratoria y las ponderadas permisividades en el
entorno cultural, responden a una estrategia de supervivencia de las
élites y no a una nueva visión fuera de los cánones políticos vigentes
desde la década del 60 del siglo XX.
Si por un lado los indicadores productivos se mantienen deprimidos,
realidad que pone en entredicho la veracidad de los discursos oficiales
en lo tocante a un paulatino despertar de la industria y el comercio
nacionales, por otro se destacan las estadísticas de personas que ha
sido objeto de la ira gubernamental por no callar sus discrepancias.
Según la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional
(CCDHRN), el número de cubanos procesados y detenidos temporalmente
supera los 5000 en lo que va de 2012. El año anterior hubo 4 123
personas en la lista.
Si a esto sumamos las agresiones físicas o verbales que semanalmente
ocurren a lo largo y ancho de la geografía insular, es poco lo que hay
que agregar para cerciorarse de que los principales fundamentos de la
dictadura se conservan intactos.
Para Cuba actualidad: oliverajorge75@yahoo.com
http://primaveradigital.org/primavera/component/content/article/117-politica/6028-las-prioridades-de-raul-castro.html
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