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Wednesday, May 04, 2016

Paliza e impunidad a ritmo de reguetón

Paliza e impunidad a ritmo de reguetón
Si tienes un buen padrino, quizá puedas incluso golpear a una anciana
sin que nada te pase
miércoles, mayo 4, 2016 | José Hugo Fernández

MIAMI, Estados Unidos.- Todo indica que colgó la foto en Facebook como
prueba de lo impune que se siente ante la ley luego de haber atacado, en
pandilla y a batazos, a un joven desarmado y a su abuela de 82 años. Fue
quien encabezó la banda de los cuatro delincuentes que cometieron la
fechoría. Y aparece en la foto junto al funcionario que lo libró de la
cárcel, su protector ante las instancias oficiales, según los afectados.

Aseguran las víctimas que este desalmado quiso enviarles un mensaje bien
explícito: "Conmigo no se metan, porque tengo padrino". Y en tal caso,
el presunto padrino es Víctor Mesa, amigo personal de Antonio Castro, el
benjamín de la dictadura castrista, y consentido muy especial del
régimen, no obstante a ser uno de los mayores perdedores de la historia
como capitán del equipo Cuba de béisbol.

La antecedencia (digamos chismográfica) de este suceso es lo que menos
importa. Se trata de un problema de rivalidad entre reguetoneros. El
organizador y autor material de la agresión, Daniel Muñoz, llamado El
Dany en el mundillo del reguetón, perteneció al grupo Los 4, del cual se
separó y con cuyos miembros ha sostenido desde entonces diferencias
públicas. El agredido, Javier Pons, es uno de los actuales integrantes
de esa agrupación. Sea cual fuere la naturaleza de anteriores
intercambios verbales entre ellos, el hecho es que el agresor aprovechó
que la víctima estaba solo para atacarlo en pandilla. La abuela del
agredido, Gladys Reyes Díaz, quiso mediar entre los malhechores y su
nieto, para evitar males mayores, pero ella misma recibió una golpiza
que la dejó con un brazo fracturado y cuatro puntos de sutura en una mano.

Los agredidos aseguran que presentaron denuncia (con pruebas incluidas)
ante las autoridades policiales. Y en principio, El Dany fue conducido a
la estación de policía. Pero fue justo ahí donde al parecer entró el
padrino en escena.

Muy pocas horas después, la acusación naufragaba en la costa, sin
novedad en el frente para los agresores, en tanto su cabecilla –que
ahora integra un nuevo grupo de reguetón llamado "Yomil y El Dany"–
estaba libre de culpas y haciendo alarde de su impunidad mediante
Facebook, con la foto de referencia, publicada bajo el rótulo: "Seguimos
en combate, jejeje. Hay Yomil y El Dany Pa´Rato".

En Cuba, los recursos, organizaciones, instituciones, disposiciones o
medios que debieran servir de garantía para el buen desenvolvimiento de
la sociedad, están repartidos en pequeños feudos particulares desde el
principio mismo del gobierno revolucionario. A cada cual según su
jerarquía o su parentela o sus proximidades y complicidades con la corte
del dictador en jefe. Los de mayor alcurnia se apoderaron del tesoro
nacional o de las residencias o de las principales fuentes económicas.
El resto, siempre en escala descendiente, se lo reparten los lacayos
fieles: desde el administrador de una fábrica hasta un suboficial de la
policía, pasando por una larga cadena de sicarios, chivatos y
funcionarios de baja estofa. No sé en qué renglón de esta última
categoría debe ser ubicado Víctor Mesa (tal vez en más de uno), pero
tampoco eso es lo importante.

Lo verdaderamente sustancial radica en el papel que sujetos como él (y
son muchos, cientos de miles) están jugando hoy en el traspaso de la
nación cubana a un estado mafioso, con un doble soporte: arriba, el gran
poder político-militar, integrado por oficiales de alto rango, ministros
y otros jerarcas; abajo, una red canalla de pandilleros que le sirve de
infraestructura y de fiel bastión, dada a medrar bajo la sombra de la
ley imponiendo sus reglas sucias e incivilizadas.

Ya se conoce que nuestra Isla huele a podrido por todos sus poros. Lo
que no siempre tenemos presente es que las llagas más dañinas y
duraderas no son las que más sobresalen. Tarde o temprano, la costra
visible tiende a caer por sí sola. ¿Pero cuánto tiempo nos llevará
erradicar la infección que subyace bajo la superficie?

Source: Paliza e impunidad a ritmo de reguetón | Cubanet -
https://www.cubanet.org/actualidad-destacados/paliza-e-impunidad-a-ritmo-de-regueton/

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