El paquete del paquete
enero 28, 2015 11:50 am
Cuba actualidad, Marianao, La Habana, (PD) En mi remota niñez, el 
término paquete, empleado como adjetivo, significaba que una película no 
servía para nada, y a menudo se amplificaba mediante el adverbio 
tremendo paquete.
Se le aplicaba también al mentiroso habitual: fulano es un paquetero.
Hoy, recuperado como sustantivo, el paquete es algo querido para quienes 
lo reciben, pero temido, muy temido, por esos excelsos sujetos que nos 
rigen a su arbitrio. Tan es así que dedican su precioso tiempo a 
combatirlo por todos los medios a su alcance.
Lo tildan de banal, ellos que han banalizado el sagrado concepto de 
Patria, forzándolo a servir a sus mezquinos intereses materiales, como 
bien lo advirtió el venerable Pedro Meurice, aquel Obispo de verdad.
A estos empaquetados compañeros lo que les preocupa es perder el 
monopolio de la información que han ejercido a sus anchas por más de 
medio siglo, sometiéndonos a todos a una dieta embrutecedora, que les ha 
facilitado imperar, disfrazados de reyes perpetuos.
Para ellos, todo lo que cambia es malo, como la kriptonita para Superman.
Disponen para difundir sus órdenes favoritas de todos los medios 
tradicionales, pero no les basta. Limitan cuanto pueden el acceso a las 
nuevas tecnologías, pero no pueden convertir el consumo de sus 
materiales en tareas obligatorias, como antiguamente, cuando la película 
del sábado y la Tanda del Domingo eran esperadas devotamente.
Entonces, solo se les iban de las manos las estaciones de radio 
floridanas, cuya programación musical arrastraba a la juventud.
Tanto a Radio como a TV Martí las han bloqueado con éxito, sobre todo en 
La Habana. Sin embargo, no pueden frenar al Paquete.
Versión criolla de la televisión por cable, el dichoso Paquete contiene 
materiales de entretenimiento variados y se distribuye a domicilio, por 
dinámicos gestores independientes, muchachos y muchachas que se 
desplazan por sus zonas a gran velocidad, repartiéndoles a sus clientes 
semanalmente estos productos tan anodinos como subversivos.
Por su parte, el ex ministro de cultura, quien se desempeña ahora como 
asesor del General Presidente, exhorta a los estudiantes universitarios 
a "embellecer las bondades del socialismo", tarea está bastante 
complicada, puesto que tales bondades son sumamente esotéricas. En todo 
caso, de existir estas, no veo qué podría agregarles el maquillaje.
Sería muy útil si Abel Prieto Jiménez se dedicase a buscarle remedio a 
las fealdades reales del mal llamado socialismo, labor en la que 
colaboraríamos gustosamente.
La primera causa que lleva a los televidentes a adquirir el Paquete es 
el control de la información para brindar únicamente la que les conviene 
a los propietarios absolutos del país. Ejemplo inmediato: la mal llamada 
Mesa Redonda con la presencia de un funcionario subalterno del 
Ministerio de Relaciones Exteriores y dos de sus voceros de oficio, 
hubiese resultado mejor si le hubiesen dado silla a un representante de 
los Estados Unidos, puesto que dichas conversaciones no fueron monólogos 
a dos voces. Si además hubiesen agregado a algún periodista 
independiente, la teleaudiencia hubiese estado en condiciones de 
practicar el lema de Reinaldo Taladrid y sacar sus propias conclusiones.
Acostumbrados desde niños a la bucólica campestre y silenciosa, a los 
Señores de Birán el pensamiento por cuenta propia le es extraño.
Para Cuba actualidad: rhur46@yahoo.com
Source: El paquete del paquete | Primavera Digital - 
http://primaveradigital.net/el-paquete-del-paquete/
 
 
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