No se bendice a villanos
[28-06-2013]
Dr. Darsi Ferret
(www.miscelaneasdecuba.net).- Cuando el Arzobispo de la Arquidiócesis de 
La Habana, Jaime Ortega y Alamino, fue investido Cardenal, en 1994, me 
cuento entre las muchísimas personas que tuvimos la esperanza de que con 
la distinción de ese respetable cargo religioso influiría en beneficio y 
protección del pueblo cubano.
Y esa fe se alimentaba del ejemplo específico ofrecido por el Papa Juan 
Pablo II, que un par de años atrás salió firmemente ante los comunistas 
en defensa de su oprimido pueblo polaco y su solidaridad y apoyo fue 
importante en la caída del Campo Socialista.
Más, por los antecedentes del Cardenal, quien durante su juventud fue 
víctima directa de los atropellos del régimen, cuando lo tuvieron preso 
en los campos de concentración de la UMAP. Tremenda decepción la que nos 
llevamos con dicho personaje. La realidad es que la falta de libertad y 
el irrespeto a los derechos básicos de los cubanos le ha interesado un 
comino.
Por el contrario, se comporta de modo cómplice con la dictadura 
castrista y hasta el bochornoso papel de vocero y representante de los 
intereses de los Castro ha salido a desempeñar dentro de la isla e 
internacionalmente. Llegó al colmo de reconocer que fue precisamente él 
quien le pidió a la despiadada policía política que sacara por la fuerza 
a los opositores que se habían refugiado en una iglesia en los días 
previos a la llegada del Papa Benedicto XVI a La Habana.
Por esa fecha, también se le vio por el Departamento de Estado de los 
EEUU abogando por prebendas y concesiones para los representantes del 
régimen de la isla. Ese tipo de comportamiento tan poco moral de parte 
de la jerarquía católica me llevaron a desestimular mi admiración por la 
religión cuya sede se asienta en el Vaticano. Sin embargo, la reciente 
elección del Cardenal argentino, Jorge Mario Bergoglio, como nuevo Papa, 
nombrado Fransisco, volvió a despertarme cierta esperanza de que le 
daría un giro distinto a la falta de compromiso de los representantes 
católicos de la isla con su pueblo.
Su modestia y sencillez, las acciones de miseria que puso en práctica 
desde el primer momento y su confesado ánimo de llevar cambios 
fundamentales y esperados en la institución que lidera, fueron parte de 
esa chispa de fe que resurgió otra vez. Pero, honestamente, igual va 
quedando atrás la fe e instalándose interrogantes que no comprendo.
No le encuentro ninguna explicación válida al encuentro que sostuvo el 
Papa Fransisco con el gobernante ilegítimo Nicolás Maduro. Dada la 
realidad venezolana post-electoral no hay justificación que avale ese 
encuentro. Al menos pudo haber optado por dilatarlo hasta que se 
solucione la profunda crisis política desatada en ese país luego del 
fraude electoral del chavismo.
Se sabe que al recibir de modo oficial a ese usurpador que se robó las 
elecciones en Venezuela y tiene un desenvolvimiento claramente 
dictatorial, lo que ocurre es que lo arropa con la legitimación y el 
reconocimiento que no merece ni le corresponde. De una u otra manera, 
esa acción del Santo Padre desconoce el clamor de justicia del pueblo 
venezolano y obvia el irrespeto de Maduro y su pandilla por la voluntad 
soberana. Estos son hechos que no benefician al rebaño sino a los lobos.
Source: "No se bendice a villanos" - 
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/51cd3d213a682e04e84b5019
 
 
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