Un secuestro súper express
José Alberto Álvarez Bravo, Secretario AFACUDE
28 de noviembre de 2012
La Habana, Cuba – www.PayoLibre.com – Ya se lo había advertido a mi
mujer: "en cualquier momento me secuestran de nuevo"; no es que la vejez
me haya dado por creerme adivino, sino que a juzgar por la actitud de
los represores del disenso, la AFACUDE es ya otra piedrita en el zapato
dinástico.
El jueves 22 de noviembre de 2012, bajé como de costumbre a comprar el
pan de la libreta en J y 15, a tres cuadras de mi domicilio; en 9, entre
J y K, vi el patrullero de la Policía Nacional Revolucionaria y un
negrito alto -el que "me atiende" por la seguridad del estado
feudocastrista-, subiendo al asiento trasero; no era necesaria mucha
sagacidad para darme cuenta de la inminencia de un nuevo secuestro, el
decimonoveno desde el 2009 a la fecha.
Sin que mediara una orden judicial en mi contra, ni haber sido
sorprendido cometiendo algún delito previsto y sancionado por la ley
vigente, fui conducido a la 4ta Unidad de la PNR, sita en Infanta e/
Manglar y Amenidad, Cerro. En esta ocasión no fui confinado a los
calabozos, sino conducido a una oficina para ser interrogado por un
señor vestido de civil que dijo ser el Mayor Erick, de la tenebrosa
Sección 21 (Enfrentamiento al Delito Contrarrevolucionario), brazo
armado de la represión violenta del disenso pacífico.
Exactamente una hora después de haber salido de mi casa, fui liberado en
la esquina de 17 y J, en El Vedado, siendo éste el secuestro más breve
de cuantos he sufrido en poco más de tres años.
A pesar de su brevedad, este secuestro es quizás el más sustancioso de
todos, pues el represor fue al grano:
a) No me permitirán la continuidad de las reuniones fortuitas que
se producen diariamente en mi domicilio.
b) No me permitirán continuar confeccionando la caldosa (o ajiaco
criollo) disidente, actividad que tiene como propósito conferir un
carácter familiar a estas reuniones.
c) No me permitirán continuar la realización de los actos
simbólicos de recordación de los cubanos desaparecidos cuyas fotos
tenemos en nuestra AFACUDE, bajo el pretexto de que nuestras actividades
encubren intenciones contrarrevolucionarias y que irrespetamos los
sentimientos de los familiares de las personas desaparecidas.
Creo importante señalar que el represor me aseguró que no seré
desaparecido ni golpeado; esta afirmación me parece significativa, pues
admite que ellos desaparecen y golpean a los disidentes, lo que
contribuye a corroborar el testimonio de Carmen Núñez Armentos y Elia
Hechavarría Dulcet, esposa y madre de Alberto Sigas Hechavarría, según
el cual el disidente pacífico fue desaparecido por la policía política
después de haber sido amenazado de muerte.
Mi compromiso irreductible con la verdad me impone mencionar que nunca
recibí golpes ni malos tratos por parte de mis captores; sólo puedo
quejarme del atropello implícito en el carácter arbitrario del
secuestro. También es cierto que no ofrezco la más mínima resistencia
física ni verbal mientras se pisotean mis derechos más elementales.
Me limité a responder a los "consejos" y "advertencias" del mencionado
Mayor Erick con un simple "no tengo comentarios", pero este es el marco
adecuado para dar mi respuesta, que no es diferente de la que siempre le
he manifestado a los represores del régimen castrista: continuaré
ejerciendo todos mis derechos hasta el último minuto de mi vida, y
pagaré el precio que sea necesario.
Ellos continuarán secuestrándome, asediando mi domicilio para impedir el
acceso de mis hermanos de lucha, impidiendo a mi mujer asistir a su
curso de periodismo en la SINA, secuestrando a quienes nos visitan,
desplegando una guerra sucia de descrédito mediante chismes y rumores
-para la que nunca faltan "disidentes" dispuestos- sobre nosotros y
nuestro espacio de encuentro plural de la sociedad civil de toda la isla.
Esa es mi respuesta a los segurosos y a quienes les pagan su indigno
salario y sus prebendas; no nos arredran ni la gerontocracia ni sus
crueles esbirros.
Los mártires de la patria no nos permitirán dar un paso atrás en esta
lucha por la que ellos ofrendaron sus vidas.
LIBERTAD PARA CUBA
113dominexaudi932@gmail.com ; desaparecidoscuba@gmail.com
Cell: 53341878
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