José Antonio Fornaris
el_modManagua, La Habana, 27 de junio de 2011. (PD). En cierta ocasión,
varios años atrás, escuché decir a un ex coronel del Ministerio del
Interior que la situación en Cuba mejoraría cuando nos pareciéramos a
alguien.
¿Cuando se dejará a un lado la manía -probablemente por temor- de tratar
de conformar un rompecabezas con poquitos de diferentes países o
sistemas, para abrir las velas y poner proa en una sola dirección?
Hace unos días tuve una breve conversación informal con un ex
funcionario medio del Ministerio de de Relaciones Exteriores -en Cuba,
ambos ministerios, el MININT y el MINREX, salvo por ciertos matices, son
uno solo. Entre las cosas que este señor dijo es que no le parecía nada
bien "que le estuvieran echando la culpa de todo, aunque no se dice
abiertamente, a Fidel Castro", aunque aceptó que la permanencia por
mucho tiempo de una misma persona en el poder causaba daños asombrosos a
una nación.
Dijo además que no pensó nunca que la situación en Cuba llegará a ser
tan calamitosa como es en la actualidad. Pensaba que eso, entre otras
cosas, era debido a que nunca se había seguido un rumbo fijo, que se
copiaban modelos por etapas, pero que nunca ha existido una línea que
tuviera como meta alcanzar algún tipo de desarrollo.
Casi cuando iba a descender de su auto, me preguntó cual pensaba yo que
sería la salida a la actual problemática de Cuba. Por un instante pensé
en decirle que no había salida hasta nuevo aviso y que el encargado de
avisar estaba dormido, que todos teníamos que ir a despertarlo. Pero le
respondí: "Aunque mi opinión no es nada más que una opinión, lo primero
era evitar que tras la desaparición física de los tres o cuatro ancianos
que tienen el control en las altas esferas, se produjera una guerra
civil debido a la lucha por el poder". A lo que mi interlocutor comentó:
"Yo nunca participaría de ninguno de esos bandos. Nunca le dispararía a
nadie".
Lo otro, le dije, es darle participación a todos los cubanos que lo
deseen en los asuntos del país.
Aunque en distintos momentos en el tiempo, tanto el ex general como el
ex funcionario, parecen tener razón en que todo lo que ha hecho el
gobierno comunista de Cuba han sido improvisaciones en el plano
económico. Todo lo han supeditado a sus intereses personales y políticos.
Ahora le tocó el momento a lo que llaman "Nueva mentalidad" y "Nuestro
modelo económico". ¿De qué manera puede suceder que de ahora para luego
exista una nueva mentalidad? Eso es imposible.
¿Cuál es ese modelo económico que todavía nadie conoce y que no arroja
ningún fruto? ¿Es un ciclo largo o corto? En cuál de las escuelas
conocidas se inscribe?
En definitiva, no existe nada. Todo es palabrería de ocasión como ha
ocurrido en otros múltiples momentos. El objetivo es ganar otro poquito
más de tiempo para tratar de morir en el poder y evitar así tener que
rendir cuentas por tanto sufrimiento que le han ocasionado a la
población cubana. Así que la salida no aparecerá hasta que exista la
decisión de empujar la puerta con portero y todo, porque el dormido no
tiene ningún interés en despertarse. Y eso es el equivalente a quitar al
gobierno y el sistema socio político implantado hace más de medio siglo.
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