2009-12-22.
Rafael Ernesto Ávila, Colaboración para Hablemos Press
(www.miscelaneasdecuba.net).- Raúl Castro lleva ya más de tres años en
el poder. Desde que el 31 de julio de 2006 su hermano mayor lo designó
al frente del régimen castrista como su sucesor oficial, primero de
forma provisional y desde el 24 de febrero del 2008 ya como Presidente
del Consejo de Estado y de Ministros, el mundo intentó ver en el menor
de los Castro a un hombre pragmático, capaz de abrir la nación cubana a
un mundo globalizado y democrático.
Durante el mandato provisional poco hizo. Aunque hay que reconocer que
con una improvisación durante un discurso dio pie a un proceso de
críticas y comentarios, privados y públicos, como nunca antes se había
visto.
Su alegato en torno a la leche y el marabú, y la orientación de promover
un debate público en los medios de prensa, totalmente controlados por el
Gobierno, como vía para conocer hasta que punto la población estaba
descontenta, permitieron a Raúl Castro ganarse el título de hombre
tolerante y preocupado por las necesidades de la población.
Su hija Mariela también le ayudó. Conocida por ser una detractora de las
políticas homofóbicas de Fidel Castro, utilizando el poder de ser la
Primera Dama de la nación realizó comentarios y concedió entrevistas,
casi siempre a la prensa extranjera donde apoyaba la imagen de su padre.
Así poco a poco se fabricó la variante del Castro malo, Fidel, quien
gobernó de manera férrea la nación durante casi medio siglo y, del otro
lado el Castro bueno, Raúl quien no podía ser más por el pueblo por la
intolerancia de su hermano.
Para resolver la aguda crisis social si implementaron varias medidas, de
ellas hasta ahora la más efectiva fue la compra de centenares de ómnibus
chinos y bielorrusos para sustituir a los deteriorados "camellos".
Aliviado el transporte, claro que sólo en la capital, donde está el
cuerpo diplomático, la mayoría de los turistas y la prensa extranjera,
Raúl procedió a eliminar algunas de las medidas que habían condenado al
apartheid al pueblo cubano dentro de su país.
Se autorizó la compra de equipos electrónicos, se legalizaron y
permitieron la adquisición de teléfonos celulares y se prescindió de la
prohibición de utilizar los hoteles por parte de los nacionales. Medidas
muy publicitadas pero que no resuelven las precarias condiciones del
ciudadano cubano, aunque si demostraban hasta que punto es irracional el
sistema político vigente en Cuba.
El 24 de febrero del año 2008, el dócil parlamente cubano, otorgó la
presidencia de la nación a Raúl Castro. En su primer discurso, el
flamante jefe de estado anunciaba, que aunque había que seguir
trabajando en aras de construir el comunismo, se imponía tomar medidas
para modernizar el estado. Para todos, el momento de la apertura para la
isla había llegado.
Posteriormente, se reunió el Comité Central del Partido Comunista, y
nuevamente Raúl anuncia que tendrá lugar a fines del año 2009 el
congreso de la organización partidista. Nuevos aires de cambio, desde
hacía más de diez años Fidel Castro había desaparecido de sus largas
peroratas este tema. Total, que le podía ofrecer al pueblo cansado de la
misma retórica y el caos económico que vive el país. Sin embargo, para
muchos nuevamente el mensaje de que Raúl Castro no era un continuista de
las políticas desacertadas de su hermano mayor.
Ya gran parte del mundo ve a un Partido Comunista, reconociendo que era
hora de la apertura y a Raúl como el hombre que dio fin a la pesadilla
de millones de cubanos. Pero para ver esto hay que esperar varios meses,
y como Santo Tomás en mi caso, ver para creer.
El 11 de julio se reúne la Asamblea Nacional en su primer período de
sesiones de la nueva legislatura. El discurso de clausura corresponde
como es lógico al Jefe de estado. Todos esperaban nuevas medidas que
aliviaran la situación de la población, sin embargo el plato fuerte es
un Anteproyecto de Ley sobre Seguridad Social que alarga en cinco años
la vida laboral. Además se incluyen críticas a la emigración hacia la
capital y un llamado a retornar al campo para restablecer la producción
agropecuaria, que como reconoce Raúl es crítica e insuficiente en gran
medida para satisfacer las necesidades alimentarias del pueblo. Hasta
ahí las "nuevas" medidas, aunque al final como compensación aclaró que
estaban a punto de aprobarse varias disposiciones que se anunciarían en
los siguientes días.
Para todo el mundo era evidente que el gran día era el 26 de julio de
2008, declarado Día de la Rebeldía Nacional. Al subir Raúl a la tribuna,
todos esperaban las palabras mágicas, pero para desconcierto y
desengaño, su breve y en parte incongruente alocución, sólo tuvo como
principal mensaje seguir abogando por la resistencia ante el
imperialismo, decretar nuevas movilizaciones militares y destacar que
hay que trabajar mucho para que en un futuro muy, muy lejano las grandes
carencias materiales y espirituales de los ciudadanos cubanos se puedan
resolver.
Después de esto, silencio. Especialistas, analistas con doctorados y
también los de la calle intentan comprender este giro del ex Ministro de
las FAR. Comentarios, de esos que nadie saben de donde salen y que todos
quieren creer, hablan de supuestas disputas entre un Fidel en cama y
virtual, dado que hace meses no se presentan imágenes del Comandante; y
del otro lado Raúl y los reformistas que debido a las presiones de los
fidelistas no han podido continuar adelante con el proceso de apertura.
Hace casi dos años en un artículo, alertaba que Raúl no era el cambio,
que sólo representaba el continuismo de un régimen dictatorial que es
utilizado por una nomenclatura reducida como su feudo particular.
Pero que este Castro no tenía el carisma ni el mito que rodeaba a Fidel
y necesitaba tiempo para afianzarse en el poder. Por eso el cuento
echado a rodar que si no había cambios era porque "el otro" lo impedía,
la fábula de la leche y el marabú, permitir la entrada a los hoteles a
los que nadie puede ir por sus altos costos y decir que no se preocupen
que poco a poco esto va air mejorando.
En el plano político, la Seguridad del Estado disminuyó los mecanismos
represivos visibles, aunque siguió coartando por medios más sutiles a la
oposición interna. No obstante cuando ha hecho falta se golpea y se
sacan las turbas paramilitares a la calle, recuerden lo sucedido a
algunas Damas de Blanco en la Plaza Cívica y a varios opositores que han
sido detenidos y golpeados. Tenemos también el caso del Dr. Darsi
Ferrer, encarcelado a la espera de juicio desde hace ya cuatro meses.
La supuesta flexibilidad del raulato ha llevado a creer a varias
naciones europeas, encabezadas por el gobierno español, que Raúl Castro
puede ser un factor clave para la normalización de la nación. Esto
permitió que varias naciones dentro de la Unión Europea, descartaran las
sanciones impuestas a Cuba desde 2003 cuando en juicios sumarísimos
fueron condenados a prisión varias decenas de activistas y defensores de
los derechos humanos.
Cuba sigue siendo hoy un estado totalitario, donde su población malvive
cada día. Con una economía totalmente centralizada que tiene como modelo
la improvisación y el desvío de recursos.
Una nación donde más del 70 por ciento de sus jóvenes desea emigrar para
donde sea y como sea con tal de tener un futuro diferente. Un país donde
quien no se supedita a los dictados del líder, cualquiera sea su nombre,
es silenciado y perseguido. Nada ha cambiado en esencia, lástima de los
ilusos que creyeron en algún momento que este Castro era diferente, no
comprenden que no es un problema de hombres sino de un modelo represivo
e intolerante.
Que pena que para desengañarse de Raúl Castro se le diera el tiempo
suficiente para afianzar su poder. Que no se le hubiera presionado desde
un inicio para que de verdad se hubiera visto obligado a realizar
cambios o por lo menos que intentara negociar con sus críticos.
Aunque bueno, en algo tiene razón un amigo quien me dice que sí, que en
Cuba ha habido un gran cambio; ya no estamos obligados a oír los casi
diarios y largos monólogos de Fidel, el nuevo, que ya no es tan nuevo,
no habla tanto. Y esto, aunque no sea crea para los millones de cubanos
que nos vemos obligados a sufrir el castrismo, ya es un gran alivio.
CRÓNICA DE UN DESENGAÑO - Misceláneas de Cuba (22 December 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=24880
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