Armas en la plaza

SOCIEDAD
Armas en la plaza

José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad

LA HABANA, CUBA - Noviembre (www.cubanet.org) - El sábado 2 de diciembre
habrá un desfile militar en la Plaza de la Revolución para mostrar las
armas que se están fabricando dentro de la Isla.

Ese día se cumplen 50 años de la llegada del yate Granma a la costa sur
de la provincia de Oriente. 82 jóvenes iniciarían, luego del desembarco,
la lucha armada en la Sierra Maestra, con el propósito de tomar el
poder. Aquellos jóvenes (los que aún viven) ya son ancianos. Pero las
armas son nuevas.

El propio Fidel Castro aseguró alguna vez que las armas pueden matar a
los hambrientos, pero no pueden matar el hambre. ¿Habrá cambiado? ¿O es
que no funciona de esa manera para los gobiernos totalitarios donde se
invierten enormes recursos en armas, ejércitos y represión política?

En Cuba parece que el embargo norteamericano no perjudica la compra de
armas. Lo bueno sería que el próximo 2 de diciembre desfilaran por la
Plaza de la Revolución una muestra de ómnibus nuevos que se pondrían
próximamente a disposición del transporte público; o los propios
militares cargando, en vez de fusiles, canastas de alimentos que de
inmediato se venderían en los establecimientos minoristas a precios
asequibles para todos los cubanos. También deberían mostrar en ese
desfile, en vez de armas, maquetas de nuevas viviendas que tanto
necesita el país.

Sería interminable la lista que los gobernantes deberían mostrar en un
desfile público durante la celebración de su más importante efemérides.
Llevaría el desfile un mensaje de futuro a los ciudadanos.

En Cuba no parece innecesario recordar que el ciudadano es el tesoro más
preciado de una nación, y que la función primera del gobierno es servir
al ciudadano.

El gasto del estado en armas alcanza cifras multimillonarias de 1959 a
la fecha, teniendo en cuenta las necesidades de todo tipo que padece
nuestra población.

Las armas nos han resuelto absolutamente nada. Lo que han hecho las
armas es sumirnos en más problemas y dificultades. El gobierno, ahora
con un nuevo jefe, debería percibir esa realidad, sobre todo porque no
hace mucho que Raúl Castro dijo que los frijoles son más importantes que
los cañones.

fornarisjo@yahoo.com

http://www.cubanet.org/CNews/y06/dec06/01a9.htm