Cuba cumple dos meses sin Fidel, pero Raúl a su estilo continúa el 
socialismo
1 de octubre de 2006, 09:27 AM
LA HABANA (AFP) - Cuba cumple este domingo dos meses en ausencia de 
Fidel Castro en el poder, pero sin cambios en el sistema comunista, 
garantizado por Raúl con su propia forma de gobernar, en equipo y con 
menos protagonismo que su hermano.
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Los cubanos, que no han conocido a otro líder que Fidel en el último 
medio siglo, siguen el ritmo caribeño de su complicada vida diaria, como 
si nada hubiera pasado desde que el 31 de julio el presidente de Cuba 
sorprendió a la isla y al mundo con una histórica proclama.
Por primera vez en 47 años de revolución socialista, Fidel Castro, de 80 
años, cedió sus máximos poderes a su hermano Raúl, de forma provisional, 
mientras se recupera de la delicada cirugía intestinal a la que fue 
sometido el 27 de julio.
Desde entonces, en un sitio secreto, cumple riguroso reposo y los 
informes de su estado de salud dados por su hermano y otros funcionarios 
señalan que se recupera progresivamente: se levanta, camina y cada vez 
da más órdenes por teléfono.
Los reportes más precisos son dados por el mismo Fidel, que hace 
exactamente dos meses, el 1 de agosto, declaró su salud "secreto de 
Estado" argumentando amenazas de agresión de Estados Unidos.
Castro, quien dijo haber perdido en los primeros 36 días de 
convalecencia 18,6 kilos de peso, fijó como fecha clave para su total 
recuperación el 2 de diciembre, en el 50 aniversario del yate Granma, 
que marca el inicio de la guerra de guerrillas que derrocó al dictador 
Fulgencio Batista.
Mientras tanto, los cubanos se acostumbran al estilo de Raúl y a los 
nuevos rostros del poder, los máximos dirigentes del Partido Comunista 
de Cuba (PCC): un equipo seis leales colaboradores que Fidel designó 
para flanquear a su hermano, entre ellos el vicepresidente Carlos Lage y 
el canciller Felipe Pérez Roque.
Siempre a la sombra de su carismático hermano, Raúl, cinco años menor, 
mantuvo en el primer mes de su gobierno temporal un perfil discreto, que 
poco a poco se hace más notorio desde que saltó a la palestra pública al 
presidir la XIV Cumbre de Países No Alineados (NOAL) del 11 al 16 de 
septiembre.
Elegantemente vestido de traje, Raúl pronunció discursos y dirigió 
sesiones, mientras su hermano, que asumió en ausencia la presidencia del 
NOAL, recibió desde el sitio donde convalece, en bata de dormir, a diez 
visitantes.
En el primer gran acto político interno en el que sustituye a Fidel, 
Raúl Castro presidió esta semana el XIX Congreso de la Central de 
Trabajadores de Cuba (CTC, única), y, flanqueado por los principales 
dirigentes del PCC, emitió un discurso en que reafirmó el socialismo de 
la revolución. De transición "nada", afirmó.
Algunos le atribuyen una voluntad reformista en lo económico, que podría 
favorecer un giro hacia el modelo chino, pero Pérez Roque dice 
contundente: "No hay en el pensamiento político de Fidel y Raúl un 
alfiler de diferencia".
Aunque siempre exalta la figura de Fidel y sigue siendo nombrado en los 
medios como el "primer vicepresidente" y segundo secretario del PCC, 
Raúl pone su sello personal dando más protagonismo a sus colaboradores y 
pronunciando discursos muchísimo más cortos y directos que los de su 
locuaz hermano.
Encomendó a Esteban Lazo, miembro del Buró Político del PCC y uno de los 
seis del equipo provisional, la representación de Cuba en la Asamblea 
General de la ONU; y en el primer nombramiento de su gobierno asumió 
como ministro de Comunicaciones e Informática el histórico comandante 
Ramiro Valdés -ex ministro del Interior-.
"Está sacando gente de debajo de las piedras, porque hasta ahora siempre 
había sido Fidel el que dirigía todo", dijo a la AFP un jubilado de 63 
años, quien se dice un "fidelista crítico".
En Miami el júbilo inicial del exilio anticastrista dio paso a una 
resignada espera, en tanto que la disidencia interna, que se mantuvo 
replegada en el primer mes, empezó a probar fuerzas, sobre todo después 
de la Cumbre, con denuncias sobre la situación de derechos humanos y 
convocatorias a jornadas opositoras.
Pero en el Congreso de la CTC, el movimiento obrero dejó muy en claro 
que "las calles son de los revolucionarios" y no hay espacio para 
"mercenarios" de Washington.
Para el ex comandante Huber Matos, quien se rebeló a Fidel Castro y vive 
en Miami tras estar 20 años en prisión en la isla, Raúl "no tiene las 
condiciones" para mantenerse en el poder y "no podrá salvarlo ni el 
petróleo" del presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Para muchos la cesión del poder es un "ensayo general" para una muerte 
de Fidel; mientras el gobierno cubano celebra que no se han cumplido los 
augurios apocalípticos.
http://espanol.news.yahoo.com/s/061001/52/1i5c4.html
 
 
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