Escribo para vivir

SOCIEDAD CIVIL
Escribo para vivir
Lucas Garve, Fundación por la Libertad de Expresión

LA HABANA, Cuba - Mayo (www.cubanet.org) - Reconozco que fumar puede
dañar mi salud. Y la suya, si usted incurre en lo mismo. Pero después de
un buen café matinal y de un cigarrillo es que logro despertar mis
neuronas y ordenar las ideas y, de inmediato, sentarme a redactar
cualquier texto.

La necesidad de enviar este texto me obliga, ahora mismo, a prescindir
del sabor del cigarrillo en mis labios y escribir de un tirón sobre la
celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa.

En 1993, gracias a una iniciativa de la Conferencia General de la
UNESCO, recogida en una resolución de 1991, la Asamblea General de la
ONU declaró el 3 de mayo como Día de la Libertad de Prensa.

En Cuba, un número creciente de informadores alternativos o periodistas
independientes, o como desee usted llamarnos, compartimos retos y
sombras por haber tomado la decisión de contribuir a la libertad de
prensa, cada vez que enviamos un texto a cualquier medio de comunicación.

Por emprender este camino comparten la prisión, junto a más de 300
prisioneros políticos, un nutrido grupo de periodistas independientes.
Ellos pagan con su encierro el precio de la libertad de prensa. Sin
embargo, el ejemplo de estos periodistas constituye verdaderas
campanadas que resuenan en los oídos del mundo para alejar la oscuridad
de las cárceles donde los aherrojaron.

El reto de los periodistas independientes está marcado por el hecho
impredecible de dar con nuestros huesos en el calabozo de una estación
de policía o en la celda de una prisión sin haber sido juzgados.

El ejemplo de Oscar Mario González Pérez, encerrado en la prisión 1580
en La Habana, sin juicio desde su detención en julio de 2005, es
paradigmático. Las sombras nos acechan por todos lados. Incluso, desde
el lado que menos esperamos a veces.

No obstante, cada mañana, cuando aspiro el humo de un cigarrillo y
continúo dándole al teclado, alejo un tanto las sombras que me rodean y
gozo de la claridad de la luz que me regala ese acto de expresarme
libremente. Gracias a ello, vivo. También le debo un poco la fría
impresión del peligro. No sé qué sucederá mañana.

http://www.cubanet.org/CNews/y06/may06/02a8.htm