Publicado el jueves, 07.24.14
Cuba le pone una muralla al avance del mar
ANDREA RODRIGUEZ
ASSOCIATED PRESS
SURGIDERO DE BATABANO -- Los pescadores aún recuerdan cuando la línea
costera de este pequeño poblado al sur occidente de la isla estaba 100
metros más lejos. En el fondo de las aguas que avanzaron quedaron casas
rústicas, una ruta paralela al mar y hasta un tanque de guerra que ahora
los vecinos utilizan para medir, preocupados, cuánto retrocede la tierra
cada año.
"Había una carretera. Podías ir desde aquí (Surgidero) hasta Mayabeque
en un camión", lamentó José Manuel Herrera, un pescador y ex carbonero
de 42 años, señalando con un brazo extendido hacia la distancia y con la
otra mano puesta sobre sus ojos para cubrirse del inclemente sol, tan
intenso como los ciclones cada vez más violentos que afectan a la isla.
Preocupadas por los pronósticos de elevación del mar debido al cambio
climático, el impacto de los huracanes y un futuro de salinización de
las parcelas agrícolas, las autoridades cubanas comenzaron a trabajar a
marcha forzada en la reparación de sus manglares, el primer muro de
contención de la tierra, y que fueron dañados por décadas de desatención
y tala.
La medida más radical fue la prohibición el año pasado de la exploración
o tala del mangle, mientras se dan los toques finales para arrancar este
mismo 2014 con un plan nacional de manejo sustentable, que el propio
gobernante Raúl Castro puso sobre la mesa de sus ministros como una
prioridad de gobierno.
"La situación es mala, más del 30% de los manglares están en un estado
crítico", explicó a la AP el experto forestal Reynier Samón, del
Instituto de Investigaciones Agroforestales de Cuba. El resto tiene un
deterioro medio.
Surgidero de Batabanó, al sur de La Habana, y la costa nororiental son
las zonas más dañadas, comentó Samón.
Un problema está en que pese a las varias leyes de protección dictadas
por el gobierno, los lugareños no ven nada trascendente en ese montón de
raíces entremezcladas en suelos pantanosos llenos de mosquitos.
"La percepción de las importancia de este ecosistema en las comunidades
es baja. Lo ven como algo para explotar", reconoció Samón. "Pero hay
gobiernos locales que ya lo han entendido y comienzan a tener receptividad".
Del mangle sacan desde taninos para la industria farmacéutica hasta
tinturas, con él se realizan muebles, se usa para la construcción y la
agricultura y se produce carbón, un rubro que brinda energía y cocción
de alimentos a las poblaciones y sirve para exportación.
El mangle podría ayudar a combatir uno los mayores dolores de cabeza de
la isla: un estudio reportado por AP el año pasado indicó que la
elevación del nivel del océano podría dañar o eliminar del mapa unos 122
poblados costeros cubanos, muchas playas -como ya le pasó a Surgidero de
Batabanó- quedarían inundadas y se perderían fuentes agua dulce y
parcelas de cultivo, pues la sal vuela libremente -los arbustos operan
como un filtro- hacia la tierra interior.
Se espera que el mar suba unos 27 centímetros para 2050 y 85 centímetros
en 2100, poco si se lo considera verticalmente, pero que significaría la
desastrosa entrada de agua salada hasta dos kilómetros en áreas bajas.
Efraín Arrazcaeta, un vecino de Batabanó que vive a pocos kilómetros de
Surgidero, fue un alarmado testigo de ese proceso: su grupo ambiental
midió cuánto avanza el mar desde un viejo tanque de guerra ya bajo el
agua y determinó que la costa retrocede allí unos dos metros por año.
"Si el manglar se restaurara la mitigación de estos efectos (del cambio
climático como inundaciones y huracanes) sería perceptible", comentó el
hombre de 69 años.
Por lo pronto se realizan actividades desde la concientización en las
escuelas en torno a la reforestación hasta la rehabilitación de canales
de agua dulce, que nutren tanto a estos ecosistemas como la salada, y
los cuales fueron afectados por la entubación para consumo humano.
El financiamiento para el plan de manejo en todo el país, además de la
interacción de varios ministerios, está fluyendo desde el Fondo para la
Adaptación al Cambio Climático, un programa de Naciones Unidas y que le
permitirá a Cuba comprar un tractor de estera ancha que no se hunda en
el fango o un barco de fondo plano para recolectar semillas de manglar.
En el último año se logró consolidar más de 36.000 hectáreas de mangles
nuevos en todo el país, explicó Samón. El esquema se completa con otros
programas de defensa de playas como las reubicaciones urbanísticas para
proteger las dunas o la reglamentación de construir hoteles a cierta
distancia del mar.
Dado que Cuba cuenta con el 69% de los manglares del Caribe, lo que está
haciendo es observado con lupa por los expertos internacionales y las
islas vecinas.
Según el Fondo de Defensa del Medio Ambiente con sede en Nueva York
(EDF, por sus siglas en inglés) a lo largo de las Américas la tasa de
pérdida anual de manglares es de un 3,6% por lo que el programa de Cuba
sería pura "ganancia", luego de que en décadas anteriores se realizaran
acciones que los deterioraron como los rellenos de ciénegas o la
construcción de diques que cortan el fluido de agua dulce.
Para Dan Whittle, director del programa de Cuba del EDF, esta isla es
"probablemente el modelo para otros países" pues si se pierden los
manglares en el Caribe habrá afectaciones a la biodiversidad y las
poblaciones locales. Además, la industria turística tendrá pérdidas.
El ingeniero Samón está consciente del enorme desafío de Cuba.
"La voluntad política está, los conocimientos están y ahora estamos en
la parte de implementación y trabajo en el terreno", expresó. "Es un
urgente, es una prioridad para el país".
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El corresponsal de AP en La Habana Peter Orsi contribuyó con este informe.
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Andrea Rodríguez está en Twitter como: www.twitter.com/ARodriguezAP
Source: Cuba le pone una muralla al avance del mar - América Latina AP -
ElNuevoHerald.com -
http://www.elnuevoherald.com/2014/07/24/1806147/cuba-le-pone-una-muralla-al-avance.html
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