Y el glasnot y la perestroika, ¿si han de suceder?
marzo 5, 2013
Dariela Aquique
HAVANA TIMES — Mucho se ha especulado durante años, acerca de una
supuesta transición política en Cuba. Diversas y fallidas han sido las
recetas dadas por los grupos cubanoamericanos de derecha radicados fuera
de la isla, principalmente en la ciudad de Miami.
Desde una posición donde prima el resentimiento, han recurrido a métodos
como el financiamiento de agresiones armadas, sabotajes, acciones
terroristas. O la propuesta e implantación de leyes que contribuyen a
recrudecer el embargo económico. O alentar el éxodo ilegal, entre otras.
Todas estas fórmulas lejos de dañar al gobierno, han perjudicado más que
nada al pueblo.
La oposición de adentro, de manera pacífica no ha abandonado su intento
constante de que se tomen en cuenta sus reclamos. Desde cartas con
recogidas de considerable número firmas, o el reconocido Proyecto
Varela, marchas pacíficas. Y finalmente la opción mediática, utilizando
los blog, el twitter, o espacios como Estado de Sats o Razones
ciudadanas y otras iniciativas.
El Estado por su parte, alegando defensa propia en ocasiones ha logrado
dejar mal parado a su adversario y otras veces ha reprimido de manera
implacable a sus oponentes. El encarcelamiento, la persecución y muchos
otros métodos menos ortodoxos, han sido empleados para silenciar a la
disidencia.
Lo cierto es, que los antagónicos al gobierno de Castro (en su primera y
segunda temporada: Fidel y Raúl), no han tenido éxito. A las buenas o
las malas, durante 54 años Cuba ha vivido bajo un régimen glorificado
por muchos, maldecido por otros y en los últimos años, bastante
impopular por la mayoría.
Pero como la verdad nunca es absoluta, en esta vorágine hay varios bandos.
Entre los de afuera:
1- Gente buena, que añora una Cuba plural y mejor.
2- Gente mala, que pretende una Cuba anexionista, donde regrese el poder
a la oligarquía.
Entre los de adentro:
1-Ciudadanos dignos, que luchan por el respeto a los derechos cívicos,
amén de las ideologías políticas. Y por cambios económicos y sociales
que hagan un país preferible.
2- Ciudadanos no tan dignos, que se mienten o exageran y sacan provecho
personal de la situación del país (de este tipo los hay tanto en altas
esferas del gobiernos, como en los más notables grupos opositores)
Pero entre una cosa y otra, la esperada transición se ha venido a
anunciar sola y de boca del mismo presidente. Ha dicho que este período
de cinco años será su último mandato.
Esto me hizo recordar a la antigua Unión de Repúblicas Soviéticas, que
ni la guerra fría, ni los enemigos de adentro pudieron derrocarla. Ella
cayó por su propio peso, como el muro de Berlín. Porque el tiempo es
implacable. Porque los adalides mueren o envejecen.
Y aunque las nuevas figuras que vengan a gobernar el país, digan ser
incondicionales al legado político de sus antecesoras. Sabemos todos,
que una Cuba sin Castros, será una Cuba diferente. Y que nada garantiza
la continuidad del régimen tal cual ha sido hasta hoy (a pesar de las
"aflojadas" de tuerca que ha dado Raúl)
Resta esperar este quinquenio. El nombre que se maneja, es el del primer
vicepresidente los Consejos de Estado y de Ministros Miguel Díaz-Canel
Bermúdez, de 52 años, que para entonces tendrá 57. ¿Puede ser este el
Gorbachov antillano?
Y el glasnot y la perestroika, ¿si han de suceder?, ojalá no le cueste
tanto sufrimiento al pueblo, que queda siempre atrapado en medio de la
pugna de los bandos que aspiran a agenciarse el poder.
http://www.havanatimes.org/sp/?p=81098
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