La Primavera Negra y los demonios de la represión
Miércoles, Marzo 6, 2013 | Por Camilo Ernesto Olivera Peidro
LA HABANA, Cuba, marzo, www.cubanet.org -Hace una década, una ola de
detenciones estremeció a Cuba de un extremo a otro. Más de setenta
objetores de conciencia fueron privados de su libertad por orden del
dictador Fidel Castro. También se recrudeció un operativo antidroga
denominado "Operación Coraza Popular". Miles de personas fueron
detenidas en todo el país y muchas de ellas fueron juzgadas por el
delito de tráfico y consumo. Otras tantas lo fueron por presunción de
culpabilidad.
Esta última causa es popularmente conocida como "convicción moral". Se
trata de una variante dentro de la ley que acusa de peligrosidad social
a las personas sobre la base de la acusación de la autoridad policial.
Literalmente es la palabra de la autoridad contra la del acusado. Y
claro que por lo general el jurado le da la razón a la policía, aunque
no existan pruebas del delito o éstas sean endebles.
De tal coyuntura se aprovecharon, entre los años 2002 y 2003, un grupo
de oficiales y colaboradores del DTI en Pinar del Rio. Ellos se
dedicaron a detener a presuntos culpables por tráfico de drogas. Algunas
de esas personas poseían un alto nivel de vida. Los agentes decomisaron
propiedades y les robaron miles de dólares y pesos cubanos. Varios de
los acusados lograron probar su inocencia y la mayor parte del grupo de
oficiales mencionado fue encausado y condenado a prisión. El DTI de
Pinar del Rio explotó como una bomba.
Mientras tanto, en los destacamentos de mayor severidad de las prisiones
coincidían los presos por causa de la droga con los presos de
conciencia. En ese periodo, en Pinar del Rio, fue apresado y enjuiciado
por droga Gorki Águila, músico y líder de la banda de rock-punk Porno
Para Ricardo. La propia policía, a través de un señuelo, le fabricó una
trampa.
A finales de septiembre de 2003, fue cerrado el popular Patio de María
(espacio público para la música rock) bajo el pretexto de que allí
circulaban sicotrópicos y otras sustancias. Mientras tanto, una red de
distribución de drogas duras, que se hacía llamar "Cartel de Marianao",
fue desarticulada por las autoridades. Los lugares donde operaba la red
eran, entre otros, los centros nocturnos Rio Club (antiguo Johnny's
Dream) y la Discoteca del Hotel Copacabana. Estos sitios cerraron por
breve tiempo y luego volvieron a abrir.
El Patio de María no corrió la misma suerte, debido a que albergaba un
proyecto surgido de manera independiente. Este era denominado Rock
contra Sida y adicciones. Este proyecto y su gestora, María Gattorno,
fueron atacados por Juan Contino Aslan, por entonces importante
directivo del gobierno en la capital, y por su esposa, funcionaria de
rango en la Dirección de Vivienda y enemiga personal de María.
También pesaron en este desafortunado desenlace los nexos de El Patio de
María con ONG europeas. En octubre, la Policia actuó contra grupos de
jóvenes que se reunían en la Avenida G, del Vedado habanero. Los
policías les prohibieron la estancia en este sitio, específicamente a
los rockeros.
Diez años después, la oposición política se perfila cada vez más sólida
en su diversidad. La droga continúa cabalgando por las calles, ahora
casi siempre vendida por agentes encubiertos del gobierno. Gorki Águila
ha visto el mundo que sus carceleros nunca podrán ver y sigue haciendo
música. El Patio de María, otrora hogar y meca de la escena rock cubana,
es hoy un refugio para las víctimas de huracanes. La Avenida G es todo
un imparable caleidoscopio socio-juvenil. La palabra independiente cada
día pasa a formar parte del léxico habitual de más cubanos. Los demonios
de la represión acechan a la disidencia a toda hora. Pudiéramos estar en
los preámbulos de otra primavera del diablo, o tal vez asistiendo al
inevitable fin de sus perpetradores.
http://www.cubanet.org/articulos/la-primavera-negra-y-los-demonios-de-la-represion/
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