04-04-2011.
Lic. Sergio Ramos
(www.miscelaneasdecuba.net).- Tras la liberación de algunos presos
políticos, las medidas liberalizando ciertos trabajos por cuenta propia
y anunciar una propuesta de cambios económicos en la Isla, mientras que
La Habana y Washington mantienen un conflicto por el encarcelamiento del
contratista Alan Gross, aparece súbitamente en la escena cubana el
ex-presidente americano Jimmy Carter.
Esto sucede cuando del otro lado del Estrecho de La Florida hay
preocupación por la prisión de Gross y los Estados Unidos continúan con
una recesión de su economía de la cual no acaba de salir, la que se
complica con el impacto de la dramática subida del crudo a causa de las
revueltas en el Medio Oriente y en Libia.
Cuba, por su parte, también atraviesa por una seria crisis económica,
que obligó al régimen a anunciar el despido de medio millón de
trabajadores, según cifras oficiales. Hecho que ocurre en un momento de
fuerte desgaste ideológico del castrismo y ante una corriente de
revueltas libertarias, cuyo efecto dominó podría llegar a Cuba. Estas
son situaciones que tienen muy nerviosa a la oligarquía en el poder.
La llegada del ex-mandatario norteamericano tuvo un recibimiento que va
más allá de lo común para un visitante que declara haber viajado por su
propia cuenta para saciar la curiosidad de enterarse de los cambios
propuestos por el régimen de Cuba. Carter fue recibido por el Canciller
Bruno Rodríguez; cuando visita el Consejo de Estado, lo reciben con una
alfombra roja y en el lugar de la reunión están presentes las banderas
de los dos países; y al irse Carter del país, lo despide eufóricamente
en el aeropuerto el presidente del Consejo de Estado, el general Raúl
Castro.
La visita de Carter denota un itinerario cuidadosamente planificado. Se
reúne primero con el Cardenal Jaime Ortega y Alamino, ( Quien ya sirvió
de mensajero del régimen y de España habiendo sostenido una reunión
meses pasados en Washington con la Secretaria de Estado de los Estados
Unidos, Hillary Clinton, a raíz de las negociaciones para la liberación
de los presos políticos). Luego se reúne con Raúl Castro en el Consejo
de Estado y visita en su casa al dictador Fidel Castro. Visita, luego,
al prisionero americano Alan Gross y finalmente se reúne con un grupo
reducido de opositores.
Lo bien protocolarmente estructurado de las reuniones destacan un
tratamiento de importante funcionario de un gobierno extranjero. La
visita estuvo muy bien organizada y lleno de simbolismos protocolares
como para creer que fue un acto espontáneo del Sr. Carter.
Indiscutiblemente, Carter fue un enviado de Washington, como lo fue el
Cardenal Ortega de Cuba y España cuando estuvo en Washington. Tras él
hubo oculta una agenda oficialista de la Casa Blanca. Pero ¿Que
pretenden ambas partes?
Indiscutiblemente, este es el preludio de conversaciones hacia la
normalización de las relaciones entre los Estados Unidos. Unas
conversaciones que estan basadas en la búsqueda de los intereses
particulares de ambos gobiernos.
El interés del régimen cubano es buscar una salida para que la
oligarquía gobernante pueda continuar indefinidamente en el poder. La
dictadura necesita estabilizar su economía y evitar que la esparcida ola
libertaria que comenzó en Túnez, arrope a Cuba. La dictadura esta sin
liquidez, defalcada, y requiere urgentemente de capital, por eso
necesita del aval de Washington para sus cambios, y desea venderle a la
administración de Barak Obama una transformación de las estructuras
económicas hacia una comprable versión criolla del modelo vietnamita.
Por otra parte, el interés de la Casa Blanca es abrir un nuevo mercado
para los inversionistas estadounidenses en medio de una prolongada
crisis económica que no acaba de solucionarse y que amenaza con
agravarse con la alarmente subida del crudo. Una subida que provocará un
preocupante incremento en los costos de transportación de los productos
de Asia a America... y Cuba esta a 90 millas.
Entre los escollos de estas conversaciones está la cuestión de Alan
Gross y los cinco espías terroristas presos en Estados Unidos. Sin
embargo, para que estas puedan progresar, indiscutiblemente se deberá
producir un intercambio de presos.
En el medio y marginado de las negociaciones, esta el pueblo esclavizado
de Cuba, cuyos intereses distan drásticamente de los dos negociadores y
que no tiene ninguna participación en estas conversaciones que pueden
afectar negativamente el destino de las libertades del pueblo de Cuba.
El interés del pueblo cubano es ser libres totalmente, para instaurar
una democracia pluralista, donde se respeten todos los derechos humanos
y lograr la salida definitiva del poder de la oligarquía castrista.
El hecho que Carter se reuniera con algunos opositores fue un show
mediático para simular que la administración Obama esta interesado en
los derechos humanos y las libertades del pueblo cubano y así
tranquilizar a esos "poderosos elementos del exilio" como los llamó Carter.
Las simulaciones del Sr. Carter no son nuevas. Recordemos que en
Venezuela, se hizo de la vista larga cuando las computadoras de
votación, manipuladas por los chavistas, se paraban en una misma
cantidad los votos para la oposición y continuaban contando
ilimitadamente para Chávez… y luego dijo que "no hubo fraude…"
De nuevo, como sucedió en París en 1898 y en la Crisis de los Cohetes en
1968, se nos quiere dejar fuera de juego, y teceros ajenos y contrarios
a los verdaderos intereses del pueblo cubano quieren decidir nuestro
destino para sus particulares beneficios.
Todos sabemos que en China y en Viet Nam no hay libertades, ni respeto
por los derechos humanos. Y que a los Estados Unidos le ha importado un
bledo los derechos humanos del pueblo chino o del vietnamita, como en el
pasado no le importó, los derechos humanos del pueblo dominicano bajo el
sanguinario Rafael Leonidas Trujillo o los del pueblo egipcio bajo Hosni
Mubarak. Bien dejó claro el presidente Obama, esta postura de
prevalencia del interés sobre los principios, en su reciente discurso
anunciando el retiro del control norteamericano de las operaciones
aliadas en Libia, haciendo incapié sobre la importancia de protección y
procuración de los intereses americanos….
Con esto, tenemos que dar la voz de alerta, de que una vez mas los otros
quieren decidir sobre nuestros asuntos para sus respectivos beneficios,
sin importar el sufrimiento y la falta de libertades del pueblo cubano.
El estado presente de cosas, nos lleva de entonces, a denunciar esta
puñalada a las libertades de nuestro pueblo y a exhortar a todos los
cubanos a levantar la voz contra esta nueva vendetta cocinándose tras
bastidores entre la Administración Obama y la dictadura de los hermanos
Castro.
Ratifiquemos y defendamos el interés del esclavizado pueblo cubano, que
son: La salida del poder de la oligarquía castrista es el inicio del
verdadero cambio y condición 'sine qua non'. Que los hermanos Castro no
representan al pueblo de Cuba, sino son sus enemigos y su gobierno es
ilegítimo. Y que es un principio fundamental e irrenunciable que la
soberanía nacional, la democracia y las libertades y derechos humanos
del pueblo de Cuba no son negociables.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=31829
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