Carter se reúne con el Cardenal Ortega
Juan O. Tamayo
jtamayo@elnuevoherald.com
El ex presidente Jimmy Carter llegó el lunes a La Habana para hablar
sobre las reformas económicas de Raúl Castro así como sobre la manera de
mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, obstaculizadas por
el encarcelamiento del subcontratista estadounidense Alan P. Gross.
Gross, de 61 años, oriundo de Potomac, Maryland, fue arrestado a finales
del 2009 tras haber llevado sofisticados equipos electrónicos a miembros
de la comunidad judía cubana y otros grupos no gubernamentales para que
pudieran comunicarse mejor entre sí y con el mundo exterior.
Las autoridades cubanas han calificado la campaña de Washington para
mejorar el acceso de los cubanos a internet como un intento mal
disfrazado de subvertir el gobierno comunista. La intención
estadounidense es fomentar el desarrollo de la sociedad civil en la isla.
La administración del presidente Barack Obama ha dicho repetidas veces
que será imposible una mejoría significativa en la política hacia Cuba
hasta que Gross sea puesto en libertad como un "gesto humanitario".
Disidentes en La Habana informaron que las autoridades arrestaron por lo
menos a dos críticos del gobierno que organizaron una protesta el lunes
cerca del Capitolio en La Habana para que coincidiera con la llegada de
Carter. Los arrestados serían Eriberto Liranza Romero y Boris Rodríguez
Jiménez, miembros del Movimiento Cubano de Jóvenes por la Democracia.
Las fuentes agregaron que otros disidentes habían sido detenidos el
domingo por la noche para impedir su participación en la protesta.
Vestido con una guayabera blanca, Carter fue recibido en el Aeropuerto
Internacional José Mart í por el ministro de Relaciones Exteriores,
Bruno Rodríguez, y los principales diplomáticos estadounidenses y
cubanos en La Habana y Washington, Jonathan Farrar y Jorge Bolaños,
respectivamente.
Después de su encuentro con la comunidad judía, Carter se reunió con el
cardenal Jaime Ortega Alamino, Arzobispo de La Habana, cuyas
conversaciones sin precedentes con Castro el año pasado condujeron a la
puesta en libertad de más de 100 presos políticos. Alrededor de 90
fueron liberados solamente luego de que aceptaran exilarse en España; 12
permanecen en Cuba.
El calendario de Carter que dio a conocer el gobierno cubano no decía si
se encontraría con disidentes o con el ex gobernante Fidel Castro, quien
generalmente se reúne con los visitantes importantes.
No se espera que Carter haga comentario alguno hasta que celebre una
conferencia de prensa el miércoles en el enorme Palacio de las
Convenciones de La Habana poco antes de su regreso a Estados Unidos.
Durante su visita de seis días a La Habana en el 2002, Carter se reunió
con Fidel Castro así como con disidentes y dio un discurso televisado a
nivel nacional en el que urgió al régimen a mejorar su historial de
derechos.
El Centro Carter, radicado en Atlanta, anunció la semana pasada que éste
viajaría Cuba en una misión privada, respondiendo a una invitación de
Raúl Castro.
Lo acompañaron su esposa Rosalynn; Robert Pastor, el encargado de Cuba
en la Casa Blanca durante la presidencia de Carter (1977-1981) y
Jennifer McCoy, directora de programas para las Américas, y John
Hardman, presidente del Centro Carter.
Las relaciones de Estados Unidos con La Habana alcanzaron su punto más
cálido desde 1959 bajo la administración de Carter, quien negoció el
establecimiento de misiones diplomáticas en ambas capitales y permitió a
turistas estadounidenses visitar la isla. Las relaciones volvieron a
congelarse cuando Fidel Castro aumentó el envío de tropas a África y
luego desencadenó el éxodo del Mariel en la primavera de 1980.
El anuncio del Centro Carter indicó que el ex presidente quería conocer
mejor acerca de las reformas económicas de mercado que Raúl Castro está
promoviendo y sobre el Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC),
fijado para la segunda mitad de abril, el primero desde 1997.
La esposa de Gross, Judy, dijo el fin de semana que tenía la esperanza
de que Carter intercediera a favor de su esposo. El año pasado Carter
viajó a Corea del Norte y consiguió la liberación de un ciudadano
estadounidense.
"Si él consiguiera ayudar a Alan de alguna manera mientras esté allí, le
estaremos extraordinariamente agradecidos", indicó Judy en un
comunicado. "Nuestra familia está desesperada por el retorno de Alan al
hogar, después de casi 16 meses de cárcel. Seguimos teniendo esperanzas
y rezamos por que las autoridades cubanas lo pongan en libertad
inmediatamente por razones humanitarias".
http://www.elnuevoherald.com/2011/03/28/911929/span-classinfoboxboldspan.html
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