Se acabó la luna de miel con Obama
By MARC LACEY/New York Times
LA HABANA
ALEJANDRO ERNESTO / Efe
VARIOS AUTOS transitan en La Habana junto a un cartel alusivo al triunfo
de la revolución cubana en 1959.
La luna de miel de Obama aquí ya terminó.
Cuando Barack Obama llegó al cargo de presidente, las vallas o enormes
carteles que criticaban a George W. Bush, incluida una afuera de la
Sección de Intereses de EU en la cual aparece frunciendo el ceño junto a
Hitler, fueron removidas y las expresiones de amargura se suavizaron.
Raúl Castro, quien asumió el poder de manos de su enfermo hermano Fidel
en 2006, incluso sacó a colación la posibilidad de sostener una reunión
cara a cara con Obama, lo cual habría marcado la primera vez que uno de
los Castro se sentara con un presidente estadounidense en funciones.
Sin embargo, el tenor aquí ha cambiado de manera considerable, y Obama,
cuya elección fue celebrada ampliamente por la población racialmente
diversa de Cuba, actualmente está siendo presentado por los dirigentes
del país como un imperialista que promueve la guerra y odia a Cuba.
``Como se ven las cosas actualmente, no habrá un solo cambio de
importancia en la relación en el futuro cercano", dijo Ricardo Alarcón,
el presidente de la Asamblea Nacional de Cuba. Además, le restó
importancia a las medidas recientes de la administración Obama, como el
relajamiento de las restricciones sobre los viajes de
cubano-estadounidenses o los envíos de remesas a la isla y los permisos
para que empresas estadounidenses de telecomunicaciones hagan negocios
allá, considerando que eran ``cambios menores".
Ambos países han pospuesto las conversaciones que habían reiniciado al
comienzo de la administración Obama para discutir temas de migración,
entregas postales y otros, culpándose mutuamente por las demoras. En la
ausencia de pláticas, el enfoque de Obama de incentivos y la amenaza de
castigos en el relajamiento de algunas políticas de la era de Bush, al
mismo tiempo que sigue denunciando al gobierno de Castro con respecto a
los derechos humanos, no ha logrado captar la atención de la dirigencia
cubana y, quizá, la ha enfurecido.
Si bien Raúl Castro repitió el ofrecimiento de reunirse con Obama en un
feroz discurso pronunciado en fecha reciente, también criticó con dureza
a la administración Obama por la ``subversión encubierta'' en contra de
Cuba y advirtió que su nación estaba preparada para cualquier invasión
estadounidense. En uno de sus recientes comentarios por escrito que
apareció en la prensa de Estado, Fidel Castro, quien no ha aparecido en
público durante casi tres años, escribió que ``la amigable sonrisa y el
rostro afroamericano'' de Obama enmascaraban sus siniestras intenciones
de control sobre América Latina.
Hace poco, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parilla también acusó a
Obama de comportarse como un ``jefe imperial'' en las conversaciones
sobre cambio climático en Copenhague, mostrando una conducta
``arrogante'' enfocada a la anulación de países en desarrollo.
``Es infortunado", dijo Wayne S. Smith, ex diplomático estadounidense en
La Habana, al referirse al aumento en las tensiones. ``Había y sigue
habiendo potencial para que la administración Obama modifique las
relaciones con Cuba. No sirven de nada estos comentarios que salen de La
Habana".
Obama es el onceavo presidente de lo que los cubanos conocen como ``El
Imperio", al cual se han enfrentado los Castro desde la revolución de
hace medio siglo. Y dado que los cubanos han usado a Washington como una
fuente de frustración durante muchísimo tiempo, una parte de las
intensas críticas hacia Obama son adjudicadas por algunos analistas de
Cuba tan sólo a la postura acostumbrada de La Habana cuando se trata de
Estados Unidos.
Solamente es cuestión de tiempo para que aparezca la primera valla (con
la imagen de Obama), especulan algunos expertos.
Alarcón, el presidente de la Asamblea Nacional, efectivamente le dio el
crédito a Obama por usar lenguaje que es ``más pacífico, civilizado y
abierto'' que su predecesor. Sin embargo, dijo estar consciente de que
la Casa Blanca estaba demasiado distraída con otros temas como para
convertir a Cuba en una de las prioridades.
Otros integrantes del gobierno cubano llevan las cosas más lejos,
sosteniendo que Obama, pese a ciertas medidas iniciales hacia un
reacercamiento, ha seguido el objetivo de la administración Bush en
cuanto al derrocamiento de la dirigencia comunista. ``En las últimas
semanas, hemos presenciado la intensificación de los esfuerzos de la
nueva Administración en esta área", declaró Castro ante la Asamblea
Nacional de Cuba durante su sesión anual, el 19 de diciembre. ``Le están
dando nuevo aliento a la subversión abierta y encubierta en contra de Cuba".
Se refería a la detención de un contratista estadounidense que
distribuyó teléfonos celular, computadoras portátiles y equipamiento
satelital en Cuba a nombre de la administración Obama. Los cubanos
acusaron al contratista, cuya identidad no se ha divulgado, de
entregarle equipamiento a grupos de la sociedad civil en Cuba sin mediar
un permiso. Por su parte, la administración Obama se queja de que Raúl
Castro está dirigiendo la isla exactamente como lo hizo su hermano, sin
libertades fundamentales y con la persistencia de abusos en contra de
opositores políticos. Pese a esto, funcionarios cubanos dicen que la
insistencia de Washington con respecto a mayor democracia en Cuba sigue
un viejo patrón de interferencia en los asuntos soberanos de su país.
``Si el gobierno estadounidense realmente quiere lograr progreso en las
relaciones con Cuba, recomiendo que dejen atrás las condiciones de
gobierno interno que están intentado imponernos y que sólo lo cubanos
pueden decidir", dijo Raúl Castro en su discurso ante la Asamblea.
Cuba sigue impulsando sus propios puntos de contención con Estados
Unidos, argumentando, por ejemplo, que Obama debería indultar de
inmediato a cinco agentes cubanos, conocidos en la isla como los Cinco
Cubanos, quienes cumplen largas condenas en prisiones de Estados Unidos
por reunir información acerca de grupos cubanos en el exilio en el sur
de Florida.
Alarcón reiteró una propuesta que Raúl Castro ha hecho en más de una
ocasión: el intercambio de prisioneros políticos en Cuba por los cinco
cubanos detenidos en EU.
Los cubanos también insisten en que la administración Obama extradite a
Venezuela a Luis Posada Carriles, militantes anticastrista acusado de
colaborar en el atentado con bomba de una aeronave cubana en 1976,
matando a 73 personas. Posada, quien vive en Miami y está bajo fianza,
enfrenta cargos ante una corte federal en Texas por hacer lo que el
gobierno asegura que fueron declaraciones falsas a oficiales de
inmigración. Un juez de inmigración ya dictaminó que no lo pueden enviar
a Venezuela, cercano aliado de Cuba, porque enfrenta una alta
probabilidad de ser torturado allá.
``Con la administración previa, no tenía sentido alguno hablar de
cualquier tema", comentó Alarcón. ``Esta administración llegó al poder
con la promesa de cambio y de mejorar las relaciones. Obama no tiene
nada que ver con el pasado, pero ya terminó este año y hasta ahora nada
ha ocurrido con respecto a estos temas".
Smith, actualmente analista de Cuba por el Centro Internacional de
Estrategia que promueve el levantamiento del embargo estadounidense y
las prohibiciones que pesan sobre los viajes, supuestamente iba
acompañaría a Barry McCaffrey, general retirado del Ejército de EU, en
un viaje a La Habana del 3 al 6 de enero a fin de discutir cómo podrían
cooperar ambos países en el combate al narcotráfico. Sin embargo,
McCaffrey se retiró, indignado ante las críticas recientes a Obama por
parte de funcionarios cubanos.
``Este tipo de diplomacia pública similar a los años 60, superficial y
cáustica, también hace que parezca que la dirigencia cubana carece de
seriedad, que es de polémicos novatos", dijo, en una carta dirigida a
Smith. ``El Presidente Obama es el jefe del ejecutivo de EU más
considerado y menos ideológico que los cubanos hayan visto en 50 años".
Al mismo tiempo, aún con la esperanza que ambos países puedan dejar de
lado sus resentimientos, Smith dijo que EU debería continuar con sus
esfuerzos por mejorar las relaciones mediante la remoción de Cuba de la
lista de Estados que patrocinan el terrorismo, por ejemplo, y con el
cierre de Radio Martí, las transmisiones en contra de Castro financiadas
por el gobierno estadounidense y radiadas desde suelo estadounidense a Cuba.
No obstante lo anterior, algunos exiliados cubanos argumentan que Obama
ya ha ido suficientemente lejos y que es el turno de Cuba para ofrecer
un significativo gesto.
Se acabó la luna de miel con Obama - Cuba - ElNuevoHerald.com (3 January
2010)
http://www.elnuevoherald.com/noticias/america_latina/cuba/v-fullstory/story/620709.html
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