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Tuesday, July 08, 2008

Anales de dos dictaduras: Cuba y Singapur

OPINIÓN
Anales de dos dictaduras: Cuba y Singapur
Roberto Brenes P.*
Lunes, 7 de Julio de 2008

Ciudad de Panamá.- En 1959, en dos naciones tropicales accedieron al
poder jóvenes abogados: Fidel Castro, en Cuba y Lee Kwan Yew, en
Singapur. Ambos eran nacionalistas radicales y profesaban una ideología
de izquierda. Ambos se aferraron al poder en forma autocrática y
dictatorial.

Pero las semejanzas terminan allí. Cincuenta años más tarde, Singapur y
Cuba son países muy diferentes debido al liderazgo y visión de sus
autócratas. Singapur, que en 1959 no era más que un subdesarrollado
islote, hoy es una de las naciones más desarrolladas del planeta. Cuba,
que entonces era uno de los países más prósperos de las Américas, está
sumida en la miseria.

Mientras que Cuba tiene 110 mil kilómetros cuadrados, tierras fértiles y
12 millones de habitantes, Singapur no llega a 700 kilómetros cuadrados
de arena y manglar, con una población de 4,5 millones, pero su Producto
Interno Bruto (PIB) más que cuadruplica al cubano (222,1 vs. 51,1
millardos de dólares) y el ingreso per cápita es diez veces ($ 48.900
vs. $ 4.500).

A pesar de tener un tercio de la población de Cuba, Singapur consume
anualmente 35,9 millardos kWh de electricidad y 800 mil barriles de
petróleo diarios, tiene dos millones de teléfonos fijos (uno por cada
2,5 habitantes) y casi 5 millones de teléfonos celulares. El consumo
eléctrico cubano es de 16,4 millardos kWh al año (menos de una sexta
parte por habitante) y el de petróleo 150 mil barriles diarios. Cuba
tiene 972 mil teléfonos fijos (uno por cada 12 cubanos) y 152.700
celulares (uno por cada 800 cubanos).

Los indicadores sociales de que Cuba tanto se jacta para justificar la
revolución comunista son igualmente deprimentes. Mientras que Cuba en
2007 tuvo una tasa de mortalidad infantil de 6,04 por millar y una
esperanza de vida al nacer 77 años, en Singapur la mortalidad infantil
fue de 2,3 por millar y la esperanza de vida 82 años. Cuba sí tiene una
mejor tasa de alfabetización que Singapur (99.8% vs. 92.5%), pero los
grados de escolaridad y preparación universitaria son notablemente
superiores en el tigre asiático.

¿Cuál país está mejor equipado para el futuro? Aparte de las notorias
diferencias económicas y de calidad de vida, Singapur es un país
globalizado, insertado en la comunidad de naciones, con reservas
monetarias de 157 millardos de dólares ($ 35.000 por habitante) y una
deuda externa de apenas 15% del PIB. Cuba posee reservas de $ 4.500
millones; $ 375 por cubano (cien veces menos que Singapur) y una deuda
pública de 37,2 % del PIB.

¿Cómo es que naciones que iniciaron su revolución nacionalista con
líderes de igual extracción social e ideológica, con visiones políticas
similares, quienes no tuvieron que rendir cuentas a electores ni
respetar la libertad individual acabaron siendo tan diferentes? No hay
respuesta simple, pero mientras Lee utilizó todo su poder político para
mejorar lo material, Fidel utilizó lo material para consolidar su poder
político. Mientras que Lee buscó la apertura, las alianzas y la
inversión local y extranjera ofreciendo ventajas y garantías, Fidel las
repudió sistemáticamente. Un aspecto muy importante es que Lee nunca
desdeñó ni eliminó el sistema judicial, mientras que Fidel Castro no se
molestó jamás en darle a Cuba visos de república con separación de poderes.

Lee abandonó el trono en 1990. Hoy gobiernan sus hijos y parientes,
profundizando el exitoso modelo de apertura. La autocracia en Singapur
disminuye. Lee Kwan Yew es hoy un paladín de la globalización y del
capitalismo.

Fidel Castro dejó el poder porque el cuerpo se lo exigió, pero se aferra
a una sucesión familiar con todos los vicios de su fracasado modelo. La
historia no lo absolverá, sino que lo absorberá.

*Presidente de la Fundación Libertad, Panamá. © www.aipenet.com

http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_opinion.asp?idCat=6342&idArt=2577109

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