Adiós al lenguaje del totalitarismo
En sus páginas de Perspectiva el 14 de junio, el columnista Emilio
Ichikawa cita con mucha razón en Cosas que traje de Cuba que ''el
totalitarismo se impuso en el terreno de la lengua''. Mirando hacia el
futuro, concluye que eso es algo que ``habrá que superar a mediano o
largo plazo''.
A Ichikawa y a sus lectores les podría interesar un trabajo que presenté
recientemente en la City University of New York (www.cubasymposium.org)
donde argumento que una buena parte de los intelectuales cubanos de
categoría internacional no solamente ya no usan el lenguaje del
totalitarismo, sino que han abandonado el uso de modelos y conceptos
marxistas. El análisis de contenido de los escritos de 35 de los más
renombrados intelectuales cubanos no reveló ningún uso de teoría
marxista y exactamente 8 citas a fuentes marxistas.
El lenguaje que usan los que ponen la pauta en el campo de las ideas
(los que Antonio Gramsci llamaba los ''intelectuales orgánicos'') es el
mismo que usan intelectuales norteamericanos o latinoamericanos cuando
bregan con el problema de cómo afrontar los retos de la globalización
económica. El significado de esto ha quedado establecido por lo que en
teoría sociológica se llama ``lin-
güística cognitiva'' (ver los trabajos de George Lakoff): cambios del
lenguaje reflejan más amplios cambios sociales. Lo que hace el discurso
cubano sui generis es el marcado y persistente nacionalismo en su
retórica. Pero como se sabe, esto no empezó en 1959, sino en el siglo
XIX con los primeros albores de la identidad cubana.
Anthony P. Maingot, Ph.D.
Prof. emérito de Sociología, FIU
Plantation
http://www.elnuevoherald.com/opinion/cartas/story/232000.html
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