2008-01-06.
Félix Reyes Gutiérrez, Periodista Independiente, Cubanacán Press
6 de enero de 2008, Ranchuelo, Cuba.– El medio de transporte fundamental 
de los habitantes del municipio villaclareño de Ranchuelo, es el autobús 
identificado con la chapa VSW815 que traslada a cientos de pasajeros 
hacia la capital provincial con fines laborales, estudiantiles, 
asistencia médica y otros objetivos, pero que transportarse en él, 
constituye una odisea.
Es un camión con motor Craft. Tira de un remolque de aproximadamente 
diez metros de largo por dos de ancho. Posee 13 ventanales, cinco de los 
cuales están rotos: uno protegido con una plancha metálica amarrada con 
alambres, otro resguardado con travesaños de metal y tres carecen de 
cristal, por donde entra el agua cuando ocurren precipitaciones.
En temporadas de lluvia, los viajeros se ven obligados a utilizar, 
dentro del vehículo, capas de nylon y sombrillas, porque el 
revestimiento de cartón del techo presenta huecos.
De igual modo sucede con las paredes interiores laterales. Su detrimento 
provoca el contacto de los pasajeros con las láminas metálicas externas 
del ómnibus, lo que impregna suciedad y manchas en la ropa de los 26 
pasajeros que van en sus asientos plásticos, un tercio de los cuales 
carece de espaldar.
El vehículo posee además dos tubos de 2 metros de largo atados al piso y 
techo. De estos se sujetan decenas de personas que van de pie, los 
restantes se ven obligados a sujetarse unos de otros para no caer. Como 
iluminación sólo tiene una pequeña bombilla que se localiza encima del 
asiento del conductor.
El autobús sólo hace dos salidas diarias a Santa Clara: la primera a las 
7 de la mañana y la segunda a las 5 de la tarde.
En reiteradas ocasiones el autobús arriba a la terminal de ómnibus de la 
municipalidad con residuos de alimentos, cigarrillos, periódicos, papel, 
polvo y hasta fango. Su limpieza, momentos antes de ser abordado, 
conlleva al atraso del horario de salida.
El viaje de 20 kilómetros que realiza hasta la ciudad de Marta Abreu 
(Santa Clara), dura alrededor de una hora y 15 minutos. Esto se debe a 
las 15 paradas que hace en su recorrido: 8 en el poblado de La Esperanza 
y 7 previo a su llegada a la ciudad capital.
La generalidad de las hojas de muelle del autobús están averiadas; su 
amortiguamiento es casi nulo. Por eso, y los baches que hay en la 
carretera, los pasajeros brincan como resortes durante el trayecto. Y es 
considerado un ómnibus inseguro, porque cuando menos lo esperas se rompe 
el motor o un neumático y te dejan botado en la vía.
El autobús VSW 815 está catalogado por la ciudadanía, y trabajadores del 
sector, como el peor medio de trasporte de su tipo en el territorio 
central, por lo que le han apodado "la Nave del Infierno".
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=13409
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