2007-11-24.
Aimée Cabrera, Periodista Independiente
Frases de hace unas décadas como "Mi trabajo es usted", o "La calidad es
el respeto al pueblo" han quedado para la historia. A algunos
trabajadores les interesa más "resolver algo", que obtener méritos y
diplomas. De ahí que el vocablo "algo"adquiera un sin fin de matices,
ninguno figurado, y sí muy a tono con los tiempos que corren a prisa par
el cubano medio, donde vale todo lo que resuelva su subsistencia diaria.
La batalla contra la corrupción y las asambleas-debates son pura fachada
que no logran encubrir, el mal que carcome a parte de la clase
trabajadora, la cual percibe el salario en una moneda, y tiene que
adquirir todo lo necesario en otra.
Por supuesto que el salario o la pensión en pesos cubanos apenas alcanza
para una quincena demostrando cuan devaluada está esta moneda. En las
casas de cambio, un ciudadano necesita veinticinco pesos para comprar un
billete convertible de a uno.
Con un CUC puede comprar muy pocos artículos , no más de 2 jabones, una
lata de refresco pequeña, u otra golosina. L a leche un alimento
necesario que solo se vende normado a los niños menores de 7 años o a
personas que sufren ciertas enfermedades muestra precios exorbitantes.
Un kilogramo de leche entera cuesta casi 6 CUC , el equivalente a un
litro de leche envasado en cajas cuesta 2 y más de 1 cualquier marca de
leche condensada o evaporada de marcas desconocidas.
Ni qué decir de otras mercancías necesarias como el calzado y la ropa
de pésima calidad, sin derecho a ser cambiadas , por las que hay que
andar y desandar por varias tiendas antes de encontrar algo medianamente
aceptable., sin contar con los reajustes de precio, siempre superiores
al real, creados por los vendedores que no tienen comisión.
Si se echaran en sacos todos estos problemas y maltratos no
bastarían docenas de ellos, por lo que estas situaciones aumentan la
tensión e inseguridad del pueblo.
Los trabajadores en activo se preguntan qué hacer, entre la espada y la
pared, no queda otra alternativa que la del desvío de recursos que no es
más que el robo y la corrupción para quienes carecen de estimulaciones
que los incentiven.
Ya es un hecho que todo lo que sea envasado o elaborado en Cuba , así
sea de una marca acreditada, deja de tener la calidad requerida. Elba
deja a un lado la escoba con que limpia el portal de su casa y
exclama;"¡ Ya nada en Suchel sirve!
La ama de casa y peluquera particular se refiere a los productos de
perfumería cubanos como tintes para el cabello, champúes y otros que
salen de las fábricas Suchel para ser distribuidos en las tiendas
recaudadoras de la moneda convertible.
Las personas que se acostumbraron a comprar alguna que otra marca de
estas mercancías o no las han visto más , o las comparan con las
adquiridas hace un tiempo atrás y opinan que las de ahora no tienen la
misma calidad.
A pesar de que en las fábricas existe un controlador de la calidad, los
obreros se las agencian para robar y adulterar cualquier producto, desde
una colonia hasta un paquete de café.
Miguel se compra su botella de ron Habana Club de vez en vez , "la más
barata , por supuesto" y confiesa: "Lo compro si es en una tienda donde
puedo tocar la botella y comprobar que la tapa está sellada, si no, ni
hablar!", y recuerda la vez que una dependiente de mostrador le vendió
una que era pura agua.
La gente humilde ve que la soga se revienta por su parte más débil,
ellos son catalogados de presuntos ladrones, buscadores a como sea, mas
no se habla de los que a altos niveles obtienen grandes ganancias,
observables en los altos niveles de vida que tienen , esos que no echan
tragedias pero sí buenos lingotes en los sacos que otros les cargan.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=12746
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