En un artículo que será publicado el martes, adelantado a la prensa la noche 
de este lunes, Castro se refirió a los "éxitos" de la revolución y a los 
Juegos Panamericanos de Rio de Janeiro, pero sin hacer ninguna mención al 
traspaso provisional del poder.
LA HABANA, julio 30.- Un año después de la histórica cesión del poder de 
Fidel a Raúl Castro, Cuba inicia un etapa crucial bajo un gobierno 
provisional que parece duradero, con el reto de poner en marcha cambios que 
solucionen los problemas de la población y, al mismo tiempo, garantizar la 
continuidad de la revolución.
En un artículo que será publicado el martes, adelantado a la prensa la noche 
de este lunes, Castro se refirió a los "éxitos" de la revolución y a los 
Juegos Panamericanos de Rio de Janeiro, pero sin hacer ninguna mención al 
traspaso provisional del poder.
"El más importante éxito de la revolución es la capacidad de resistir casi 
medio siglo de bloqueo (de Estados Unidos) y privaciones de todo tipo", dijo 
Castro, en su quinto comentario de prensa que dedica a los Juegos y el 
número 34 que escribe desde el 29 de marzo.
En víspera de cumplir un año en el poder, Raúl afirmó que la revolución 
"será eterna", porque "está sustentada en la unidad, durante un acto en la 
oriental Santiago de Cuba.
La noche del 31 de julio de 2006, los cubanos quedaron impactados frente al 
televisor cuando oyeron al secretario personal de Fidel, quien leyó la 
proclama en la que el líder delegó "con carácter provisional" sus cuatro 
cargos.
Fidel cedió a Raúl sus cargos de Comandante en Jefe, primer secretario del 
Comité Central del Partido Comunista, presidente del Consejo de Estado y del 
Gobierno; y dejó en otros funcionarios sus tareas como impulsor principal de 
los programas de salud, educación y energía.
Reveló que sufría una crisis intestinal y tomaba esa decisión porque el país 
se veía "amenazado en circunstancias como esta por el Gobierno de los 
Estados Unidos": "La operación me obliga a permanecer varias semanas de 
reposo, alejado de mis responsabilidades y cargos".
Como pólvora, la noticia se regó por el mundo, el exilio en Miami festejó en 
las calles y auguró la muerte del presidente cubano y Washington llamó a los 
cubanos a echar a andar la transición democrática.
Pero desde entonces pasó un año sin cambios visibles en Cuba, aunque bajo un 
gobierno colectivo que, tras hacer tímidos ajustes, está ahora enfrentado a 
las crecientes demandas de la población y al retiro de la dirigencia 
histórica de la revolución.
Ahora a punto de cumplir 81 años, Castro no ha vuelto a aparecer en actos 
públicos y la convalecencia se prolonga más allá y muchos empiezan a pensar 
en que no regresará.
El eterno número dos de Cuba y ministro de Defensa de 76 años delineó lo que 
sería un programa de gobierno para este segundo año que comenzará el 
miércoles: "Hay que producir más".
"Habrá que introducir los cambios estructurales y de conceptos que resulten 
necesarios", dijo Raúl Castro, en su discurso en la simbólica fiesta patria 
del 26 de julio.
Despertando expectativas en la población, reconoció que el salario -de unos 
15 dólares en promedio- no alcanza, y que hay que "trabajar con sentido 
crítico y creador, sin anquilosamiento ni esquematismo", aunque advirtió que 
"no habrá soluciones espectaculares".
"Rigor, orden y disciplina", dijo el general del Ejército, quien también 
fijó los límites de cualquier cambio: todo dentro del socialismo.
Su discurso fue recibido en sectores de la población y en la oposición con 
cautela. "En el gobierno existen fuerzas propiciadoras del inmovilismo, que 
realizarán toda la resistencia posible a verdaderas transformaciones", 
afirmó el economista opositor Oscar Espinosa.
Funcionarios del Gobierno insisten en que Fidel está al tanto de las 
principales cuestiones del país y participa en las decisiones importantes, y 
analistas y opositores estiman que Raúl no podrá realizar grandes cambios 
con su hermano en vida.
"Veo a Fidel como el gran consejero que marca las líneas maestras de lo que 
no permitiría hacer, pero Raúl está al mando", opinó el opositor moderado 
Manuel Cuesta.
Cuba está a las puertas de un proceso electoral que culmina en abril de 
2008, cuando el Parlamento deberá designar la presidencia del Consejo de 
Estado, que siempre ha ocupado Fidel.
Tras el impacto inicial de hace un año, los 11 millones de cubanos se 
habituaron a la ausencia pública de Castro, único líder que ha conocido un 
70% de la población. "Viva Fidel, Viva Raúl", es la nueva consigna que corea 
la isla.
http://www.terra.cl/noticias/index.cfm?id_cat=303&id_reg=825638
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