La debacle de Salamanca

Posted on Sat, Oct. 29, 2005

La debacle de Salamanca

Fidel Castro no fue a Salamanca por temor a la acusación de la oposición
cubana ante los Tribunales de España. Parecía que esta cumbre iba a
favorecer la libertad de Cuba. Pero nuestros hermanos iberoamericanos,
por decisión unánime, nos traicionaron. Prevaleció ese cáncer
intelectual que es el antiamericanismo. En definitiva, las dos
resoluciones sobre el llamado bloqueo y el caso de Posada Carriles no se
refieren a la oposición cubana, sino a la política de Estados Unidos.
Para vergüenza de los demócratas de Iberomérica, no hubo una voz que
reclamara al menos un minuto de silencio por las víctimas de la nueva
ola represiva que azota a la disidencia en Cuba. Y, prepárense, porque
Fidel dice que el nuevo secretario de las cumbres canta para él.

El Departamento de Estado rehusó discutir el tema del embargo, bloqueo o
como quieran llamarlo. Según despacho de la AFP, su vocero se limitó a
decir que repudiar el bloqueo era lo que hacen todos los años en la
Asamblea General de Naciones Unidas. Por otra parte, a diferencia de lo
que pasa todos los años durante la reunión sobre derechos humanos en
Ginebra, no hubo presión alguna ante gobiernos como los de México,
Colombia, Chile, Costa Rica o El Salvador, que cotorrean por los
pasillos de la OEA su defensa de los derechos humanos y su vocación
democrática. La conducta hemisférica es realmente vergonzosa. De la
España de Zapatero nada puede esperarse.

En cuanto a Posada Carriles, alias el Bambi, el Departamento de Justicia
es la agencia encargada del asunto. Puede que sea injusto, pero en el
libro de Norberto Fuentes, Narcotráfico y tareas revolucionarias, que
edité, aparece una cita el 16 de octubre de 1986 en que Fidel le salvó
la vida a Posada Carriles --de un atentado que le tenía preparado Tony
de la Guardia-- al ordenar publicar en Granma toda la información que
tenían sobre la ubicación de el Bambi. En la p. 134, el libro dice
textualmente: ``Con su torcedura usual, Fidel consideraba que un Bambi
vivo le era de mayor utilidad que muerto''.

La petición de asilo de Posada Carriles coincidió con la campaña
mediática de Castro contra la reunión de la Asamblea de la Sociedad
Civil el 20 de mayo. Ambas culminan el día en que Fidel revelaba la
misión de Gabriel García Márquez con su carta al presidente Kennedy. Ese
mismo día el Bambi decide, primero, retirar su petición de asilo y,
después, dar una conferencia de prensa. Esto desbarató la excusa de
Inmigración de que no sabía dónde estaba. ¿Será éste otro servicio de la
mayor utilidad vivo que muerto? Porque, todas las otras acciones de El
Bambi a partir de 1986, las bombas al turismo, el atentado en Panamá y
la entrevista en el New York Times siempre han servido a la propaganda
de Fidel. Hace falta que Posada Carriles aclare su posición.

Finalmente, tenemos la designación de Enrique Iglesias como secretario
general de las cumbres (SEGIB). En la última carta mensual del Partido
Social Demócrata de Cuba, emitida por la delegación en Berlín, Alemania,
Boris Luis Santa Coloma relata un incidente que pone a don Enrique en
una posición muy incómoda. Se trata de una reunión secreta en 1985, en
el Palacio de la Revolución, con participación de Fidel Castro, Carlos
Rafael Rodríguez y Gerard Schurer, presidente de la Comisión Central de
Planificación de Alemania del Este (RDA). Iglesias fue mencionado por
Fidel, pero no estaba presente. Santa Coloma actuó como intérprete en la
reunión.

Fidel explicó su plan para una ''campaña contra la deuda externa'' y
señaló textualmente: ' `Esto fue elaborado con la asesoría de nuestro
amigo de la CEPAL, el compañero Enrique Iglesias, pero no lo confundan
con el cantante. El también canta pero para nosotros'. Según Castro, el
economista uruguayo-español era hombre de su confianza y quien le había
propuesto utilizar el tema de la deuda para lanzar un plan
propagandístico para exigir el impago de la deuda como parte de la
cruzada antiimperialista''. ¿Será posible que la Tesorería de los EEUU
haya apoyado para presidente del BID por 17 años a un hombre de
confianza de Castro que sugiriera el impago de la deuda? Luce difícil de
creer, pero la Tesorería tiene que aclarar esto. Don Enrique, por su
parte, debe aclarar para quién canta.

El flamante secretario de la SEGID se encargará de dar seguimiento
diligente a las resoluciones del bloqueo y de Posada Carriles. Pero no
hará nada por los derechos humanos en Cuba. Evidentemente, a los
iberoamericanos les importa un bledo Cuba. En cuanto a los cubanos,
seguiremos nuestra lucha sin el apoyo de nuestros hermanos
iberoamericanos. Por suerte, contamos con Estados Unidos y la Unión Europea.

http://www.miami.com/mld/elnuevo/news/opinion/13024620.htm