Solo en un 15 por ciento

Publicado el viernes, 07.25.14

OSCAR PEÑA: Solo en un 15 por ciento

En otro nuevo 26 de Julio insisto a Raúl Castro pida disculpas a todo el
pueblo cubano por el tiempo perdido y que facilite los cambios que el
país necesita. Las "fiestas del 26 de Julio" son fiestas solo por
decreto, pero no por alegría popular. La dirección del país engaña al
pueblo con triunfos y logros y el pueblo los engaña a ellos con sonrisas
y aplausos.

La realidad es que a los 56 años seguimos siendo un país fracturado con
familias separadas. Observar al Miami de hoy compuesto de puro pueblo
cubano nacido y formado bajo la conducción de los fundadores del 26 de
Julio es una prueba científica para afirmar que el sistema implantado en
Cuba no es del deseo de sus nacionales. Hace mucho tiempo no se puede
mentir oficialmente afirmando que los que se han ido y se van del país
fueron solo aquellos antiguos miembros de las clases altas y la
burguesía en los primeros tiempos porque no aceptaron las medidas "de la
revolución".

A estas alturas del viaje Raúl Castro debía transitar con efectividad su
papel de sucesor convirtiéndose en un facilitador desde el poder para la
verdadera cura nacional que requiere nuestro país. Sé que es duro y
amargo para la alta dirección reconocer la realidad, pero esa verdad es
una evidencia pública del dominio de todos y es en vano tratar de
ocultarla después de más de medio siglo de fracasos.

Cuando el general Raúl Castro tomó las riendas del país le pedí
públicamente ayudara a Cuba y aunque ha dados algunos pasos hacia
adelante, todavía la política de poner trancas para las libertades
económicas, políticas y sociales es el escudo de la dirección histórica
"de la revolución". Siguen siendo contrarrevolucionarios para ir
volviendo aquellas medianas, pequeñas y grandes empresas privadas que
hacían tuviéramos un país con una sostenida y verdadera economía
nacional. No éramos un país perfecto pero emigrar para el cubano era un
castigo.

Es difícil para las autoridades admitirlo, pero Cuba se automutiló y se
congeló en el tiempo cuando de 1960 a 1968 confiscó, destruyó y prohibió
todos los negocios, iniciativas privadas y derechos civiles. Un día oí
la respuesta que dio un campesino cubano cuando le preguntaron por qué
se alzó contra el régimen en las montañas del Escambray al principio de
la revolución y su respuesta fue algo con mucha fuerza de convicción.
Respondió: "... yo no tenía nada material, pero tenía sueños y
esperanzas. Uno miraba a otros que habían alcanzado o acercado a sus
metas y era como un motor que te impulsaba a trabajar, pero cuando un
día observé que al vecino le arrebataban lo que había construido con
tanto esfuerzo y él era mi inspiración... me dije aquí algo anda mal y
tengo que luchar por volver a tener sueños y esperanzas...". Nadie ha
podido explicar mejor la realidad de lo que pasó y pasa en Cuba que las
palabras de ese humilde trabajador del campo cubano.

Hace unos años le transmití a Raúl Castro que él debía hacer su mejor
contribución a Cuba expresando la verdad y que sería muy útil para todo
el país escucharlo expresar lo siguiente:

"...compatriotas, nosotros con nuestros extremismos y caprichos hemos
sido los máximos responsables de los problemas de Cuba. Los otros han
sido ustedes por aplaudirnos tanto y permitirnos tantas arbitrariedades
y torpezas... hoy es imprescindible que todos admitamos nuestras faltas
y Entre Todos poner el hombro para ir cambiando y evolucionando el país.
Debemos ir volviendo a lo que tuvimos ante de la destrucción que
hicimos. Tenemos que volver aquellas fábricas, tiendas, bodegas,
carnicerías, panaderías y servicios privados que existían en todas las
esquinas y pueblos. Y lo más importante: tenemos que descentralizar
nuestro país e ir haciendo propietarios de las diferentes fábricas y
empresas del estado a los propios colectivos obreros. Que sean
trabajadores y propietarios a la vez; que ellos mismos se organicen, se
reduzcan o crezcan sus plantillas y que los designados por ellos para
llevar la gestión y dirección respondan solo ante ellos y no ante el
gobierno. Las ganancias –después de pagar los impuestos al estado, pagar
gastos, etc.– serán repartidas entre ellos. También los fracasos.

"…Obviamente cuando demos este necesario paso entonces sí serán los
trabajadores los verdaderos dueños de los grandes medios de producción.
También nos abriremos a la necesaria inversión extranjera para
incrementar diferentes actividades que lo requieran. Esas
responsabilidades y ganancias de las inversiones extranjeras serán
repartidas de manera mixta entre los inversionistas extranjeros, los
colectivos obreros y el estado que obviamente recogerá y administrará
las finanzas públicas para mantener y desarrollar los servicios más
elementales para todos como es la salud, educación, cultura, deportes,
el mantenimiento de la infraestructura nacional y de las fuerzas armadas
para evitar que ha nuestro país no entre nunca el crimen organizado y el
narcotráfico. También haremos entre todos una Constitución con
libertades (hasta aquí el discurso que propuse a Raúl Castro).

La ética y la verdad obligan a ser sincero. Esos necesarios pasos no se
han dado. Hasta hoy he sido complacido solo en un 15 por ciento. Este 26
de Julio le pido haga más y llegue al 99 %.

Source: OSCAR PEÑA: Solo en un 15 por ciento - Opinión -
ElNuevoHerald.com -
http://www.elnuevoherald.com/2014/07/25/1807364/oscar-pena-solo-en-un-15-por-ciento.html