Viernes, Octubre 28, 2011 | Por Odelín Alfonso Torna
LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -"Camilo era el hombre, Fidel 
lo asesinó". Así coreaban las Damas de Blanco, víctimas de un acto de 
repudio, el 18 de marzo de 2011, en su sede de Neptuno 963. Desde el 
momento que comenzaron a corear la frase, el silencio se apoderó de las 
bullangueras porras progubernamentales.
El comandante que sin disparos rindió al ejercito de Batista en La 
Habana, Camilo Cienfuegos, el Héroe de Yaguajay, cumple hoy, 28 de 
octubre, 52 años de desaparecido.
Sobre este capítulo nebuloso de la historiografía revolucionaria, 
existen un sinnúmero de conjeturas que mueven a la reflexión. Desde las 
altas esferas del poder hasta lo más humilde de la sociedad cubana, son 
muchos los que piensan que Camilo fue víctima de la sedición comunista, 
liderada por Raúl Castro y Ernesto Guevara después del triunfo 
revolucionario.
Camilo Cienfuegos se perfilaba ya, según el curso que tomaba la 
revolución de Fidel Castro a mediados de 1959, como otro futuro 
prisionero político del régimen, o en el mejor de los casos, como otro 
desterrado.  Hijo de padres con tendencias comunistas, paradójicamente 
Camilo repudiaba el comunismo y esto representó para él, como para otros 
revolucionarios anticomunistas, su sentencia de muerte.
¿Por qué las combativas turbas progubernamentales, con su arsenal de 
consignas fidelistas, enmudecieron súbitamente ante aquella frase 
coreada por las Damas de Blanco?
Camilo era "el hombre", y sobre él dijo el Che Guevara: "Queda tanto por 
decir para encasillarlo, para aprisionarlo en moldes, es decir, matarlo, 
dejémoslo así en líneas generales, sin ponerle ribetes precisos a su 
ideología socioeconómica, la que no estaba perfectamente definida…"
Precisamente por su indefinición, Camilo Cienfuegos se convirtió en la 
pieza ideal en la farsa montada por Fidel Castro contra el comandante 
Huber Matos, a quien acusó públicamente de traidor y sedicioso el 20 de 
octubre de 1959, simplemente por renunciar a su cargo en la comandancia 
de Camagüey. Fidel Castro sabía que Huber Matos se dejaría arrestar por 
Camilo, su incondicional amigo. Y así fue. Luego de la detención del 
comandante Matos,  se produjo su misteriosa desaparición. Días antes, el 
16 de octubre, Fidel Castro había desintegrado el Ministerio de Defensa, 
bajo el mando de Camilo, para crear el Ministerio de las Fuerzas Armadas 
Revolucionarias, a cuyo mando colocó a su hermano Raúl.
En los cubanos quedó sembrada la duda sobre las causas de su muerte, 
desde que desapareciera extrañamente, sin dejar rastro el pequeño avión 
en que regresaba de Camagüey a La Habana el 28 de octubre de 1959.
¿Por qué debía ser aniquilado Camilo Cienfuegos, el indiscutible 
revolucionario? ¿Por qué había que eliminar al autentico hombre de 
pueblo, al camarada incondicional de todos los rebeldes, al guarachero, 
al Don Juan; al comandante que no ambicionaba cargo alguno y se paseaba 
por la calle sin escoltas, al que sin rodeos cantaba las verdes y las 
maduras?¿Fue obra de Raúl Castro, su adversario de pocas palabras y 
hábiles maquinaciones? ¿O de Fidel Castro, que temía enfrentarse a 
Camilo en el juicio contra Huber Matos? Quizás nunca tendremos las 
respuestas.
Pero Camilo era el hombre, y no porque lo corearan las Damas de Blanco 
el 18 de marzo pasado, sino porque son muchos los cubanos, incluso 
muchos serviles al gobierno, que así lo asumen.
Camilo fue un hombre que desestimó privilegios y apostó por una 
revolución humanista hasta donde pudo, o hasta donde le permitieron los 
que hoy chochean en el poder. Igual que muchos otros engañados, Camilo 
no entendía el comunismo.
http://www.cubanet.org/articulos/camilo-era-el-hombre/
odelinalfonso@yahoo.com
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