"Nos dijeron que somos mercenarias, asalariadas", dice dama de blanco
Aimeé Garcés Leyva hizo estas declaraciones a CUBAENCUENTRO tras ser
deportada hacia Santiago de Cuba luego de permanecer detenida desde el
domingo junto a las también damas de blanco Tania Montoya y Belkis
Cantillo Ramírez
Redacción CE, Madrid | 29/09/2011
La dama de blanco Aimeé Garcés denunció este jueves que las autoridades
la han acusado, junto a Tania Montoya Vázquez y a Belkis Cantillo
Ramírez, de ser "mercenarias" y "asalariadas" de otros gobiernos.
"Nos dijeron que éramos mercenarias, asalariadas, que hacemos todas las
cosas por dinero. Nosotras les explicamos que no hacemos nada por
dinero, que somos damas de blanco, y lo que hacemos es defender los
derechos del pueblo y la libertad de todos los presos. Que eso es lo
pedimos", declaró a CUBAENCUENTRO Garcés Leyva cuando se dirigía en una
guagua hacia Santiago de Cuba.
Las tres mujeres fueron detenidas el pasado domingo 25 de septiembre, y
permanecieron en un calabozo sin poder bañarse ni asearse hasta este
jueves, cuando fueron "deportadas" hacia Santiago de Cuba, de donde
proceden.
"Nos llevaron para una unidad de policía llamada la 14, de la calle
Aguilera (en Lawton). Anoche fueron a decirme que iba a ser deportada
esta mañana. A las 6:30 me recogieron en un carro y me llevaron hasta la
terminal de ómnibus; y ahora voy en camino a Santiago de Cuba", indicó
Garcés Leyva.
Según la activista, Tania Montoya fue enviada en la guagua de las 12 del
mediodía, y a Belkis Ramírez la iban a trasladar en la que sale a las
tres de la tarde desde La Habana.
"Nos deportaron sin pertenencias. Yo le pregunté que si nos consideraban
unas perras, que teníamos que venir en una guagua con aire acondicionado
sin nada arriba, después de tres días en un calabozo sin nada de aseo
personal", sostuvo Garcés Leyva.
La dama de blanco explicó que tras ser arrestadas el domingo, frente a
la casa del opositor Juan Carlos González Leyva, les quitaron todas sus
pertenencias y las metieron en calabozos separados.
"Desde las celdas empezamos a gritar bastante: 'Vivan los derechos
humanos'. Dijimos todo para los que presos que estaban allí supieran por
qué estábamos allí. Que no habíamos robado, sino que somos defensoras de
los derechos humanos. El pueblo tiene que saber que no hemos matado a
nadie. Cuando nos detienen con tantos cargos, con todo ese artistaje,
con tantos carros, hay que explicarle por qué nos detienen", comentó
Garcés Leyva, presidenta de FLAMUR-Cuba en Santiago de Cuba.
La activista relató que los días que estuvieron detenidas en la unidad
policial de Lawton las sacaban de la celda solo para almorzar.
"No nos dejaron bañarnos ni nada. Solo nos daban un vasito de agua para
tomar y nada más. Tres días sin bañarnos, sin cepillo de dientes, ni
pasta ni nada", precisó la dama de blanco.
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