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Saturday, October 11, 2008

Quién destruyó Antilla?

Sociedad
¿Quién destruyó Antilla?

Antes que Ike sacudiera las casas viejas, ya 23 centrales no molían, ni
viajaba un solo barco o hidroavión hacia Miami o La Habana.

Alberto Méndez Castelló, Holguín | 10/10/2008

Uno fue tras la huella de la Patrona de Cuba, y por eso sonrió cuando
escuchó: "El huracán Ike se llevó buena parte de lo que quedaba de
Antilla". Y uno se dijo: "Sí, una parte, porque la mejor tajada ya se
había perdido".

Uno estaba en Antilla para ver y oír porque, según la leyenda, dos
indígenas y un negro de las minas del Cobre fueron los que encontraron
en la Bahía de Nipe la imagen de la Patrona de Cuba, la Virgen de la
Caridad.

CUBAENCUENTRO.com había solicitado un reporte sobre lo que la gente
pediría a su Patrona el 8 de septiembre, y uno tomó el camino de Antilla
antes que Ike, pero ya cuando 23 centrales habían dejado de exportar
mieles y azúcar por aquí. No señor, en la Bahía de Nipe uno no vio ni un
solo barco, ni un hidroavión de los que cubrían la ruta Antilla-Miami y
Antilla-La Habana.

"No señor", dijo un vecino. "Ahí estaba el Consulado de EE UU", y otro
añadió: "Ahí estuvo el Consulado de Inglaterra en Antilla".

Uno recorrió Antilla antes de Ike. Había bocas resecas de viejos
antillanos contando cosas, pero ni uno solo de esos 35 automóviles de
alquiler, ni los tres hoteles, ni tampoco esas cafeterías y cantinas de
las que hablaba el viejo Héctor Pérez. Tampoco el aeropuerto donde
amarizaban los hidroaviones, según María Cristina Leyva. Tampoco uno
escuchó los pitazos anunciando los seis itinerarios ferroviarios y los
siete marítimos. Ni siquiera uno vio llegar o partir el ómnibus
"expreso" desde/hasta La Habana.

Uno no vio ninguna prosperidad. Todo estaba totalmente oxidado en
Antilla. Hubo que dormir en la estación, de la que sólo parte —cuando
parte— un viejo ómnibus a las cinco de la madrugada. Y para conseguir un
boleto, los antillanos deben hacer colas desde la noche anterior. Por
eso uno estaba allí en la estación, para estar despierto cuando
empezaran a llegar antillanos, camino del Cobre, a pedir a la Patrona
emergida de su bahía que cesaran sus desdichas.

Pero uno no precisó de vino, ni de té negro o ron para desvelarse. A uno
lo mantuvo despierto un ristra de lamentos. El Ike lo comenzó Daisy
Vizcaya González, una joven, casi una niña. La echaron de la escuela de
bandas de Guardalavaca porque un caco cargó con su clarinete. La policía
no lo encontró y el padre de Daisy debe reembolsar entonces algo más de
100 pesos convertibles. Algo muy duro.

La ringlera lúgubre la cerró José Herrera Hernández (o como le dicen
aquí, José, el de los derechos humanos). Gente de salivazo y garrote, a
quienes no conviene lo que José Herrera relata, le dieron una pateadura
dejándolo sin aire. José mostró a uno la dentadura superior floja, a
punto de caerse, como una de estas viejas casas de Antilla vapuleadas
por el huracán.

Y entonces uno se pregunta: ¿Quién destruyó Antilla? ¿Los vientos del
huracán o gente como la que le aflojó los dientes a José Herrera y sacó
los hidroaviones de la Bahía de Nipe?

http://www.cubaencuentro.com/es/cuba/articulos/quien-destruyo-antilla-121994

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