China invade telefonía nacional
Reinaldo Cosano Alén, Sindical Press
LA HABANA, Cuba - Septiembre (www.cubanet.org) – Sin algazara
propagandística, casi en silencio, China ha estado penetrando a
profundidad el mercado de las comunicaciones y la electrónica,
desplazando a antiguos competidores en la Isla.
La lanza de penetración tecnológica tiene por nombre Gran Kaimán Telco,
y este año cumplió su séptimo aniversario de fundada y de labor en Cuba.
La idea de la corporación tuvo su primer escalón en la visita que
realizó Raúl Castro a China en 1997, y la firma del llamado "Acuerdo
para la alianza estratégica para las industrias de las comunicaciones".
El banco chino Exim Bank concedió un generoso crédito a Cuba para echar
a andar GKT.
La empresa mixta ha ido alcanzando notable peso en los mercados de
comunicación, encargados a la telefonía cubana ETECSA y a Radio Cuba;
esta última a cargo de la tecnología de mantenimiento y expansión radial
y televisiva.
El peso de GKT lo revelan estas cifras oficiales: es el primer
suministrador de redes fijas y móviles NGN; posee el 20 por ciento de la
conmutación fija; controla el 92 por ciento de la red de transmisión y
el 85 por ciento de los equipos, así como el 35 por ciento de los
sistemas GSM, y más del 93 por ciento de las terminales fijas y móviles.
El consorcio chino-cubano controla, además, el 40 por ciento de las
trasmisiones OM, OC, y de televisión con sus equipos móviles,
sobrepasando el 45 por ciento; pero sólo el 15 por ciento de las
computadoras de mesa. Se debe recordar que las computadoras no se
comercializan al público, y ciudadano no se le permite acceder a Internet.
GKT trabaja para conectar a Cuba en Telecomunicaciones de alta
tecnología con países del área del Caribe y otras zonas geográficas.
Asunto de beneficio especial para la maquinaria estatal.
Por sobre la modernización, ampliación de redes y medios de última
tecnología no se debe obviar el dilema de que esos modernos avances
quedan enmarcados en mayor control estatal, político e ideológico, a
través de la llamada "batalla de ideas".
Tampoco se puede descartar que equipos de fabricación china se ocupen de
interferir las trasmisiones hacia Cuba de emisoras del exterior de onda
corta, encargadas de llevar el mensaje de aliento a la nación.
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