2007-01-28
Aurora García del Busto Álvarez, Exiliada Política Cubana
(Para los mormones, Secta religiosa fundada en 1830 por Joseph Smith en
los Estados Unidos)
Con el decursar de los días a veces la vida nos da la razón en algún
tópico que hemos planteado y nos fue rebatido. No creo que la "Sabiduría
para Vivir" que plantea la Santa Biblia haya sido mi fuerte, más bien he
sido fuente de uno y mil errores.
Ahora bien, con lo que a continuación reitero, culminó con la anuencia a
mí decir: Cursaba yo el Segundo Level de English en el College del
Downtown de Miami (MDCC) bajo la dirección de una buena maestra, Isabel
Casas Agramonte, de estirpe camagüeyana, aunque vino desde pequeña con
sus padres para los Estados Unidos. Un día de clases cualquiera, la
teacher Casas Agramonte preguntó a los alumnos: ¿Cuál es la religión
oficial de su país?
Los estudiantes "creoles" fueron contestando según su lugar de
nacimiento y al llegarme mi turno, la teacher me dijo: "Busto, (así me
llamaba a lo americano), ¿cuál es la religión de su país?
Y yo, llena de placer por poder expresar la Verdad cubana contesté:
"Ninguna, teacher. Cuba no tiene religión oficial".
Y, ¡qué susto! saltaron -casi a gritos- cinco o seis cubanitas de las
que aún hoy me pregunto por qué emigraron de su Patria con tales
proyecciones ideológicas:
¿Qué dices, Aurora?, en Cuba si hay religión oficial, la Católica. Y
agregaron el argumento de que se celebran misas, procesiones, etc.
Calmada la algarabía, gracias a la intervención de la teacher, pude
hablar y esgrimir mi Tesis al respecto. Recuerdo parte de mis palabras:
"El hecho de que el Padre Teodoro en la Iglesia de "El Carmen" de la
calle Infanta en Ciudad Habana, tenga que pedir permiso al Gobierno para
celebrar una procesión que sale por la puerta principal y da la vuelta
al edificio entrando por la puerta colateral, no es libertad religiosa".
Seguí con mi alegato en lo que pude. Punto por punto de lo que ha
sufrido la Iglesia Católica Cubana bajo el régimen comunista. Una
Iglesia supeditada hace años a una Sra. del pueblo nombrada Caridad
Diego, -dueña de milagros y santuarios católicos- desde los predios del
Partido Comunista Único.
La algarabía de mis condiscípulas cubanas siguió hasta que la teacher
dio por terminada su controversial pregunta. A partir de ese día me
miraban de soslayo y en los "brakes" (descansos), me ignoraban
disimuladamente.
Un tiempo después, conversando con Ana, -una ex-presa política cubana de
gran valor personal-, me refirió que a ella le fue peor, pues la
invitaron a ofrecer una Conferencia sobre el caso Cuba en una
Universidad y se vio obligada a expresarse con fuerza y hasta amenazar
con marcharse por la forma desafortunada del auditorio.
Ahora bien, si vamos al meollo del asunto, ¿cómo y por qué no pueden
sucedernos estos reveses a los cubanos que tratamos en la emigración de
poner los puntos sobre las íes? Si el caso Cuba, en general, es una gran
locura.
Veamos, en el año 2004, no más que tres años atrás, las Noticias dijeron
al Mundo que había llegado el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa a Cuba.
Según los comentaristas radiales en la Isla hay unos 30,000 ortodoxos.
Bartolomeo I, Supremo Líder de la Iglesia Ortodoxa es como en esos días
lo era Juan Pablo II para la Iglesia Católica. Bartolomeo es el
denominado Jefe Espiritual de 300 millones de ortodoxos en el mundo.
El Dr. Fidel Castro Ruz, (hoy tan delicado de salud), le regaló en esos
días, al Patriarca Ecuménico Bartolomeo I de Constantinopla, un bien o
fundo -la Catedral San Nicolás en Ciudad Habana, edificada en los
jardines del otrora Convento San Francisco de la Iglesia Católica-. Y
aunque posteriormente dijeron que habían llegado a no sé que arreglo, lo
cierto es que en ese momento puso frente a frente a Bartolomeo con Juan
Pablo II. ¿De qué otra forma o de qué otro ángulo podemos mirar tal actuar?
Y sigue el desconcierto. Cuando el Papa Juan Pablo II visitó Cuba en
1998, Castro oró con misal en mano, después de ir a Roma y hacer un "mea
culpa". De pronto, se revierte y come con Bartolomeo II. ¿En el mismo plato?
Pero, del Dr. Fidel Castro con su muy quebrantada salud, podemos
esperar cualquier eventualidad de éstas. Lo que nunca pudo esperarse es
que Bartolomeo I le siguiera este macabro juego eclesiástico, tanto así,
que hasta se prestó a retratarse con una pobre niña con "síndrome de
Down" cuando visitó un Hospital Pediátrico en La Habana; facilitándole
al gobierno comunista una especie de pancarta o marketing publicitario
de la Salud Pública Dolarizada de Cuba. (Véase el rotativo "El Nuevo
Herald" de fecha domingo 25 de enero del 2004).
Y ahí no queda el entuerto, cabe ahora preguntarse, con todo el respeto
que nos merece el imponderable de la muerte -anunciada o no-, ¿quién le
dará los Santos Oleos al Dr. Fidel Castro al momento de expirar?
¿Bartolomeo I o el actual Papa de la Iglesia Católica? (ya fallecido
Juan Pablo II).
Y, ¿qué ha dicho o hecho el pueblo cubano dentro de la Isla al respecto?
A lo mejor, con la mansedumbre que le provoca el terror psicológico,
simplemente lo disculpen comentando: "¡Oh! es que Fidel está en la etapa
otoñal de la vida. Confunde las cosas.
Y así anda el mundo con el Caso Cuba, puramente confundido.
No comments:
Post a Comment