La nueva televisión
Juan González Febles
LA HABANA, Cuba - Enero ( www.cubanet.org) - La televisión cubana inició
el año 2007, llamado el 49, sin discursos y con promesas de mejorías. Se
dice que se destinará uno de los canales existentes al cine, el cual
trasmitirá películas en el estilo de HBO, en una programación que se
extenderá hasta la madrugada. Se trata -dicen- de un esfuerzo muy serio
contra las antenas satelitales piratas y los bancos de video clandestinos.
Todo parece indicar que algunas soluciones represivas cederán su espacio
a otras más elaboradas e inteligentes. Por lo pronto, se reponen
películas de la era soviética y seriales que conocieron el éxito y la
celebridad en los años 70 y 80 del pasado siglo.
Uno de ellos, La gran rebelión, exalta al estamento militar y trata de
humanizar y hacer potable a la casta militar. Como dato curioso e
ilustrativo, puede apreciarse hasta qué punto la ausencia marca pautas
en Cuba. Actores como Reynaldo Miravalles, el difunto Pedro Rentería y
Caridad Ravelo, entre otros, junto a algunos guionistas y el resto del
equipo técnico, residen en Miami, Madrid y otros puntos del planeta.
El esfuerzo, según explicaron fuentes de los medios televisivos que
prefirieron guardar su anonimato, paliará la general irritación por el
desastroso estado del transporte y lo demás. El gobierno aspira a que la
gente se quede en casa viendo películas o dramatizados controlados por
la censura.
El pujante movimiento de cine independiente, que hasta este momento
circula de mano en mano en cassettes y DVD, tendrá un limitado espacio
en el nuevo canal. Decimos limitado porque algunas producciones
nacionales seguirán orientadas al extranjero.
Los filmes Guantanamera y Fresa y chocolate, del inmortal Tomás
Gutiérrez Alea, seguirán fuera de la pequeña pantalla. También serán
excluidos Havana blues y Frutas en el café. No importan las caras de las
lunas del grupo oficial que se ocupa de la sexualidad, ni la recién
estrenada tolerancia cosmética con los homosexuales. Tampoco la docta
opinión de Alfredo Guevara.
Las nuevas medidas, además de preservar la precaria pureza ideológica de
las masas, garantizan una imagen más distendida para el régimen en el
exterior.
Por lo pronto, 2007 promete ser más benigno en las pantallas de
televisión. Más vale que así sea. Asomarse a él desde la tele pantalla
será como comprar vegetales y otros comestibles en el triunfalista
Noticiero Nacional de Televisión, un éxito virtual. Sin transporte y sin
economía, el año regido por Oyá y por Ochosi, con sus policías,
cárceles, cementerios, rayos y centellas, no augura nada bueno.
jgonzafeb@yahoo.com
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