POLITICA
Falta de civismo y doble rasero
Oscar Sánchez Madan
MATANZAS, Cuba - Abril (www.cubanet.org) - El doble rasero de la
política del gobierno de Fidel Castro se ha puesto nuevamente de
manifiesto. El pasado 17 de abril, el diario Granma, órgano oficial del
Partido Comunista de Cuba, publicó una información en primera plana, en
la que condena, a quienes a su juicio, arriesgan la vida y la seguridad
de los niños cubanos.
Dicho rotativo hace alusión a una operación de contrabando humano que se
intentó llevar a cabo durante la madrugada que precedió al 6 de abril
ultimo por la ensenada de Bacunagua, al sur de la occidental provincia
cubana de Pinar del Río. Como consecuencia de ello, señala Granma, fue
necesario socorrer en la costa a un grupo de 39 personas, entre ellas
siete niños, que se encontraban en el lugar en condiciones muy
difíciles. Estos últimos, según el diario, debieron ser hospitalizados.
De ser cierto todo lo que asegura Granma, es ése, por supuesto, un hecho
condenable. Pero como ya es habitual, y debido a que los comunistas
sacan provecho hasta de las más terribles tragedias para alimentar su
politiquería barata, en la referida información, el matutino, sin
argumentos sólidos y creíbles, y haciendo uso de una clásica retórica
hitleriana, luego de acusar a Estados Unidos de ser el supuesto
responsable de la emigración ilegal, manifiesta, idílicamente, que la
vida de un niño es lo más importante y nada ni nadie puede ponerla en
peligro.
Para quienes conocemos la falta de civismo y el doble rasero de la
política del régimen comunista, todo esto resulta más de lo mismo.
Preocuparse por la vida de algunos infantes cubanos es algo razonable y
natural, siempre que la preocupación sea desinteresada y no tenga
motivaciones políticas, pero mucho mas importante, humano y ético, sería
ocuparse de la vida de todos los niños cubanos. Digo esto porque el
principal órgano de propaganda castrista no ha dicho nunca una sola
palabra sobre los miles de niños cubanos, cuyos padres y familiares han
sido juzgados y condenados a pena de muerte por fusilamiento desde 1959
hasta la fecha en causas sumarísimas en las que no se han respetado las
mínimas garantías procesales internacionalmente reconocidas.
Granma no se interesó en su momento por la vida de aquellos niños que
fueron desalojados de sus viviendas junto a sus progenitores en la zona
del Escambray durante la lucha insurreccional anticastrista de los años
60, los cuales fueron reconcentrados en los llamados pueblos cautivos
ubicados a gran distancia de sus hogares de origen, en condiciones
muchas veces infrahumanas y bajo la estrecha vigilancia de la Seguridad
del Estado y de los oficialistas Comités de Defensa de la Revolución.
No preocupó a Granma la suerte de las decenas de miles de infantes cuyos
padres y familiares fueron repudiados, ultrajados, golpeados y hasta
asesinados en 1980, durante el éxodo de Mariel, por el solo hecho de
decidir abandonar el país para alejarse de la vida de miseria y
represión que los agobiaba.
Tampoco el rotativo se ha interesado por ayudar a esclarecer aquel
abominable crimen fraguado y ejecutado por funcionarios del régimen,
quienes el 13 de julio de 1994 hundieron, en un lugar próximo a la Bahía
de La Habana, el remolcador 13 de Marzo, hecho en el que fueron
asesinados, y así lo denunciaron los sobrevivientes, alrededor de 40
personas, entre ellas, más de una decena de niños.
¿Dónde han estado los periodistas de Granma durante estos últimos siete
meses, en que la policía política ha organizado, entrenado y dirigido a
las turbas que protagonizan violentos actos de repudio, y desorden
público frente a las humildes viviendas de centenares de personas
decentes y pacificas cuyo delito es no comulgar con la ideología oficial?
¿Acaso desconocen que en la mayoría de esos hogares, vulgarmente
asaltados, hay niños de todas las edades, muchos de los cuales sufren,
por dicha causa, serios trastornos psicológicos?
Por citar un solo ejemplo, entre muchos otros, diré que el niño Alisbel
Sigler García, de ocho años, nieto del dirigente opositor Juan Francisco
Sigler Amaya, quien reside en calle 22 #1912 entre 19 y 21, Pedro
Betancourt, Matanzas, se ha visto obligado a atenderse con especialistas
en psicología y psiquiatría debido a que no duerme bien, teme a la
oscuridad, se muestra muy intranquilo, y su nivel de concentración en
las clases ha disminuido considerablemente. Frente a su domicilio se han
efectuado desde el pasado mes de octubre hasta la fecha seis actos de
repudio.
La lista de los desmanes cometidos por el régimen contra los niños
cubanos es bastante amplia. Así deberían ser el honor y la vergüenza de
quienes en la isla, o en cualquier parte del mundo, se atrevan a alzar
la voz para defender, si es que lo hacen con dignidad, la vida y la
seguridad de los infantes. La causa principal del sufrimiento de
nuestros niños, y por la que miles de cubanos se empeñan en emigrar y
exiliarse cada año, radica en la esencia explotadora, inhumana y
represiva de un régimen totalitario y clásicamente estalinista, cuya
política es incivilizada y de doble rasero.
http://www.cubanet.org/CNews/y06/apr06/26a6.htm
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