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Wednesday, April 27, 2016

Un nombramiento continuista o reformista?

¿Un nombramiento continuista o reformista?
El papa Francisco ha nombrado como nuevo arzobispo de La Habana al
monseñor Juan de la Caridad García Rodríguez
miércoles, abril 27, 2016 | Roberto Jesús Quiñones Haces

El nuevo arzobispo de La Habana, Juan de la Caridad García Rodríguez,
junto al presidente cubano Raúl Castro durante la inauguración de la
nueva sede del seminario San Carlos y San Ambrosio de La Habana. (foto
tomada de 14ymedio)

GUANTÁNAMO, Cuba.- Ayer martes 26 de abril del 2016 el arzobispado de La
Habana informó que el papa Francisco nombró como nuevo arzobispo de La
Habana al monseñor Juan de la Caridad García Rodríguez, que hasta ese
momento se desempeñaba como Arzobispo de Camagüey.

Juan de la Caridad García Rodríguez pronto cumplirá 68 años. Estudió
Filosofía y Teología en el Seminario San Basilio de El Cobre y en el
Seminario Mayor de San Carlos y San Ambrosio en La Habana. Fue ordenado
sacerdote el 25 de enero de 1972 y su ejercicio pastoral ha estado
constreñido hasta ahora a las diócesis de Ciego de Ávila y Camagüey, en
las parroquias de Morón, Ciego de Ávila y Jatibonico. También fue
vicario en la vicaría Ciego de Ávila-Morón. En 1989 fue nombrado párroco
de Florida. Fundó y dirigió la escuela para misioneros de la diócesis de
Camagüey.

El 15 de marzo de 1997 fue nombrado obispo auxiliar de Camagüey y
recibió la ordenación episcopal el 7 de junio de ese año. El 10 de junio
del 2002 fue nombrado arzobispo de Camagüey.

Un suceso importante para la Iglesia Católica Cubana

Este nombramiento se produce a consecuencia de la renuncia que el
cardenal Jaime Ortega y Alamino presentó a su santidad el papa Benedicto
XVI el 18 de octubre del 2011 y que ahora se ha hecho efectiva.

Aún se desconoce la fecha en que el nuevo arzobispo tomará posesión de
su cargo pero no es un secreto que su nombramiento ha ocurrido en una
coyuntura muy difícil para nuestra patria, en la que confluyen tres
circunstancias ineludibles: 1) El nuevo contexto político creado entre
Cuba y EEUU luego del restablecimiento de las relaciones diplomáticas;
2) El recién terminado Séptimo Congreso del Partido Comunista de Cuba
y el anuncio de cambios hecho por la cúpula gobernante y 3) El éxodo
indetenible de los cubanos, unido al creciente descontento popular y a
la progresiva fortaleza de la oposición pacífica.

La Iglesia católica cubana aspira a recuperar espacios que le han estado
vedados desde 1959. Constituyen anhelos irrenunciables del laicado
católico —compartidos por hermanos cristianos de otras denominaciones—
que sus hijos puedan estudiar en colegios religiosos y que todos los
cristianos contemos con los medios de comunicación que ayuden a la
formación de nuestras familias. Ambos son derechos humanos violados
sistemáticamente por el gobierno cubano.

A pesar de tener una agenda muy apretada, el monseñor Wilfredo Pino
Estévez, obispo de la diócesis Guantánamo-Baracoa y sacerdote
camagüeyano que trabajó con Juan de la Caridad, tuvo la gentileza de
responder algunas preguntas a Cubanet relacionadas con este importante
suceso para la Iglesia católica cubana:

Pregunta: El nombramiento del monseñor Juan de la Caridad García
Rodríguez como arzobispo de La Habana ha tenido gran repercusión. Usted
trabajó con él en la archidiócesis de Camagüey, ¿qué cualidades cree que
distinguen al monseñor Juan? ¿Lo sorprendió este nombramiento?

Respuesta: Monseñor Juan es el hombre de la misión y de la caridad. Son
dos cualidades que lo distinguen por encima de otras más que tiene. Su
lema es la conocida expresión de San Pablo: "Ay de mí si no evangelizo".
Ciertamente es un hombre que no descansa, que busca llegar con el
evangelio a todos los rincones posibles de nuestra geografía y que, para
ello, invita a todos a ir de misión con él. Es misionero las 24 horas
del día y los 365 días del año. Por otra parte, vive preocupado y
ocupado en lo que se refiere a los necesitados de ayuda, a los enfermos,
a los minusválidos, etc. Siempre anda buscando cómo alimentar a los que
no tienen mucho o casi nada. Lo mismo hace gestionando pampers o medicinas.

En cuanto a que si me sorprendió este nombramiento respondo
categóricamente: En lo absoluto. Yo siempre pensé que en Juan brilla de
manera especial "el olor a ovejas" del que habla el Papa Francisco tan a
menudo. Además, tuvo la escuela del monseñor Adolfo Rodríguez (anterior
arzobispo de Camagüey), cuyo proceso de canonización va adelante. Yo no
olvido las veces, cuando el monseñor Juan era el sacerdote párroco de
Florida, que se iba en un camión a traer leña del monte con la que poder
cocinar los dos almuerzos que preparaba cada semana para llevar a más de
200 personas necesitadas… Es un hombre, además, que se conoce todas las
salas de los hospitales de los pueblos por donde ha pasado: sabe si la
sala de ortopedia queda entrando a la derecha, o si cirugía está en el
tercer piso… Y, aunque parezca un poco sorprendente: ¡le encanta la
pelota! Y siempre que puede, la ve por televisión. Es capaz, incluso, de
discutir sobre el tema con otros "peloteros"…

Pregunta: Seguramente este nombramiento hecho por el papa Francisco
implicará otros movimientos dentro del Episcopado cubano y nuevos
nombramientos de obispos. ¿Lo cree usted? A propósito, ¿pudiera
compartir con los lectores de Cubanet cómo se nombra a un obispo, qué es
lo que determina que un sacerdote sea nombrado obispo y otros no? ¿Se
exige determinada edad para que un sacerdote pueda ser obispo?

Respuesta: Por supuesto que debe haber nuevos nombramientos. Ahora el
papa tendrá que nombrar un nuevo obispo para Camagüey, y también está
pendiente el nombramiento del obispo para Ciego de Ávila porque ya su
obispo actual, monseñor Mestril, ha llegado al límite de edad y ha
debido presentar su renuncia. También, en su momento habrá que nombrar
otro obispo auxiliar para La Habana en sustitución de Monseñor Petit,
cuya renuncia por límite de edad también fue aceptada hoy por el sumo
pontífice.

Con relación a la pregunta sobre cómo se nombra un obispo y las demás:
Compete a las Nunciaturas Apostólicas en cada país presentar al Santo
Padre los posibles candidatos al Episcopado. Esa lista la brinda la
Nunciatura al papa después de escuchar en Cuba a muchas personas y
consultarlas por escrito "bajo secreto pontificio": obispos, sacerdotes,
diáconos, religiosas, laicos. Esto hace que el último que se enterará
será el propio que es nombrado. En ese momento, el elegido es
consultado, siempre bajo secreto, si acepta o no. Si su parecer es
positivo, la Nunciatura informa a Roma y ya se fija una fecha y hora en
que se hará público el nombramiento. En Cuba, generalmente, nos
enteramos temprano, al amanecer, porque la hora que se fija son las doce
del día, hora de Roma, y como tenemos seis horas de diferencia con Roma,
pues nos enteramos a las 6 de la mañana. Por supuesto que el candidato
debe tener ya un tiempo en que ha ejercido su labor sacerdotal.

Pregunta: Desde la visita de Juan Pablo II a Cuba el gobierno cubano y
la alta representación de la Iglesia católica se han acercado, han
dialogado y es conocido el papel mediador de la institución en la
solución de varios conflictos. Este nombramiento se produce en un
contexto histórico significativo, además de que será ejercido en La
Habana, donde los conflictos sociales y políticos cada día son mayores.
¿Usted cree que el monseñor Juan de la Caridad seguirá la misma línea
del cardenal Jaime Ortega y Alamino o cabe esperar de él un mayor
acercamiento a los cubanos que sufren por causas políticas?

Respuesta: Acabo de leer una declaración del monseñor José Félix,
secretario adjunto de nuestra conferencia de obispos, con la que estoy
de acuerdo: Pienso que la relación entre Juan y el Estado será positiva.
Los cambios positivos que ha registrado la relación han dependido
también de circunstancias que van más allá de la misma vida de la
Iglesia. Es decir, hay unas circunstancias políticas que favorecieron el
que la Iglesia pudiera tener mejores espacios para cumplir su misión.
Esos espacios todavía no son suficientes. Hay mucho que hacer todavía en
el tema de la libertad religiosa, acceso a los medios de comunicación,
así como la presencia de la Iglesia en la educación de las nuevas
generaciones de cubanos.

No se trata de seguir "líneas" de tal o cual persona. El monseñor Juan
va a seguir la "línea de Jesucristo y su Iglesia" que quiere que "todos
se salven y lleguen al conocimiento de la verdad". No se cansará de
llamar a todos a la conversión. Estoy seguro que la gente toda lo va a
sentir cercano. Y será un ejemplo para todos, como lo ha sido siempre
para mí. La gente no va a olvidar sus homilías porque le habla al pueblo
sencillo, y con ejemplos y anécdotas a su alcance. Fue capaz, en medio
de su homilía en la solemne ordenación episcopal del Obispo de
Bayamo-Manzanillo y el de Cienfuegos, de mencionar el nombre de un
personaje de la novela brasileña que en ese momento se televisaba en
Cuba, lo que provocó muchas risas entre los presentes. Quizás el
"secreto" del monseñor Juan es que dedica mucho tiempo en las madrugadas
a rezar… Sencillo, humilde, entregado al servicio de la Iglesia.

Source: ¿Un nombramiento continuista o reformista? | Cubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/un-nombramiento-continuista-o-reformista/

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