Recuerdos de mi pueblito amado
[30-10-2015 22:08:24]
Enrique Díaz Rodríguez
(www.miscelaneasdecuba.net).- Ha pasado el tiempo y el recuerdo de
Santiago de las Vegas prosigue intacto en la memoria. Cuántas
experiencias vividas durante mis años juveniles en aquel querido pueblo.
Ya no lo visito regularmente. Me ha faltado el coraje para recorrer a
plenitud sus calles. Quizás porque le faltan los buenos amigos del ayer.
Mi Santiago de antaño era un lugar ideal para caminar con el alma
cargada de sueños.
La cafetería y la pizzería en las que merendaba al salir del deporte. La
heladería y el popular local en donde vendían la malta más sabrosa que
he probado. El museo del pueblo con sus machetes y fusiles que
descubrieron para mi cientos de heroicas batallas mambisas, en las que
cargué a degüello.
Recuerdo con nostalgias al eterno amigo de pelo ensortijado, a sus
cuadros colmados de trazos multicolores y a su bondadosa familia.
Las fiestas los sábados por la noche en el medio de la calle en donde
con vestimentas sencillas, los mas, bailábamos al compas del Rock y el
New wave sin preocuparnos por nada.
Al primer amor y la primera desilusión.
Y qué decir de las correrías en un día de verano junto al amigo de
pronunciada nariz, para encontrar un nido con algún pichón dentro.
Aun me parece estar mirando las gigantescas matas de tamarindo
atiborradas de intrépidos niños pugnando por saborear en lo alto los
ácidos frutos.
A finales de los años ochenta mi vida dio un giro inesperado y terminé
alejado de mi pueblito y mis amigos.
Mucho tiempo después, con el sabor de la estrenada libertad en el
rostro, anduve de pasada por Santiago pero me faltó por vez primera
coraje para recorrerlo.
Me pareció aquella vez que agonizaba bajo mi mirada.
Cosas de la suerte, recientemente encontré en la Internet, junto a sus
trazos multicolores, al eterno amigo. Ya no vive en Santiago de las
Vegas, menos aún en Cuba.
Sus pasos siguieron la senda de los incontables viajeros.
Volvió a renacer el amor por el pueblito amado en las palabras de mi
eterno amigo y volvieron de a golpe las noches bohemias, la escuelita de
madera y los juveniles deseos.
Ya no visito ocasionalmente a mi Santiago. Me sigue faltando el coraje
para recorrer a plenitud sus calles. Quizás sea porque ya no me parece
el mismo sin mis viejas amistades. Tal vez por eso es que prefiero
recordarlo en el ayer.
Mi Santiago de antaño era un lugar para recorrer con el alma cargada de
sueños y de amigos. Los mismos amigos que perdí en los ochenta, en los
noventa y en años recientes.
Los mismos amigos que desde la distancia quizás me recuerden junto a
Santiago de las Vegas, presas ellos de nostalgias en tierras extrañas,
solo yo en la patria con mis viejos recuerdos.
Source: Recuerdos de mi pueblito amado - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/5633dc483a682e0124fc017e#.VjS4lvmrTjY
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