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Friday, October 02, 2015

El chirrín chirrán de los Castro

El chirrín chirrán de los Castro
Los éxitos y el buen ritmo del rejuego que se traen los Castro, Barack
Obama y hasta el propio papa Francisco, esta hilvanado a eso que llaman
"oro negro"
OPINIÓN | 01 de Octubre de 2015
MIAMI.-DR. DARSI FERRET

El halo de triunfador que acompañó al gobernante Raúl Castro en su
reciente gira por New York, con motivo de su participación en la
Asamblea General de la ONU, deriva del éxito que le arropa el timonazo
en dirección a restablecer las relaciones con la Casa Blanca. Después
del anuncio de normalización del 17 de diciembre, la imagen del dictador
cubano se transformó en la de un estadista responsable y con
legitimación ante la mirada de la opinión pública internacional. Y esa
victoria luego de más de medio siglo ha sido sin dejar a un lado el
manejo antidemocrático del poder, y sin aplicar ninguna reforma en
sentido del respeto a las libertades y derechos fundamentales del pueblo
de la isla. Pero ojo, todos los pronósticos indican claramente que la
gozadera no le durará mucho.

Y es que resulta fácil seguir las huellas que conducen a Roma, o en este
caso a EEUU. Los éxitos y el buen ritmo del rejuego que se traen los
Castro, Barack Obama y hasta el propio papa Francisco, esta hilvanado a
eso que llaman "oro negro". El precio del petróleo, que muestra un
súbito bajón al haber cotizado en los últimos años a más de 100 y ahora
rondar los 40 dólares por barril, viene a ser el tiro de gracia que
rematará al régimen chavista impuesto en Venezuela. La defunción de ese
Gobierno provocará que se evapore el subsidio multimillonario del que
sobrevive el castrismo de La Habana. Los que suplanten en el poder a
Nicolás Maduro lo primero que harán será cerrar el grifo de la tubería
de petróleo y cash regalado para los Castro. Llegado ese momento, la
insuficiente producción económica de la isla no alcanzará para cubrir
los gastos imprescindibles que requiere el sostenimiento del anacrónico
régimen.

La situación de colapso económico, financiero y comercial de Venezuela
es consecuencia de la probada inviabilidad del modelo socialista. Hoy
esa rica nación sudamericana está sumida en el caos del
desabastecimiento, la imparable inflación, inseguridad, violencia y el
endeudamiento hasta con las once mil vírgenes. La entrada de divisas al
país depende en más de un noventa por ciento de la labor del gigante
petrolero PDVSA, y su producción se ha reducido en un tercio,
principalmente por la pésima gestión empresarial y la falta de inversión
en la industria. Entre otros compromisos asfixiantes, adeuda
significativas cantidades del petróleo por extraer debido a los pagos de
multimillonarias obligaciones contraídas con acreedores como China, y a
la responsabilidad de compensar a compañías extranjeras que fueron
perjudicadas por las medidas de nacionalización y expropiaciones.

Para conservar el sillón presidencial y mantener tranquilas las
facciones militares rivales, Nicolás Maduro está obligado a conservar la
custodia que le cumple el aparato de inteligencia y represión de los
Castro, a un saldo de 8 a 10 mil millones de dólares anuales. Esa
factura va unida a no perturbar, o hacerse de la vista gorda, ante el
saqueo de las arcas del Estado y la implicación creciente en actividades
de narcotráfico, lavado de dinero, tráfico de armas y vinculación con
gobiernos y agrupaciones terroristas por parte del generalato
bolivariano. La sumisión del pueblo en general y la lealtad de las filas
chavistas, se rige por el mantenimiento de políticas sociales que
garanticen los programas de subsidio a la gasolina, misiones médicas y
planes de enseñanza a todos los niveles diseñados para los pobres, los
mercados estatales con productos básicos subsidiados, el regalo o venta
a precios simbólicos de viviendas, automóviles, neveras, ventiladores,
aires acondicionados, el empleo de miles de trabajadores a base de
inflar las plantillas en las irrentables empresas del Gobierno... Todo
ese clientelismo populista implementado a un costo insostenible.

La alianza política de los gobiernos latinoamericanos y caribeños,
también se estructuró sobre la base de la danza de billones de
petrodólares que son los sostenedores del andamiaje institucional creado
por el fallecido Hugo Chávez, para fabricarse una hegemonía regional
compuesta por ALBA-UNASUR-CELAC-Petrocaribe. El manejo irresponsable de
las riquezas del país por parte de Gobierno chavista ha llevado a la
repartición de maletas de dinero por doquier para favorecer a sus
gobiernos satélites, como recuerda el caso del empresario Guido Antonini
Wilso, quien fuera atrapado en un aeropuerto de Argentina cargado con
una maleta donde transportaba escondidos 800 mil dólares para regalo a
la campaña presidencial de Cristina Kirchner. Por su parte, los
beneficiarios del petróleo distribuido por Petrocaribe disfrutan de la
concesión de precios desconectados del mercado internacional, con
intereses del uno por ciento y facilidad de plazos que llegan hasta la
época de las calendas griegas.

La situación de descalabro del chavismo empeora debido a la tendencia a
la baja de los precios del petróleo, sin posibilidad de recuperación por
el momento. Influye en este inesperado comportamiento la falta de
despegue de la economía europea, la recesión en la que se encuentra
China y, sobre todo, el incremento de la producción petrolera de EEUU,
que casi duplica sus cifras con respecto al 2008, cuando producía cinco
millones de barriles diarios y hoy supera los nueve millones. El salto
cuantitativo en la producción de la industria norteamericana se basa en
la llegada del fracking, que consiste en la fracturación hidráulica de
la roca de esquisto para producir petróleo y gas, además del desarrollo
alcanzado en la perforación en aguas profundas gracias a las tecnologías
de avanzada. Estas circunstancias implican una reducción de la demanda
en medio de la saturación de petróleo en el mercado. Además, se espera
que pronto Irán pueda aportar una inyección adicional de 1 millón de
barriles diarios, a consecuencia de la eliminación de las sanciones
económicas luego del acuerdo firmado por la nación persa y el grupo de
países 5+1 (EEUU, Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania), en
compensación por comprometerse a limitar su programa nuclear.

El cartel de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP),
con Arabia Saudí a la cabeza, esta vez no puede acudir a su esquema
tradicional de control de precios, que consiste en la disminución de la
producción para apelar a la ley de oferta-demanda. Y la traba es porque
si bajan su producción estimulan más la inversión de las compañías
norteamericanas en el fracking y la perforación en aguas profundas. Así
que la decisión de las monarquías del Golfo Pérsico ha sido aferrarse a
preservar su parte del mercado incrementando la producción. La apuesta
por esa estrategia está dada porque en sus pozos a ellos le cuesta
producir un barril de petróleo de 3 a 4 dólares, mientras con el método
de fracking los costos oscilan entre 32 y 34 dólares por barril. Que los
precios fluctúen por debajo de los 60 dólares el barril busca
desestimular la inversión en el fracking y la perforación en aguas
profundas.

Previendo el cauce de la pronta caída del chavismo, Raúl Castro no tenía
otra alternativa que no fuera claudicar en brazos del Gobierno de EEUU.
A su edad y con las demás puertas cerradas, en su afán de ganar tiempo
depende de la oxigenación económica que pueda brindarle la Casa Blanca.
Su meta es que el comercio, la inversión, los programas de ayuda al
desarrollo y los créditos estadounidenses sirvan de sustitutos al
comprometido subsidio venezolano. Guardaba debajo de la manga el haz de
la garantía de estabilidad en la isla para negociar con su antiguo
enemigo. Y es que un desplome del régimen lo que generaría es vacío de
poder e inestabilidad, situación que empujaría al éxodo masivo y a la
posibilidad de que el país se convierta en refugio y base operativa del
narcotráfico y el terrorismo internacional, con intención de afectar a
los EEUU. Esa deriva constituye una seria amenaza de seguridad nacional
para el vecino del Norte. Por ello, a Barack Obama le resultó más
beneficioso restablecer las relaciones diplomáticas y estimular a que
los cambios en la isla sean graduales, controlados y con el protagonismo
de los Castro y sus estructuras de poder.

Hasta aquí la historia va tal y como ha sido planificada, según las
aspiraciones. Raúl conserva un control férreo de la sociedad, se
reconoce y acepta su autoridad en el plano internacional y abre el país
lentamente al comercio con los norteamericanos. Obama sigue acercándose
a la dictadura y socavando el embargo mediante órdenes ejecutivas. El
papa Francisco y la jerarquía católica cubana se aprovechan del rol de
mediadores en el nuevo acontecer de ambos gobiernos para consolidar en
la isla la presencia e intereses de la Iglesia. Solo la variable
Venezuela está fuera del plan establecido. Y lo determinante es que
cuando se desplome el chavismo, cogerá a los Castro sin haber logrado la
autosuficiencia económica. La lentitud de sus cambios y el terror que le
tienen a las reformas libertarias los llevan a reafirmarse en los
esquemas represivos y antidemocráticos de siempre. Sus medidas se
enfocan en maniobrar a nivel foráneo, pero se aferran al inmovilismo que
les ha dado resultado y les brinda seguridad en el territorio nacional.
La Casa Blanca cuenta con facultades para aflojar las sanciones
económicas pero no puede levantar el embargo, que está codificado en el
Congreso y esta es la única institución con facultades de eliminarlo.
Tampoco Obama dispone de los mecanismos para sustituir por debajo de la
mesa los 8 a 10 mil millones de dólares que por concepto de subsidio la
dictadura perderá de golpe cuando ya no estén sus benefactores bolivarianos.

Y siguiendo el patrón de los escépticos que apelan al razonamiento de
que los Castro siempre se salvan, como hasta ahora, hay que terminar
valorando las posibles vías de escape con las que puedan contar. Países
como China, Rusia, Irán y Brasil no tienen la más mínima oportunidad de
ocupar el rol de Venezuela, sirviendo de salvavidas económico a los
Castro. Ninguno de ellos dispone de los recursos económicos para
prescindir de la cuantiosa suma de dinero que hay que pasmar anualmente
para mantener al régimen. Tampoco Cuba pertenece al área de influencia
de estos países ni les aportaría ganancia geoestratégica relevante
sostener la dictadura en pie a costa de exprimir sus bolsillos. Los
gobiernos de esas cuatro naciones siempre se han comportado como aliados
políticos del régimen, y seguirán en ese rol hasta final, pero eso no es
lo definitorio. Para subsistir en el poder la alianza que necesitarán
los Castro no será política sino económica, traducida en miles de
millones de dólares de regalo. Así que a los que hoy llevan ventaja la
euforia, el baile, la música, la fiesta y el buen tino esta por
acabárseles. Se acerca el momento de cambios definitorios y verdaderos
para el pueblo cubano.

Source: El chirrín chirrán de los Castro :: Diario las Americas :: Cuba
-
http://www.diariolasamericas.com/4847_cuba/3374720_chirrin-chirran-castro.html

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