Basura en La Habana
PEDRO CAMPOS | La Habana | 4 Ago 2015 - 10:34 am.
Elección democrática de las autoridades y presupuestos participativos,
dos ejes en la solución de los problemas comunales.
Las noticias salen en los informativos de la TV cubana a cada rato, en
la prensa oficial escrita y en la radio: no se recogen la basura ni los
escombros a tiempo, se crean basureros en cualquier esquina, los
recolectores están en mal estado, los camiones no hacen su trabajo y así
por el estilo. Lo mismo en Centro Habana que en La Lisa, Marianao, San
Miguel del Padrón o El Cerro.
En los municipios Plaza de la Revolución y Playa, donde están los
barrios principales de la antigua burguesía, ocupados en gran parte por
la "nueva" que "heredó" muchas de las majestuosas viviendas, la
situación es mejor. En los municipios Boyeros y Diez de Octubre hay
zonas que parecen importar más a las autoridades que otras.
Pero la conclusión de los periodistas oficiales es que todo es
consecuencia de "la falta de cultura higiénica en la población". Piedra
pá abajo, nadie tira pá rriba.
Es el enfoque tradicional de la burocracia político-militar que trata de
descargar todas las culpas de los problemas que existen en la sociedad
cubana en el pueblo y los trabajadores "que no quieren trabajar, no
agradecen los esfuerzos de la Revolución por mejorar sus condiciones de
vida, no cuidan el transporte o no tienen cultura higiénica".
Realmente la basura está extendida en la capital, como extendidas están
las justificaciones de la burocracia para sus desastres de todo tipo sin
control popular que le permiten seguir lucrando y dilapidando el dinero
del pueblo, disfrutando plácidamente de las "mieles del poder".
Y es que si bien el aparato de Servicios Comunales, el encargado de
recoger la basura, tiene una estructura que llega a los municipios,
realmente no existe ningún control popular sobre el mismo, sobre los
recursos y miles de litros de gasolina y petróleo, como no lo existe
sobre ninguna actividad de la burocracia que se las pasa dando paseítos
por el país, dizque para controlar las inversiones, la marcha de la
zafra, etc., cuando debería ser la burocracia la que sea sometida a
escrutinio del pueblo.
Esos burócratas que van a "pasito cuncún" a revisar la "marcha del país"
no se dan cuenta del papelazo que están haciendo, al dejar bien claro
que la elite burocrática es la que hace el papel de dueño y no los
trabajadores, en este socialismo de mentiritas.
¿Por qué la televisión no pone las asambleas donde los trabajadores
discuten los planes de producción, las inversiones y la repartición de
utilidades? Simplemente porque no existen tales asambleas.
Y solo me he referido a la basura, sin mencionar los derrumbes ya
sistemáticos en Centro Habana y La Habana Vieja, las calles llenas de
huecos y baches incluso de avenidas importantísimas como la Calzada de
San Miguel del Padrón, o de barrios enteros sin aceras, con calles
todavía de tierra, en la mismísima Habana a la que no van turistas.
Pero no existen presupuestos locales para estos otros menesteres. Ese
monstruo de siete cabezas que todo se lo traga y todo lo decide,
llamado Estado, es el que determina qué calles y zonas ameritan ser
priorizadas según sus intereses, que evidentemente no tienen nada que
ver con los intereses de los pobladores de La Cuevita en San Miguel del
Padrón, Palo Cagao en Marianao o El Huego en la Lisa.
Como es sabido, los dirigentes municipales del Poder Popular son
elegidos por los delegados, o sea que son producto de una elección
indirecta, generalmente propuesta desde arriba. El pueblo no es quien
elige directamente al alcalde municipal que muchas veces nadie ni conoce
y los presupuestos municipales vienen determinados desde arriba, hasta
por partidas: tanto para salud, más cuanto para educación, no sé cuánto
para recoger la basura...
Los impuestos que pagan las diferentes actividades económicas de los
municipios no quedan en la región y todo va a la nación. La estructura
de la ONAT en el Municipio no recoge impuestos para el Municipio sino
para el Gobierno nacional, que es quien determina los presupuestos.
Los trabajadores por cuenta propia, los choferes de los almendrones, los
que alquilan sus casas para extranjeros, los que tienen negocios de
servicios gastronómicos o de otros tipos que pagan enormes impuestos, no
saben qué se hace con ese dinero. Nada establece que se le informe de
eso al pueblo. No hay una página web pública que contenga ningún dato
acerca de cómo se gasta la plata de la nación, la de los municipios. No
hay transparencia informativa sobre el dinero que la gente aporta al
presupuesto.
Y después nos dicen que esta es la mejor democracia del mundo.
La gente paga altos impuestos y se le dice que son para resolver los
gastos estatales de salud, educación y seguridad social, pero en verdad
nadie sabe cuánto de lo que aporta va para esos gastos, ni cuánto se
traga la gran burocracia nacional, provincial y municipal de ministerios
y organizaciones políticas y de masas que gozan de altos salarios
relativos y disponen de infinidad de edificios, viviendas, casas de
tránsito, y gastos en dietas, viáticos, autos, etc. en el territorio
nacional y hacen visitas frecuentes al exterior con cargo a ese
presupuesto.
¿Y los presupuestos y gastos del MINFAR y MININT? Se sabe que la
Contraloría General de la República no se puede meter allí, que son
gastos de "seguridad nacional", (el Gobierno-Partido-Estado se considera
a sí mismo la nación) pero también sabemos que… sí, seguro que
Industriales va a ganar el próximo campeonato de pelota…
He abordado básicamente dos aspectos fundamentales: la elección
indirecta de las autoridades municipales y la forma en que se determinan
los presupuestos del Municipio. Mientras no sea el pueblo el que elija
directamente a las autoridades municipales para que respondan a los
electores y mientras los presupuestos locales no sean discutidos,
aprobados y manejados por los municipios como mandatos de sus
respectivos pobladores para ser ejecutados por los alcaldes elegidos,
las calles de La Cuevita seguirán rotas, La Calzada de San Miguel del
Padrón seguirá llena de baches llenos de agua podrida igual que la calle
del paradero de San Agustín en La Lisa, y Centro Habana seguirá llena de
basura y escombros por doquier. Los problemas que afectan a los
municipios seguirán sin resolverse.
De manera que la elección democrática directa de los autoridades y los
presupuestos participativos, a todos los niveles, son dos de los
aspectos fundamentales que debe tener en cuenta la nueva Constitución
para tratar de resolver los graves problemas que afectan los diferentes
municipio del país y de la nación misma.
Source: Basura en La Habana | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1438630328_16112.html
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