Activan México y Cuba la política del mojito
Aun siendo remotas las posibilidades de que cristalice el actual
optimismo de una Cuba próspera, lo cierto es que la Isla es vista como
un nuevo El Dorado, tras la distensión con Washington
Rubén Cortés, México DF | 01/07/2015 10:14 am
Los legisladores mexicanos no podían dejar de viajar al destino de
turismo político del momento: La Habana. La justificación, otra "reunión
interparlamentaria", de esas que sólo sirven para ir a tomar mojito.
Otro pretexto, el timing por el anunciado restablecimiento de relaciones
diplomáticas con Estados Unidos y la apertura comercial al mundo de un
país casi sin industria, donde los ciudadanos carecen de libertad de
empresa y el Estado es dueño de los medios de producción.
La visita también incluye el sueño de poder engalanar las oficinas del
Congreso de México con una foto junto a Fidel Castro, última leyenda
viva de la Guerra Fría. Porque México sigue viendo a Cuba con el prisma
ideológico heredado del Partido Revolucionario Institucional (PRI):
priismo del mundo bipolar.
Aun siendo remotas las posibilidades de que cristalice el actual
optimismo de una Cuba próspera, lo cierto es que la Isla es vista como
un nuevo El Dorado, tras la distensión con Washington. Le llegan
empresarios hasta de las Islas Salomón y Emiratos Árabes para abrir
bancos en un país donde se gana un máximo de $25 al mes; instalar fibra
óptica donde el acceso a las telecomunicaciones es casi nulo; explotar
minas; fabricar queso…
Las mejores oportunidades de México están en que sus legisladores
consigan un permiso legal para que el Estado mexicano permita a Cuba
instalar en su territorio una planta de fármacos mejores y más baratos
que los importados de Europa, como la vacuna Pentavalente, que combate
difteria, tétanos, tosferina, hepatitis B y Haemophilus influenzae tipo B.
Pero Cuba es una nación sin ciudadanos libres: su legislación laboral
obliga a los inversionistas extranjeros a contratar a los trabajadores
que indiquen las autoridades gubernamentales; las empresas son
controladas por militares y los cubanos residentes en el exterior tienen
prohibido participar en la economía.
Es por eso que los legisladores aztecas deberían insistir ante sus
anfitriones en La Habana, en que la apertura económica sin libertades no
es otra cosa que capitalismo autoritario, y ese modelo no genera
desarrollo ni resuelve, a largo plazo, la desigualdad ni la nueva
estratificación de la sociedad cubana.
Hoy mismo, hay más de 110 cubanos que enfrentan condenas de 20 y 30 años
por estar en contra de un régimen que criminaliza el ejercicio de los
derechos civiles, en tanto que acaba de liberar a un centenar a cambio
de aceptar abandonar para siempre la tierra que los vio nacer.
Cuba establece en su Constitución el carácter penal de las libertades
públicas:
"Ninguna de las libertades reconocidas a los ciudadanos puede ser
ejercida contra la existencia y fines del Estado socialista, ni contra
la decisión de construir el socialismo y el comunismo. La infracción de
este principio es punible".
Sí, claro: en esta visita, la delegación de diputados y senadores
mexicanos debe apoyar la exigencia de poner fin al embargo de Estados
Unidos contra la Isla, aunque sin dejar de insistir en que la relación
debe avanzar sobre un memorándum de derechos humanos.
Es decir, la visita tiene que tener una agenda real, más allá de ir a
tomar mojitos.
Source: Activan México y Cuba la política del mojito - Artículos -
Internacional - Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/internacional/articulos/activan-mexico-y-cuba-la-politica-del-mojito-323099
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