¿Qué pasará con la Base Naval de Guantánamo?
Raúl Castro la pide, EEUU no habla claramente
Eugenio Yáñez, Miami | 28/05/2015 3:22 pm
Devolver o no devolver: esa es la cuestión. Devolver incondicionalmente 
la Base Naval de Guantánamo, como quiere La Habana, o mantenerla para 
EEUU, al menos como instrumento de negociación. No hay ideología, 
patriotismo ni emociones, sino algo muy concreto: realpolitik.
Actualmente la importancia militar de la Base no es significativa. Para 
guerras del siglo 21 las bases de Florida y Puerto Rico, portaaviones, 
submarinos atómicos, y la Cuarta Flota, garantizan las necesidades de 
EEUU en la región. Estratégicamente la Base aporta poco con sus 117 
kilómetros cuadrados, la instalación marítima estadounidense más antigua 
en el extranjero, ocupada durante 116 años, donde además de buques, 
militares, armamento, familiares, y prisioneros, hay hospital, correos, 
estación de televisión y radio, anfiteatro, tiendas, McDonald's, Subway 
y otras opciones de comida rápida.
El excomandante supremo del Comando Sur de EEUU y de la OTAN, hoy 
retirado, dijo recientemente que "es probablemente inevitable que vamos 
a tener que regresarla de nuevo a Cuba, pero se necesitaría una gran 
cantidad de trabajo diplomático pesado". Consideró el territorio 
"estratégico y de gran utilidad" como centro logístico para la Cuarta 
Flota, operaciones antinarcóticos y humanitarias, y centro de detención 
de inmigrantes interceptados en el mar, proyectando el poder de EEUU en 
la cuenca del Caribe, además de estar muy cerca de Haití, que muchas 
veces necesita ayuda.
Un argumento poco riguroso de tremendistas que rechazan ni siquiera 
pensar sobre la Base Naval de Guantánamo es que, de devolverse, se 
convertiría de inmediato en base naval rusa. Como si EEUU no se 
protegiera para una negociación trascendente sobre la Base. El interés 
de Rusia son estaciones logísticas para reparaciones, mantenimiento, 
combustible, agua, alimentos, bebidas, y descanso para sus marinos, no 
bases permanentes. Lo que Moscú necesita lo podría tener en Santiago de 
Cuba, Cienfuegos, Cabañas, Matanzas, Cárdenas, Nipe, Puerto Padre, Moa o 
Nuevitas, por mencionar puertos de primer orden en Cuba.
Un abogado norteamericano entrevistado por Cubadebate, libelo digital 
del régimen, favoreció la entrega incondicional de la base. AFP tituló 
la noticia diciendo que el presidente americano tenía "autoridad 
unilateral" para devolverla sin consultar al Congreso.
Las palabras textuales fueron: "Creo [subrayado mío] que él tiene 
autoridad unilateral para hacer esto". Aunque entiende que "el 
presidente no requiere la aprobación del Congreso", considera "muy poco 
probable que cualquier mandatario, demócrata o republicano, terminaría 
un tratado como éste sin al menos tener la aprobación tácita del 
Congreso". Del titular de AFP y el festinado alboroto de Cubadebate a lo 
que dijo el entrevistado, hay distancias. Lo que indica por donde 
vendrían los tiros.
Algunos creen que la Base devuelta podría convertirse en segundo campus 
de la habanera Escuela Latinoamericana de Medicina. El mencionado 
excomandante militar cree que una propuesta de "internacionalizar la 
base que conserva su valor como centro logístico para la ayuda 
humanitaria, probablemente sería un futuro aceptable para el Pentágono, 
al menos en el largo plazo".
Otro asunto es la prisión para combatientes enemigos capturados en la 
guerra contra el terrorismo. Allí no todo han sido maravillas de EEUU 
hacia los prisioneros. Sin embargo, los sirvientes del castrismo, 
incluidos los obsesionados por un plato de lentejas, califican la 
instalación como infierno insoportable, y los presos nobles arcángeles 
antiimperialistas a quienes se tortura y violan constantemente sus 
derechos humanos. Y hablan de Abu Ghraib y de lo malos que son "los 
gringos". No del Combinado del Este, la prisión de Aguadores, Manto 
Negro, o Villa Maristas, templo de detención e interrogatorio de la 
seguridad del Estado cubana, creado en instalaciones confiscadas a la 
Iglesia Católica medio siglo atrás: para ellos las prisiones castristas 
no existen o son una maravilla. Nunca hablan de lo que sucede allí 
dentro. No saben nada de eso. Ni les interesa.
Cerrar la prisión en la Base es promesa incumplida de Obama desde que 
comenzó su primer período presidencial en 2008, cuando anunció cerrarla 
en un año. Hace menos tiempo que cuando Raúl Castro prometió el vaso de 
leche diario. Recientemente el portavoz de la Casa Blanca dijo que Obama 
"piensa realmente que la prisión de la base de Guantánamo debe ser 
cerrada. Pero la base naval no es algo que deseemos cerrar".
En la última sesión de conversaciones Cuba-EEUU para la reapertura de 
embajadas, Washington declaró que el tema de la Base Naval no estaba en 
agenda. "El problema de Guantánamo no está sobre la mesa en estas 
conversaciones", dijo la jefa de delegación de EEUU. Lo cual no 
significa que no pueda estar en otras próximas. La Habana trajo el tema, 
ante todo, para "subir la parada" y ver qué pudiera lograr al respecto. 
Al régimen no le importa lo que piense su pueblo sobre este tema, ni 
sobre ninguno.
A Washington sí le importa lo que piensen los americanos, y deberá 
tenerlo en cuenta para actuar. Y corresponde solamente al gobierno 
americano —no a los cubanos en EEUU ni otro lugar del mundo— determinar 
qué hacer y cómo, según sus intereses y objetivos.
El resto es paisaje.
Source: ¿Qué pasará con la Base Naval de Guantánamo? - Artículos - Cuba 
- Cuba Encuentro - 
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/que-pasara-con-la-base-naval-de-guantanamo-322904
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