Mucho ruido… pocos discos
JORGE ENRIQUE RODRÍGUEZ | La Habana | 3 Sep 2014 - 9:04 am.
La prensa oficialista critica el 'star system' norteamericano. Ahora
copia sus fórmulas con el grupo de pop Mucho Ruido.
Muchas son las recurrencias presentes en los medios oficiales de
difusión en su apremio por desacreditar indistintamente al star system
norteamericano y al american way of life, a los que dibujan como
herramientas de la penetración y desarticulación de movimientos
socioculturales.
Al mismo tiempo, el pasado 20 de agosto se publicaba en Juventud Rebelde
(versión on line) una brevísima reseña sobre Mucho Ruido, "agrupación
cubana que surgió en La Habana en el año 2011, tras culminar la
teleserie de igual nombre. Sus integrantes, jóvenes actores que han
participado en diferentes espacios televisivos, han decidido dar sus
primeros pasos en el género pop con novedosas propuestas. Bajo la
dirección y producción musical de Jorge Luis Robaina y Yamil Hernández,
se disponen a grabar su primera producción discográfica, bajo el sello
EGREM". La reseña avisaba, además, que "próximamente [el 27 de agosto]
Juventud Rebelde volverá a convocar a una nueva entrevista on line".
El proceso de convertir en apenas tres años a jóvenes actores en músicos
pop —desde la construcción de la imagen hasta la inserción en el mercado
audiovisual y musical en Cuba, casi inexistente y siempre fiscalizado
por el Estado— es un remedo de la fórmula que aplican los emporios
encargados de capitalizar el star system a nivel global.
Grabar un disco con el sello EGREM —o bajo cualquiera de los sellos
discográficos oficiales— representa casi una proeza para los músicos
cubanos, tal y como relataba Iván Vera —director de Zeus, agrupación
emblemática rockera con 26 años de existencia— en una entrevista
aparecida el año pasado: "hacer un disco es bien difícil para cualquier
agrupación. Si se trata de una banda de rock, es doblemente complicado.
Los grupos que recientemente han grabado discos, lo han logrado gracias
al premio Cuerda Viva, bandas como Hipnosis; Chlover y Tesis de Menta.
En estos momentos estamos a punto de comenzar a grabar nuestro segundo
disco, con el sello Colibrí. Finalmente un sello cubano".
Simbólicos son también los ejemplos de agrupaciones raperas como Doble
Filo —que grabaría, tras 15 años, su disco Despierta con el sello
Colibrí—, PrimeraBase —con 21 años de singladura grabó con el cantante
Atanay gracias al premio Cubadisco—, y de una generación de jóvenes
trovadores —Inti Santana, Ariel Barreiros, Leonardo García— que solo ha
podido registrar sus obras mediante compilaciones. Todos estos músicos y
agrupaciones apenas tienen visibilidad en el panorama audiovisual
cubano, a excepción del programa "Paréntesis", auspiciado por la
Asociación Hermanos Saíz.
La hipocresía de satanizar en público al star system —infinitamente
cuestionable por su abierta manipulación— y tras bambalinas mimetizar
sus fórmulas, solo es posible dada la pasividad ciudadana, como
sintetiza el documento Los agentes latinoamericanos de la USAID en Cuba,
la Seguridad del Estado y nosotros los anarquistas, de la Red
Observatorio Crítico y su Taller Libertario Alfredo López: "El gobierno
ha tenido un éxito indiscutible en crear una sociedad tan saludable como
sumisa, tan culta como mojigata, tan patriótica como dependiente de las
autoridades, tan unida frente al imperialismo yanqui como atomizada
frente a la burocracia y sus poderes, y que no logran hacer algo
distinto a ser espectadores pasivos de los pasatiempos estatales para
masas".
Porque, ¿qué es en definitiva el programa Revelación TV —al aire los
viernes en la noche— sino un "corte y pega" de La Voz Kid?
Por suerte, a juicio del rapero y productor Rebelde Malcoms, "más allá
de significar un lugar puramente tecnológico, los estudios
independientes de producción —solución alternativa donde fueron pioneros
los raperos— se han convertido en un telar de relaciones que busca
recalcar la diferencia entre "pensar" y "hacer" un disco. Cuba es uno de
los únicos lugares en el mundo donde los productores y creadores de este
tipo de música trabajan en mínimas condiciones tecnológicas, y sin
embargo obtienen resultados trascendentales".
Gracias a ese rigor estético y la tenacidad a contracorriente, estos
home studios se convirtieron en más que simple alternativa ante la
oxidación de las políticas culturales, sino que lograron la inserción de
sus productos en los premios Cubadisco, el evento nacional más grande de
la música, donde emulan todos los sellos discográficos oficiales.
El ejemplo de la construcción de Mucho Ruido simplemente delata los
grados de hipocresía sostenida por un relato subvencionado por el Estado
que intenta convencer de su cruzada contra la globalización y la
banalización de los productos culturales.
Un ejemplo que contrasta y que representa un reto para las añoranzas
institucionales que prefigura el presidente de la Unión de Escritores y
Artistas de Cuba (UNEAC) en su llamamiento por el 53 aniversario de
dicha institución: "tendremos que poner cada vez un mayor énfasis en el
estímulo y promoción de las mayores calidades de la creación. Esa será,
a fin de cuentas, la medida por la que nos juzgarán las promociones
futuras". Suerte en ello.
Source: Mucho ruido… pocos discos | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cultura/1409727867_10222.html
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