Onceno mandamiento: No matar al mensajero
LUNES, 28 DE JULIO DE 2014 00:27 ESCRITO POR FRANK COSME VALDÉS QUINTANA
Cuba actualidad, Santos Suárez, La Habana, (PD) Se ha reiterado hasta la
saciedad que en Cuba antes de 1959 existían más cabezas de ganado que
personas.
Sin embargo esta afirmación, como tantas otras relacionadas con el antes
y después, ha sido no pocas veces tema de polémicas, en las nuevas
generaciones de cubanos, otras no tan novatas, y algunos extranjeros
crédulos a causa del andamiaje construido por la propaganda oficialista
en medio siglo.
En ese bombardeo constante de éxitos revolucionarios se ha omitido
deliberadamente la verdad en este caso del ganado cubano y sus
industrias derivadas.
Estas industrias derivadas como la del calzado, al paso de estas 5
décadas han caído en decadencia. Se ha olvidado por unos y se desconoce
por otros que en Cuba se producía calzado de alta calidad y reconocido
no solo por el pueblo cubano, sino que ya comenzaba a tener prestigio
internacional.
Las marcas Ingelmo, Amadeo, Bulnes, Clubman y otras, eran asesoradas por
una Comisión Reguladora de la Industria del Calzado Cubano (CRICC) que
velaba por la calidad de los productos.
Hace tiempo que los humoristas han escogido el tema de las vacas,
desarrollando toda una serie de chistes alrededor de la desaparición de
la dieta cubana de la carne y la leche de este cuadrúpedo. Clasificar de
Vacas Sagradas, como las de la India, a estas vacas cubanas, es la frase
más socorrida de estos ocurrentes chistosos.
Pero lo más interesante de esto es ver reírse a toda una generación,
incluyendo a los propios humoristas, por la continuada falta de carne o
leche desconociendo la gran mayoría como era en realidad esta industria
derivada del ganado vacuno.
Más de 40 compañías productoras y distribuidoras de leche aparecen en la
guía telefónica del año 1959, solo en la ciudad de La Habana. De las
carnicerías existen varias páginas.
La carne de res de primera costaba 55 centavos la libra, así como la
libra de cherna, pargo y serrucho, los pescados que más se consumían.
Regularmente el litro de leche costaba 20 centavos, aunque había
compañías que cobraban 5 centavos más por estar la leche enriquecida.
También empezó a introducirse la leche en envases parafinados conocidos
en Cuba como Perga, (una marca cubana registrada), que evitaban el
engorroso lavado y acarreo de los envases de cristal.
Una de estas compañías, la Cremería Lucero, estaba totalmente
automatizada. La carga de las cajas de leche venía por una estera
metálica en el piso y salía directamente de la nevera hasta los camiones
que distribuían la leche.
Era costumbre de los clientes dejar el litro afuera, en la puerta, con
los 20 centavos del costo del producto, de manera que el lechero
rápidamente recogía el vacío y dejaba el lleno.
Cuando hoy se comentan estas cosas se nos quedan mirando como si
estuviéramos hablando en chino. Acostumbrados y nacidos entre escaseces
y robos, a muchos se les hace difícil creer.
Una sola compañía lechera se ha fundado en La Habana en este medio
siglo, el Complejo Lácteo de la Habana en el municipio del Cotorro, hace
ya 40 años, en 1974. En su momento fue motivo de una intensa propaganda
en los medios como también los famosos planes lecheros, los técnicos en
inseminación artificial con sus terneros en pastillas, las vacas con
aire acondicionado y música indirecta y la vaca Ubre Blanca, capaz de
producir 25 litros de leche diarios, conocida hasta por los esquimales
gracias a la reproducción de la noticia en el mundo por medios foráneos
y creyentes también de que el chicharrón es carne.
Antes de 1959 la única propaganda que se hacía era para vender el
producto. No habría Ubres Blancas ni vacas en aire acondicionado, pero
cualquiera que tuviera 20 centavos podía comprar un litro de leche. Pero
claro, eso era para los privilegiados, siguen algunos repitiendo como
fonógrafos. Un cubano humilde como el limpiabotas de la esquina que te
cobraba también 20 centavos por un lustrado de zapatos no podía tomarse
un vaso de leche según estos, también creyentes.
Por estos días se escuchó la noticia de que 70,000 cabezas de ganado
habrían perecido por falta de agua y pastos. No me consta esta
afirmación, la escuché en el radio-bemba de la calles. Unos dicen que lo
dijo el Granma, otros que el NTV. Si esto fue así, llanamente esta
justificación daría vergüenza si tuvieran cara, porque hay que tenerla
de hormigón armado... ¿Qué sería entonces del ganado en los países fríos
cuando en los meses de invierno no hay pastos? ¿Acaso no se sabe que en
épocas de seca hay que buscar y almacenar el pienso para evitar esta
calamidad?
Pero ya a desatinos y absurdos algunos se han acostumbrado. Una reciente
reunión del Consejo Nacional de Defensa, donde aparentemente debía
tratarse asuntos relativos a esta, ocupó una buena parte del tiempo
cuando introdujeron el tema del hurto y sacrificio ilegal del ganado vacuno.
El ministro de Agricultura Gustavo Rodríguez, advirtió sobre la
ineficacia de las sanciones jurídicas para esta infracción de la ley
considerada como delito en Cuba, y señaló que las penalizaciones, aunque
férreas, no han frenado este aumento del sacrificio ilegal de reses.
También informó que Cienfuegos se destaca de entre las demás provincias
en la reincidencia de este delito. Sugirió reconocer la propiedad de los
agricultores sobre sus animales, legalizar y controlar el sacrificio del
ganado vacuno, y formalizar una política tributaria y de precios para
manejar la comercialización de la carne de res.
Al menos alguien parece tener sentido común, pues hace décadas de este
problema que el choteo criollo conoce como el de las Vacas Sagradas, que
está subyacente y no lo acaban de componer. Deseemos que esta vez se
cumpla el onceno mandamiento y no maten al mensajero, como ocurrió en
1970, en la Zafra de los Diez Millones, con el entonces ministro del Azúcar.
Para Cuba actualidad: glofran864@gmail.com
Source: Onceno mandamiento: No matar al mensajero | Cuba noticias
actualidad.Periodismo independiente. -
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