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Thursday, May 01, 2014

Nuestros periodistas oficiales piden transparencia…, ¿sin límites?

Nuestros periodistas oficiales piden transparencia…, ¿sin límites?
YUSIMÍ RODRÍGUEZ LÓPEZ | La Habana | 1 Mayo 2014 - 9:10 am.
"Transparencia es expresar ideas con sensatez, agudeza, ingenio, y en la
oportunidad precisa. Afianzar criterios a partir de socializar la
información requerida por la población.

"Ofenden la inteligencia humana quienes insisten en remar a
contracorriente de ese concepto, solo porque consideran tener una
patente para encerrar en una caja de caudales explicaciones o datos de
interés público…".

Estas líneas no causarían asombro si las leyéramos en la prensa
independiente cubana, pero cuando encabezan un artículo publicado en
nuestra prensa oficial, nada menos que en la edición del periódico
Granma correspondiente al viernes 25 de abril, despiertan el deseo de
llegar al final del texto y hasta una dosis de esperanza en el
periodismo oficial.

El artículo en cuestión, firmado por Alfonso Nianceno, se titula
"Transparencia", y es justamente eso lo que demanda de funcionarios y
directores de empresa en nuestro país. Aún cuando la frase "la
oportunidad precisa" hace que nos preguntemos quién decide cuál es esa
oportunidad, no deja de resultar alentador el hecho de que un periodista
oficial cuestione la falta de transparencia de quienes ocupan puestos de
alta responsabilidad.

No se trata de un cuestionamiento a la falta de libertad de prensa;
semejante argumento no verá la luz en nuestra prensa oficial, aún cuando
sea el de muchos periodistas oficiales. Para cuestionar la libertad de
prensa en Cuba habría que cuestionar la propia Constitución de la
República, según la cuál, esta libertad está garantizada dentro de los
fines de la sociedad socialista, y como dejó claro el periodista José
Alejandro durante el último Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba,
"un periodista es un constructor del socialismo".

Pero incluso un constructor del socialismo es capaz de exigir el derecho
del pueblo a acceder a la información. Nianceno critica las dilaciones,
critica a funcionarios que desconocen lo que se les pregunta o
simplemente temen perder sus cargos, y a aquellos que justo cuando van a
decir algo de interés, sueltan la coletilla de "mira, esto no es para
ser publicado".

El autor ve en la demora de estos funcionarios a la hora de transmitir
una información, el peligro de alentar a los interesados a buscar en
fuentes foráneas. ¿Pero considerará lícito Nianceno pedir transparencia
también al Partido, o solo a funcionarios y directores de empresa?

Raúl Castro: 'es tiempo de intercambiar; opinar; discrepar'

Cuando trabajé en el semanario Tribuna de La Habana como traductora de
la página web, escribí un artículo sobre el racismo en Cuba. Aunque el
texto en principio fue aprobado por el director y la subdirectora del
periódico, y hasta me tomaron la foto que acompañaría el texto en la
página de opinión, el artículo nunca fue publicado. La explicación que
recibí fue que el Partido no lo consideraba oportuno. Antes, una colega
había escrito un artículo sobre el problema del transporte público
(vivíamos aún la era de los "camellos", previa a la actual de "los P",
que nos parece dorada cuando la comparamos con aquella). ¿Estarían esos
temas dentro de los proyectos y estrategias "perseguidos por nuestros
enemigos jurados, para hacerlos fracasar", como plantea Nianceno en su
"Transparencia"? ¿Serían de aquellos que "en las condiciones de Cuba es
lógico preservar"?

Han transcurrido nueve años desde entonces. El problema del transporte,
como en el cuento de Augusto Monterroso, sigue ahí. En cuanto al tema
del racismo, más que oportuno, ahora resulta inevitable. Al Partido, o
sea al Gobierno, no le ha quedado más alternativa que reconocer la
existencia de racismo en la Cuba socialista. El asunto se trata a
regañadientes en los medios oficiales, pero hay otros temas de los que
nos enteramos a través de la antena o de amigos que vienen del
extranjero, de las memorias flash, de los correos electrónicos y de la
internet, a la que empieza a acceder un número cada vez mayor (aunque
aún insuficiente) de personas.

Puede que estas vías alternativas no digan toda la verdad, pero al menos
dicen, mientras nuestra prensa oficial calla. Así, nos enteramos de las
fugas de médicos y deportistas (aunque ya la prensa deportiva oficial ha
empezado a admitir y hasta a analizar el porqué de las deserciones de
los atletas), y de la represión contra opositores y disidentes.

Sin embargo, si alguien pretende responsabilizar al Gobierno por la
falta de transparencia en la información proporcionada, se equivoca.
Nianceno deja claro que "a pesar de que la dirección de la Revolución
insiste en la necesidad de abordar con transparencia los problemas
cotidianos que afectan a todos, algunos pretenden administrar la
información a su libre albedrío…".

Al leer esto, solo es posible deducir que nuestros periodistas no hablan
de las fugas del personal de salud en el extranjero, ni de la represión
contra opositores y disidentes, porque no les importa, no consideran
esos problemas dentro de "los cotidianos que afectan a todos". ¿Qué
sucedería si algún periodista decidiera sensibilizarse y tratar estos
asuntos con transparencia en la prensa oficial?

Aunque la lectura de un artículo como "Transparencia" resulte
alentadora, es un efecto efímero. Siempre quedará algo turbio en una
transparencia exigida solo a funcionarios y directores de empresa. Basta
media hora de navegación por la prensa alternativa sobre Cuba, o un
vistazo a la antena (antes de que sea confiscada, con la correspondiente
multa) para percatarse de que no son solo los funcionarios y directores
de empresa quienes deben empezar a ser transparentes. Hay un enorme
vacío entre la realidad cubana que describe la prensa (la misma que
exige transparencia, de la que forma parte Alfonso Nianceno), y la que
vive el país.

Pero en algo coincido con este periodista: "Es tiempo de intercambiar;
opinar; discrepar…" El propio Raúl Castro planteó durante el homenaje a
Nelson Mandela, el 10 de diciembre de 2013, en Sudáfrica, que "el
diálogo y la cooperación son el camino para la solución de las
diferencias y la convivencia civilizada de quienes piensan distinto".
Fue apenas una coincidencia que en esa misma fecha, el equipo de Estado
de SATS estuviese siendo víctima de la represión. Lo importante es que
nuestro Presidente ve el diálogo como el camino para solucionar las
diferencias, y que la dirección de la Revolución cree en la necesidad de
abordar los problemas cotidianos que afectan a todos, con transparencia.

Ahora, solo falta que lo demuestren.

Source: Nuestros periodistas oficiales piden transparencia…, ¿sin
límites? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cultura/1398928229_8389.html

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