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Friday, April 25, 2014

TW Post: Apología de Cuba, un estigma en el legado de "Gabo"

TW Post: Apología de Cuba, un estigma en el legado de "Gabo"
Un editorialista del Washington Post recuerda que el caso Padilla marcó
para muchos intelectuales un distanciamiento de la revolución cubana. A
García Márquez, en cambio, lo elevó al círculo íntimo de Castro.
martinoticias.com
abril 24, 2014

"Gabriel García Márquez fue un escritor superdotado, pero no fue un
héroe", titula en el Washington Post Charles Lane, uno de los
editorialistas del diario capitalino, quien atribuye al genio de
Aracataca "una extraña mezcla de brillo literario y podredumbre política".

Lane recuerda que en 1968, mientras Cien años de soledad propulsaba a
García Márquez a la fama, el poeta cubano Heberto Padilla publicaba el
poemario Fuera del Juego. Las autoridades culturales cubanas permitieron
inicialmente el libro de Padilla, e incluso lo elogiaron, a pesar de su
protesta entre líneas contra el control oficial del pensamiento que ya
estaba sofocando a Cuba menos de diez años después del triunfo de la
revolución de Fidel Castro en 1959.

Luego --apunta el articulista-- las instrucciones cambiaron: el régimen
de Castro desató una campaña contra Padilla y otros intelectuales
afines, que culminó en marzo de 1971, cuando agentes de la seguridad del
Estado arrestaron al poeta, confiscaron sus manuscritos y lo sometieron
a un mes de brutales interrogatorios.

Padilla resurgió de su celda para autocondenarse ante sus colegas
escritores por "haber sido injusto e ingrato con Fidel, de lo cual no me
cansaré de arrepentirme". También delató como contrarrevolucionarios a
colegas suyos, y hasta a su esposa.

Lane rememora que intelectuales de todo el mundo --entre ellos Mario
Vargas Llosa, otro astro del "boom" literario latinoamericano en el que
descollaba García Márquez-- condenaron el espectáculo de corte
estalinista y se distanciaron de la revolución cubana.

"Para García Márquez, en cambio, el caso Padilla representó un punto de
inflexión diferente", señala el autor. Cuando se le pidió que firmara la
carta abierta a Castro en la que 62 de sus compañeros escritores
expresaban "nuestra vergüenza y nuestra cólera" por el trato a Padilla,
García Márquez se negó.

A partir de entonces, dice el editorialista del Post, el colombiano
empezó a subir en la estimación de La Habana, hasta convertirse en
miembro de facto del círculo íntimo de Castro, quien lo roció de
favores, incluyendo una mansión, y estableció una fundación de cine en
Cuba bajo la dirección personal de García Márquez.

El novelista, a su vez, prestó su celebridad y elocuencia al molino de
la propaganda del régimen. En 1990 describió al dictador cubano como "un
hombre de costumbres austeras e ilusiones insaciables, con una educación
formal a la antigua, de palabras cautelosas y modales tenues e incapaz
de concebir ninguna idea que no sea descomunal".

Para racionalizar esta íntima relación, García Márquez se ofrecía como
intermediario cuando Castro ocasionalmente necesitaba liberar a algunos
disidentes a fin de tranquilizar a Occidente.

Lo que Gabo nunca hizo –apunta Lane-- fue levantar su voz, o mover un
dedo, en nombre del derecho de los cubanos a expresarse libremente.
Lejos de ser "representante y voz de los pueblos de las Américas", se
desempeñó como portavoz de facto de uno de sus opresores. Y en ello
llegó hasta a defender la pena de muerte que Castro dictó contra
funcionarios cubanos políticamente heterodoxos después de un juicio
teatralizado en 1989.

El editorialista del Washington Post dice que uno puede imaginar muchas
motivaciones para este comportamiento lamentable, y especula que tal vez
García Márquez nunca superó el antiimperialismo que era premisa
ideológica e insignia de sofisticación de la generación de intelectuales
latinoamericanos a la que perteneció.

Termina diciendo Charles Lane que la verdadera grandeza literaria es una
función no sólo de la habilidad narrativa y la creatividad lingüística,
dones que García Márquez poseía en abundancia, sino también de la
valentía moral, de la que él carecía. Así, su apología de Cuba será
siempre un estigma en su legado.

Source: TW Post: Apología de Cuba, un estigma en el legado de "Gabo" -
http://www.martinoticias.com/content/apolog%c3%ada-de-cuba-un-estigma-en-el-legado-de-gabo/34432.html

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