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Monday, March 03, 2014

Poca leche y mucha censura

Poca leche y mucha censura
ORLANDO DELGADO | La Habana | 3 Mar 2014 - 9:05 am.

La periodista Rosa Miriam Elizalde aboga por mantener la plaza sitiada:
los medios de comunicación han de estar en manos del Estado.

Rosa Miriam Elizalde es una de las niñas mimadas del periodismo oficial.
Su historial es la envidia de muchos que hace años dedican sus mejores
horas a alabar a los Castro. Después de prestarle un inestimable
servicio a la Seguridad del Estado con su obra Los disidentes, en
colaboración con Luis Báez —el escribano encargado de ensalzar la
decrépita figura de Fidel Castro—, desde hace algunos años dirige la
página web por excelencia del castrismo, Cubadebate, sitio que dice
combatir el terrorismo mediático pero cuya misión es la única posible
bajo una dictadura: contrarrestar la influencia de la prensa independiente.

Elizalde ha reconocido recientemente lo que desde hace medio siglo todo
el mundo sabe de sobra, que en los medios de comunicación de la Isla hay
censura. Dicha declaración, por supuesto, no fue hecha en una de las
aburridas mesas redondas de la TV cubana, sino en un blog español. Desde
allí justificó tan deplorable situación porque de existir libertad de
prensa "supondría la pérdida de leche para los niños".

Bien sabe la periodista que semejante argumento es totalmente risible.
No podría sostenerlo ante ningún cubano, y mucho menos desde un medio
oficial. Por eso dice tamaña barbaridad a través de internet, una
plataforma inalcanzable para la mayoría de sus compatriotas.

Si en Cuba, como por arte de magia, se restableciera la libertad de
prensa, Cubadebate sería de los primeros sitios en cerrar por falta de
seguidores y lectores. Su credibilidad bajaría tanto que la Elizalde
terminaría por dedicarse a otras tareas ante la imposibilidad de poder
cambiar su lenguaje, tan permeado ya de lugares comunes. En el
hipotético caso de que algún campesino se enterara de la más reciente
declaración de la periodista, no podría comprender qué relación guardan
sus escuálidas vacas con la censura de prensa. Tal vez la noticia le
estimule a producir más para aspirar algún día a estar mejor informado.

Pero no se puede menospreciar la inteligencia de Elizalde. Cuando
comprendió las posibilidades que abría el libre acceso a internet, se
entusiasmó con el periodismo online y hoy dedica todo su potencial a
tratar de difundir la jurásica propaganda de la dictadura cubana en la
web. No está sola, cuenta en su empeño con plumíferos como Enrique
Ubieta e Iroel Sánchez, quienes compiten entre sí por ver cuál profiere
más insultos ya sea a intelectuales y miembros del exilio, a
personalidades de ideologías ajenas a la comunista o sencillamente a
críticos del régimen.

Los trabajos periodísticos de Rosa Miriam Elizalde sobre la prostitución
en Cuba, publicados en la década del 90 —una de las etapas más negras
del régimen—, hicieron pensar a más de uno que podría dar el salto a un
periodismo menos comprometido con el oficialismo y más con la realidad.

Nada de eso.

La Elizalde se dedica ahora a teorizar estérilmente sobre la necesidad
de modificar los medios de comunicación cubanos. Dice que hay que
cambiar sin cambiar lo fundamental, que es el monopolio del Estado sobre
los medios de comunicación. Y ya el supuesto cambio muere sin haber
nacido. La Elizalde nació bajo la "plaza sitiada" de los Castro y no ha
podido salirse de ella. Tal vez cuando lo haga sea demasiado tarde, sus
mejores años habrán pasado y con ella la posibilidad de enaltecer la
siempre difícil misión de un periodista: informar de manera veraz e
independiente.

Source: Poca leche y mucha censura | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1393833913_7423.html

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