¡Peligro, derrumbe!
Miércoles, Noviembre 27, 2013 | Por Alberto Méndez Castelló
PUERTO PADRE, Cuba, noviembre, www.cubanet.org – El último derrumbe 
ocurrido en esta ciudad, el de la carpintería El Nivel, y el próximo que 
presumiblemente ocurrirá, el del hotel Plaza, hace preguntarse a los 
puertopadrenses: ¿Hasta cuándo se destruirá este pueblo sin que el 
gobierno haga algo por impedirlo?
De los cinco hoteles que había, solamente dos dan servicios, Villa Azul 
y Campana. Comodoro y Plaza permanecen cerrados, cayéndose a pedazos, y 
del Colón, sólo quedan los cimientos.
El Sierra, uno de los mejores restaurantes que había, permanece 
desguazado, como lo dejó el huracán Ike en la madrugada del 8 de 
septiembre de 2008. Y, El Vaquerito, cafetería que a precios módicos 
ofertaba diversos platos a gente de bajos ingresos, también debió cerrar 
sus puertas dado su calamitoso estado.
En el mismo centro de la ciudad, la zapatería ya se vino abajo, y la 
reparación capital del Hospital Docente Guillermo Domínguez, hoy en 
pésimo estado higiénico sanitario, no consigue materializarse.
"Al día de hoy no podemos decir que contamos con recursos para acometer 
esas obras", dijo el presidente de la Asamblea Municipal del Poder 
Popular , Miguel Jorge, entrevistado por la televisión local la pasada 
semana.
La aseveración del señor Jorge resulta un sofisma: Puerto Padre sí 
genera recursos financieros capaces de conseguir su restauración, sólo 
que no van a parar a las arcas del municipio, sino a las de otras 
encumbradas instancias del Poder.
Sirva nada más este ejemplo: en el mismo centro de la ciudad, donde se 
han producido los mencionados derrumbes, y donde se producirán otros, de 
no acometerse reparaciones urgentes, operan siete tiendas recaudadoras 
de divisas (TRD). En una de ellas, por cierto de las más pequeñas, se 
producen ventas diarias superiores a los tres mil quinientos pesos 
convertibles.
Solamente esta pequeña TRD recauda anualmente más de un millón y cuarto 
de pesos convertibles, solamente con el empleo de tres dependientes. Y 
bien conocidas son las utilidades de una TRD: "Con lo que yo vendo en un 
día, a mi me pagan el salario de un año y sobra dinero", me dijo un 
dependiente a condición de no revelar su nombre en la prensa
Miles de puertopadrenses residen en el extranjero, fundamentalmente en 
Estados Unidos, y salvo gente cicatera y olvidadiza de sus orígenes, 
todos ellos envían ayuda a sus familiares, en muchos casos, ancianos, 
que, sin las remesas de sus parientes, a cuenta de los víveres de la 
cartilla de racionamiento permanecerían subalimentados, cuando no, muertos.
Alimentos, ropas, calzados, efectos electrodomésticos y materiales de 
construcción, son vendidos a precios muy superiores a las cifras 
realistas de venta, produciendo ganancias que, de emplearse sólo una 
parte de ellas en el municipio, hoy Puerto Padre no presentaría, en 
demasiados lugares ya, esta imagen de ciudad bombardeada.
Además de contar con el central Antonio Guiteras, el mayor productor de 
azúcar de Cuba, Puerto Padre cuenta con otra "industria" privilegiada: 
la de las remesas.
Pero mientras sus hijos ausentes envían desde el extranjero cuantiosas 
sumas en divisas convertibles, de las que la mayor parte van a parar a 
las cajas registradoras de las TRD, la ciudad se derrumba, sin que las 
autoridades hagan nada por evitarlo.
Recuerda esto un crimen de lesa humanidad. El patrimonio histórico de 
los pueblos no sólo se destruye por acción, con bombas, sino también por 
omisión, por parte de quienes tienen la responsabilidad de preservarlo 
para las nuevas generaciones y, permanecen de brazos cruzados, mientras 
las ciudades se derrumban.
Avisos advirtiendo: ¡Peligro, derrumbe!, no son raros en esta ciudad. 
Ojala esos carteles pronto no tengan cabida en Puerto Padre, y el hotel 
Plaza no termine en escombros, como terminó nuestro emblemático hotel Colón.
Ojalá. Para eso trabajamos los hijos de este pueblo, los que 
permanecemos aquí, y los que se fueron, y nadie, por muchos poderes que 
por sus cañones y tanques de guerra posea, está legitimado para desviar 
el cauce de nuestros sudores para agregar entorchados a sus uniformes.
Source: "¡Peligro, derrumbe! | Cubanet" - 
http://www.cubanet.org/articulos/%c2%a1peligro-derrumbe-2/
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