Un mes de trabajo para comprar un jean
Lunes, Septiembre 30, 2013 | Por Leonel Alberto P. Belette
La Habana; Cuba. 27 de septiembre de 2013. José Antonio no tiene familia
afuera que le envíe dólares, por lo que tuvo que trabajar más de un mes
en un paladar para poder comprarse un pantalón.
Juntando salario y propina, reunió algo más de 40 dólares y se dirigió a
una tienda de la marca Fariani, de la militarizada cadena estatal
Caracol S.A., situada en el habanero Hotel Comodoro, para escoger un jean.
No compró el jean que quería sino el que encontró. Pero no más salió a
la calle con su jean ¨nuevo¨ se le fue por las costuras. Estaban podridas.
La odisea de José Antonio es común en Cuba. Este reportero la ha
sufrido. No pudo recobrar el dinero invertido, no es costumbre entre
varones guardar el recibo de compra. Y, además, temía exponerse al
ridículo al presentarse en la tienda con semejante despojo.
Caracol, en 1ra y 20 del barrio Miramar, surte su cadena de tiendas con
proveedores como la panameña Ariela S.A., dirigida por Miguel Alonso. La
marca Fariani es una oferta más.
Básicamente ofertan prendas pasadas de moda, envejecidas y deterioradas,
adquiridas en lotes de ganga por los militares cubanos, que por su mal
gusto son apodados "Manchas de Plátanos" por sus subordinados.
Marcas como United Colors of Benetton, Rifle, Paul and Shark, son
vendidas a los cubanos a precios de boutiques europeas. ¡Pero atención!
Son prendas pasadas de moda, con años en almacenes. Prendas que se han
quedado sin vender en el mercado internacional.
Camisetas con letreros enormes, pantalones a punto de rajarse por
cualquier costura. La marca Adidas es, tal vez, excepción porque exige
que sus compradores en el exterior sean los mismos vendedores que dan la
cara al público.
Cuba es un mercado cautivo. A los cubanos nos les queda otra que comprar
en las tiendas de los generales.
Las autoridades impusieron una penalización aduanal de 10 dólares por
cada libra adicional de ropa importada. Ahora el Ministerio del Trabajo
acaba de dictar una resolución que, a partir del día primero del próximo
mes, dejarán de existir los timbiriches de cuentapropistas que escudados
en licencias de sastres o modistas, vendían ropa actual y barata, que
adquirían de personas que viajan al exterior sin equipaje, para regresar
cargados como mulas.
El desabastecimiento del mercado estatal no es nuevo como pretenden
hacer ver las autoridades. Desde la llegada al poder del actual régimen,
en 1959, ni siquiera es posible mantener el uso de una sola marca de
papel higiénico por lo que la población suele usar el Órgano Oficial del
Partido Comunista, el periódico Granma, como sustitutivo recurrente.
El sistema cubano absurdo y cargado de prohibiciones– a pesar de ciertos
cambios– donde algunos profesionales como los veterinarios se ven
obligados a abrir negocios fachadas como peluqueros de perros, por no
existir licencias para ejercer su profesión privadamente.
Source: "Un mes de trabajo para comprar un jean | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/?p=50453
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