Cuba, curso escolar en tiempos difíciles
Publicado el Lunes, 02 Septiembre 2013 08:25
Por Daniel Benítez
A partir de este lunes 2 de septiembre comienza un nuevo curso escolar
en Cuba con una matricula de 1.8 millones de estudiantes y males ya
conocidos como la falta de recursos en las centros estudiantiles, un
marcado desencanto y la sombra del fraude rondando en cada aula.
Este año es notoria la disminución de alumnos en la enseñanza primaria,
debido al marcado envejecimiento de la población, a lo que le suma el
bajo por ciento de estudiantes que aprobaron los exámenes de ingreso a
la universidad, una cruda realidad de como anda el proceso
docente-educativo en la isla.
En días recientes, la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez,
intervino en la Mesa Redonda de la Televisión cubana para hablar del
curso que hoy se pone en marcha, y dio cifras que hablan por sí solas
del panorama educativo actual.
El personal docente con que se cuenta responde al 95 por ciento de la
demanda en las aulas aulas. En el caso de La Habana, apelará a unos
3,000 maestros de 11 provincias del país. Unos 7,000 maestros jubilados
se han reintegrado sistema educativo para paliar las carencias del
sistema educacional ante la situación perentoria.
Muchos cenntros comenzarán el curso sin equipos de refrigeración. El 42
por ciento de los planteles están evaluados de tener estado de regular o
mal, aunque en 3,107 se han hecho acciones de reparación.
"En cada centro del Mined debe existir unidad entre todos los factores
para recuperar la salud moral de nuestros trabajadores", insitió la
ministra.
El tema universitario sigue siendo complicado en un panorama docente
cada vez más endeble. De 46,500 aspirantes, solo el 53 por ciento
pisarán las escalinatas de los centros de altos estudios, un índice
discretamente superior al pasado al curso.
El futuro se muestra poco halagüeño. Este septiembre los jóvenes que por
fin se decidan a continuar su preparación ya habrán sufrido la carencia
de profesores, o en su defecto de la improvisación de los maestros
emergentes, la única vía que encontraron las autoridades para
aparentemente cubrir el vacío que provocó el éxodo de profesionales de
experiencia hacia otros sectores mejor remunerados.
La tiza y el pizarrón fueron cambiados por un puesto detrás del timón de
un almendrón, vendiendo pizza o sencillamente dando clases particulares,
alejado de toda burocracia, exigencia sin respaldo de recursos y por
supuesto una mejor economía.
La educación ha sido una de las banderas erigidas por el régimen para
presentar sus "conquistas sociales". Sin embargo, desde hace poco más de
20 años esta bandera cuesta trabajo ondearla cuando son tan evidentes
los problemas que afrontan los estudiantes para recibir lecciones con la
calidad necesaria. A la falta de profesores a todos los niveles se unen
el deterioro de los centros escolares, la carencia de equipos y
productos para completar ejercicios prácticos en asignaturas como
Física, Química y Biología y los constantes cambios en los planes de
estudios.
Todavía se recuerda la ola de espanto que se levantó en todo el país
cuando alguien dictaminó que los profesores de las escuelas secundarias
tenían que ser integrales e impartir varias asignaturas. Con lo cual el
maestro que durante 20 años había dado Matemáticas, tenían que añadir
ahora a su agenda de trabajo las carpetas de Física y Química. Un caos
total que desató, en consecuencia, masivas deserciones de experimentados
docentes y consabidos problemas en la enseñanza.
El declive de la docencia universitaria es evidente. La anécdota puede
ilustrar el malestar del estudiantado universitario. Hace un tiempo, en
la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba, el auto oficial de la
rectora fue apedreado por una multitud de estudiantes que exigía mejoras
en las condiciones de vida de la residencia. En el 2009, por decisión
partidista fue removido el entonces Ministro de Educación Superior y su
lugar ocupado por Miguel Díaz Canel, hasta entonces primer secretario
del Partido en Holguín. Este fue la primera gran responsabilidad
nacional de Díaz Canel, quien hoy funge como Primer Vicepresidente de
los Consejos de Estado y de Ministros, y parece estar llamado a cargar
sobre sus hombros el peso de la inevitable transformación del sistema.
Una frase marcó el período de casi tres años de Díaz Canel al frente del
Ministerio de Educación Superior: "la Universidad es para los
revolucionarios".
Entre las medidas que se aplicaron entonces, se hizo obligatorio para
cada estudiante realizar tres exámenes de ingreso, Matemática, Español e
Historia, para todas las carreras y modalidades de procedencia. El
resultado cuatro años después: poco más de la mitad de quienes se
presentaron este curso lograron tener más de 60 puntos.
Pero todavía quienes llevan las riendas de la educación en Cuba buscan
excusas en todos los lugares menos dentro de las aulas y de sus planes
de estudio. A eso se le suma la falta de docentes que han emigrado a
otros sectores mejor remunerados.
Llenos de excusas cuando se hizo el otorgamiento de becas para el año
lectivo 2013-2014, los integrantes de la Comisión de Ingreso
concluyeron: " La falta de preparación no es excusa, ya que se imparten
repasos en las facultades obrero-campesinas, por televisión y estamos
gestionando su desarrollo en las Sedes Universitarias Municipales".
La Universidad de la Habana fue ubicada en una reciente encuesta
internacional en el lugar 81 entre las de su tipo en Latinoamericana,
bien alejada del 54 con el cual fue calificada el año precedente. La
Universidad de Oriente mejoró cuatro puestos y anclo en el 149.
Medidores que no deben alegrar para nada a quienes intentan maquillar
las arrugas de un sistema en plena decrepitud.
Source: "Cuba, curso escolar en tiempos difíciles" -
http://cafefuerte.com/cuba/noticias-de-cuba/sociedad/3136-cuba-curso-escolar-en-tiempos-dificiles
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